La importancia del cuidado de la piel en el embarazo
La sensibilidad, el tono, la elasticidad y la pigmentación de la dermis pueden variar en la gestación. El abordaje con las futuras madres debe estar orientado a hidratarla, calmarla y protegerla, evitando cualquier procedimiento invasivo

El embarazo es una etapa de grandes cambios físicos, hormonales y emocionales que afecta a diferentes órganos y sistemas del cuerpo, incluyendo la piel. Durante estos nueve meses, el organismo experimenta transformaciones que preparan al cuerpo para la llegada del bebé, pero que también pueden afectar a la apariencia y salud cutánea de la gestante. La sensibilidad, el tono, la elasticidad y la pigmentación de la piel pueden variar significativamente y, a veces, de forma impredecible. Por ello, es fundamental que se adopten cuidados específicos y seguros para mantener la piel sana, luminosa y protegida. La clave está en conocer las modificaciones naturales que se producen y en seguir métodos que no sean invasivos (o mínimamente invasivos) y un enfoque responsable en cualquier tratamiento estético o cosmético.
La cantidad de información que hay en internet y los diferentes perfiles de influencers en redes sociales dando consejos pueden dar lugar a cometer errores. “Es muy importante consultar siempre con un experto en medicina para resolver cualquier duda, por pequeña que sea”, aconseja Andrea Valladolid, médico estética experta en armonización facial.
En el embarazo, el cuerpo sufre una gran cantidad de cambios y casi todos ellos tienen como responsables a las hormonas. “Una de las preocupaciones más frecuentes que tengo en consulta con mis pacientes habituales es qué va a pasar con su piel”, prosigue Valladares, “y, aunque cada mujer es un mundo e incluso cada una puede experimentar distintos cambios en embarazos diferentes, en líneas generales siempre trato de explicarles cuáles son esos reajustes, especialmente en la piel del rostro”. Los cambios más comunes en la gestación, según la doctora, son una mayor sensibilidad y reactividad en la piel, que responde con más facilidad a irritantes, cambios de temperatura o ciertos cosméticos. También, según explica, “hay un aumento de la pigmentación; el melasma, también conocido paño del embarazo, es una de las manifestaciones más frecuentes, así como la sequedad y tirantez, cuyo resultado es la alteración en la función de la piel, y un clásico es el acné gestacional, debido a que aumenta la actividad sebácea y a cambios hormonales”.
Ante esta situación, Valladares aconseja que el abordaje médico-estético esté orientado a hidratar, calmar y proteger la piel, evitando cualquier procedimiento invasivo o que contenga principios activos potencialmente dañinos: “Un abordaje responsable no solo garantiza la seguridad materno-fetal, sino que también ayuda a la paciente a vivir esta etapa con una piel cuidada y saludable”. “Entre los tratamientos faciales recomendados estarían, por ejemplo, la limpieza facial médica suave; la hidratación facial mediante aloe vera o el uso de protección solar de amplio espectro SPF 50+: medida preventiva imprescindible para el melasma”, señala Valladares. Entre los que no se deben hacer, cita peelings químicos agresivos, entre otros.
Alimentación en el embarazo para una piel sana y luminosa

Carolina Picazo, bióloga y experta en nutrición hormonal, también explica que los cambios hormonales se reflejan en el estado de la piel muchísimo, provocando diferentes efectos en las mujeres; mientras que algunas disfrutan de “un brillo especial”, otras padecen sequedad, acné o manchas. La buena noticia es que, según afirma, una alimentación adecuada puede cambiar sustancialmente la diferencia haciendo doble función: por un lado, cuidando la salud del bebé y, por otro, ayudando a mantener la piel elástica, nutrida y radiante.
Pero lo primero es el agua. “Hay que beber entre 1,5 y 2 litros al día”, remarca Picazo, “si a la mujer le cuesta puede probar con agua aromatizada naturalmente con rodajas de frutas o infusiones aptas para el embarazo”. Como nutrientes que la piel “agradece”, la experta recomienda:
- Proteínas de calidad: son la base para producir colágeno y elastina, fibras que mantienen la piel firme y resistente. Incluye huevos, pescados bajos en mercurio como sardina o salmón, legumbres y carnes magras varias veces por semana.
- Grasas saludables: los omega-3 y omega-6 aportan elasticidad y reducen la inflamación, previniendo la sequedad. Se pueden encontrar en nueces, semillas de lino o chía, aguacate y aceite de oliva virgen extra. Además, favorecen el desarrollo cerebral del bebé.
- Vitaminas antioxidantes: la vitamina C, presente en cítricos, fresas y pimientos, estimula la producción de colágeno; la vitamina E, que se encuentra en frutos secos y en el aguacate, protege frente al daño oxidativo; y la vitamina A (betacarotenos en zanahorias, calabaza o espinacas) favorece la renovación celular, siempre en cantidades seguras durante el embarazo.
Además, en cuanto a minerales, Picazo aconseja el zinc, presente en legumbres y semillas de calabaza, porque ayuda en la cicatrización y previene el acné; y “hierro, porque es necesario para oxigenar bien la piel y los tejidos, en carnes magras y verduras de hoja verde”. La experta tampoco se olvida del selenio: “Tiene acción antioxidante y se encuentra en pescados y nueces de Brasil”. Por último, incide en que hay limitar los ultraprocesados, azúcares y fritos, “ya que pueden favorecer la inflamación, el acné y restar luminosidad a la piel”. “Siempre que sea posible, optar por comida fresca y natural”, remata.
Tres 'snacks' sencillos y saludables para cuidar la piel en el embarazo

La nutricionista Carolina Picazo propone tres recetas sencillas para tomar durante la gestación y cuidar la piel.
- Tostada de aguacate y semillas: rebanada de pan integral o de centeno, medio aguacate triturado con limón y una pizca de semillas de chía o sésamo. Aporta grasas saludables, vitamina E y fibra.
- Yogur natural sin azúcar, frutos rojos (fresas, moras, arándanos) y nueces troceadas. Combinación de proteínas, antioxidantes y omega-3, ideal para mantener la elasticidad y prevenir manchas.
- Palitos de zanahoria y hummus sin aditivos. Rico en betacarotenos y proteínas vegetales, favorece la renovación celular y mantiene la energía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.