‘Matilda’: el poder de los libros infantiles
Hoy es Sant Jordi y sería fabuloso que todas las familias que puedan lo aprovecharan para comprarles al menos un cuento o cómic a sus criaturas
Hoy es Sant Jordi y sería fabuloso que todas las familias que puedan lo aprovecharan para comprarles al menos un libro a sus criaturas. Pero un volumen de diversión, no una lectura obligatoria del cole, ni una que a los adultos les parezca interesante porque trata valores y temas sobre los que trabajar y debatir. El que los críos decidan por voluntad propia después de rebuscar un buen rato.
Muchas familias van justas, pero hablamos de libros de 10 euros de media y la biblioteca personal de cada niño es un tesoro a fomentar y cuidar. Será su entrada a mundos mágicos de aventuras, fantasía y escapismo, para los mejores momentos de su infancia y también para los más duros.
Dadle ese capricho y os lo agradecerá toda la vida.
A nosotros nos ha funcionado y nuestra hija es una lectora voraz.
Es fascinante la cantidad de padres que apuntan a sus hijos a extraescolares carísimas, para que aprendan inglés, para que se conviertan en futuros campeones deportivos o para que dominen instrumentos musicales que siempre queda bien en cenas con amigos, y, en cambio, siempre ponen excusas a la hora de comprarles libros. Y perdonad el paternalismo, pero es mucho más útil para la vida comprender lo que se lee y desarrollar así capacidad de comunicación oral y escrita que muchas otras materias.
Me horrorizan frases que he oído decenas de veces en librerías y firmas, como: “ya tienes otro libro, pídete este por Reyes” o “te compraré otro cuando te acabes el que aún estamos leyendo”. Eso mata cualquier impulso lector. Es decirle al crío: “tus ilusiones me importan menos que ahorrarme 10 euros”.
¿Qué el niño empezó un libro y no le gusta? Pues es señal de criterio. Y quizá fue algún adulto el que se lo encasquetó, aludiendo a las virtudes terapéuticas o temáticas, en vez de dejarle elegir.
No permitimos que los niños se administren la medicación, pero respecto a sus pasiones, escuchémosles siempre.
Si le entran ganas de leer, es vital tener material en casa, no aplazarlo a cuando se pueda ir a una biblioteca, si es que se acaba yendo. ¿O cuándo tu cuerpo te pide pizza, tu hijo te dice: “primero acabemos el tupper de verdura”?
Lo ideal sería elegir y comprar buena literatura escrita por autores nacionales que se dediquen al infantil y juvenil con pasión y profesionalidad. Pero incluso los encargos editoriales firmados por influencers y youtubers, que lo único que han escrito del libro era su nombre en el contrato, pueden ser para algunos niños la puerta de entrada a la ilusión lectora.
El valor de las cosas se demuestra invirtiendo en ellas tiempo y dinero. Si no os ven leer, si no os ven visitar librerías, si no ven libros en casa, si les negáis la biblioteca personal, ¿cómo les llegará la pasión lectora?
Así que por poco que podáis, regalad libros a los niños. Y aprovechad hoy que hay descuento.
Puedes seguir De mamas & de papas en Facebook, Twitter o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter quincenal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.