Sheinbaum, sobre la polémica de los vuelos espía de Estados Unidos: “No hay nada ilegal”
La mandataria acusa una campaña mediática para debilitar al Gobierno mexicano en la lucha contra el crimen organizado y advierte a Washington de que no tolerará intromisiones con la excusa del combate al narcotráfico
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“No hay nada ilegal”. Así respondió este miércoles la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, a la polémica a raíz de los vuelos de espionaje contra los cárteles ordenados por Estados Unidos. La mandataria subrayó que las misiones de inteligencia no son nuevas y forman parte de los esfuerzos de colaboración de ambos países en materia de seguridad. También aseguró que las operaciones se han sacado de proporción como parte de una “campaña” de los medios estadounidenses para socavar a su Gobierno en el combate al crimen organizado. “No nos van a debilitar”, afirmó. Sheinbaum confió en construir una buena relación con la Administración de Donald Trump, pero advirtió a Washington de que no tolerará intromisiones en territorio mexicano con el pretexto de la guerra contra las drogas. “La presidenta nunca va a negociar la soberanía nacional”, zanjó.
Las tensiones diplomáticas entre ambos países alcanzaron un nuevo pico, después de que Trump asegurara el martes que “México está gobernado en buena medida por los cárteles” para justificar las misiones de espionaje contra los cárteles mexicanos con aviones espía y drones no tripulados. Es, al menos, la segunda vez que Trump comenta sobre el supuesto contubernio entre las autoridades mexicanas y la delincuencia organizada en el primer mes desde su regreso a la presidencia de Estados Unidos.
Sheinbaum minimizó las declaraciones y optó por no entrar a la confrontación con el político republicano. “No estamos de acuerdo ni aceptamos esas aseveraciones”, afirmó la presidenta mexicana. “Tenemos la obligación de buscar siempre un acuerdo con Estados Unidos, siempre en el marco de nuestros principios y por supuesto de la Constitución”, agregó sobre la soberanía del país, la línea que su Gobierno no está dispuesto a cruzar en la relación bilateral.
“Nunca escondemos nada”, señaló Sheinbaum sobre las operaciones de vigilancia. Medios internacionales como The New York Times, The Washington Post y la cadena CNN informaron esta semana de que la CIA había incrementado los vuelos de inteligencia a los grupos criminales en México desde la llegada de Trump, a propósito del endurecimiento de la política de la Casa Blanca contra el crimen organizado y la designación de los cárteles como organizaciones terroristas.
Las notas alimentaron las versiones de que las misiones de espionaje eran parte del acuerdo entre México y Estados Unidos para evitar la imposición de aranceles, alcanzado el pasado 3 de febrero. “¿Por qué sale la nota en The New York Times? ¿Quién le da esa nota? ¿Qué quieren promover con la nota”, cuestionó Sheinbaum. “Como diciendo ‘es que la presidenta de México es débil’, ‘tuvo que ceder frente al espionaje del Gobierno de los Estados Unidos’, ‘hay violación a la soberanía’, cuando en realidad es un protocolo de coordinación y colaboración que existe desde hace años”, reprochó.

El escándalo está atravesado por la frontera. Prácticamente, toda la información que se conoce sobre las misiones de reconocimiento ha salido de filtraciones del lado estadounidense, mientras que las autoridades mexicanas han sido herméticas. El martes, por ejemplo, Sheinbaum se limitó a decir que los reportes eran “parte de esta campañita”, sin ahondar en detalles.
Al margen de la polémica mediática, en los últimos días se han hecho patentes las diferencias entre ambos países en el combate al narcotráfico. México busca una colaboración entre socios y exige a Washington que reconozca que es corresponsable por el flagelo de la violencia criminal. Estados Unidos, en cambio, ha privilegiado las medidas unilaterales y ha dado visos de que ha perdido la paciencia con sus vecinos frente a la crisis migratoria y el tráfico de fentanilo. Sheinbaum pide diálogo, Trump apuesta por las presiones permanentes y las amenazas de una guerra arancelaria.
En medio de todos los frentes abiertos de la relación bilateral, el trasfondo del último choque diplomático es la designación de los carteles como grupos terroristas, lo que abre la puerta a incursiones militares de Estados Unidos en territorio mexicano y aumenta el margen de discrecionalidad de las agencias estadounidenses. Sheinbaum ha anticipado las designaciones antes de que se anunciaran de manera oficial. “Ellos les pueden llamar como quieran, pero nosotros defendemos la soberanía”, comentó Sheinbaum.
La presidenta recordó que a finales de 2020 se aprobó una reforma a la ley de Seguridad Nacional para acotar el margen de maniobra de agentes extranjeros en México y adelantó que su equipo estaba valorando nuevos cambios en el marco legal para blindar los intereses nacionales, en medio del cambio que impulsa Trump. “Si ese decreto tiene que ver con acciones extraterritoriales, nosotros no las aceptamos”, sentenció la mandataria. “Si ellos hacen este decreto para investigar todavía más en Estados Unidos, combatir el lavado de dinero en Estados Unidos y a los propios grupos delictivos que se mueven en Estados Unidos, está muy bien”, agregó.
Como parte de la colaboración entre ambos países, Sheinbaum también sacó pecho de la caída de los flujos migratorios en enero, con la cifra más baja de detenciones (61.465) desde mayo de 2020, según datos de la Patrulla Fronteriza estadounidense (CBP). Los cruces fronterizos cayeron en un 85% desde la llegada de Trump, el pasado 20 de enero, en comparación con el mismo mes del año pasado, según datos oficiales.
Sheinbaum reconoció que aún falta concretar algunos detalles para la visita de Omar García Harfuch, el zar mexicano de Seguridad, a Estados Unidos, con el objetivo de presentar los avances en el combate al crimen organizado y lograr que se mantenga la pausa en los aranceles. “Podemos trabajar juntos, hacer operaciones con ayuda de ellos y de nosotros en diferentes ámbitos, pero jamás las fuerzas mexicanas se van a subordinar a Estados Unidos”, recordó la presidenta.
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