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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Piel con piel: esencial tras el parto

Lo habitual en casi todos los hospitales es que se deje al bebé en el vientre materno durante al menos dos horas

Un mujer con su recién nacido.
Un mujer con su recién nacido.Getty

Llevo diez años dedicada a la maravillosa profesión de matrona. A lo largo de todo este tiempo, he sido testigo de cómo ha cambiado la forma de trabajar y uno de los aspectos que más ha evolucionado son las primeras horas de vida del bebé.

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Nunca olvidaré los primeros partos que presencié; sobre todo, el momento en el que ya no quedaba nada para el nacimiento y venía el servicio de neonatología para atender a los recién nacidos. Se encargaban de coger al bebé, muchas de las veces agarrándolo de una pierna quedando colocado hacia abajo ─se hacía para evitar que se aspirasen; es decir, que se tragasen sus secreciones y parte del líquido amniótico ─ y le colocaban con suerte en la cuna que había al lado de los padres. Si no disponían de esos medios, se lo llevaban a otra sala aparte separando al recién nacido de sus padres para realizar los primeros cuidados. Durante mucho tiempo, esta fue la práctica habitual, pero como espectadora no podía dejar de pensar en lo duro que debe de ser tras un esfuerzo tan inmenso, ver cómo se llevan a tu hijo sin poder darle apenas un beso. Y no hablemos ya de ese bebé, que cambia completamente de un mundo oscuro y recogido a otro totalmente diferente y se ve separado de su vínculo más importante: su madre.

Poco a poco, gracias a la evidencia aportada por diferentes organismos (UNICEF, OMS, AEP o AEM, entre otras), las maternidades fueron incorporando la idea del contacto piel con piel (CPP) o también llamado método canguro. Es una técnica bastante sencilla que consiste en colocar al recién nacido en contacto directo con la piel de la madre, y mientras más cuerpo tenga en contacto, mejor ─incluso en muchos sitios quitan el pañal para aumentar la superficie corporal─.

Creo que si tengo que elegir cuál es el momento en el que más disfruto durante un parto es justo ese, cuando por fin madre e hijo se encuentran por primera vez. Me encanta ver cómo ese nuevo bebé que está reposando sobre su madre va calmando su llanto e, incluso, en ocasiones, abre sus brazos como para darle un enorme abrazo a su madre con su diminuta talla. Pero hay otro momento mágico, que es cuando madre e hijo cruzan sus miradas. Y esto se origina en gran parte gracias a potenciar el contacto piel con piel desde el primer momento.

En la actualidad, lo habitual en casi todos los hospitales es que nada más nacer el bebé se deje en el vientre materno durante al menos dos horas. Y no es solo por lo bonito del momento, sino por los beneficios que aporta tanto a la madre como al neonato. Algunos de estos aspectos positivos son: regulación de la temperatura corporal, mejora de la respiración y ayuda a la regresión uterina, entre otros. Pero, sobre todo, es fundamental para facilitar el agarre espontáneo y la lactancia materna.

Y no son solo estos los cambios incorporados. Hay hospitales en los que se potencia el CPP incluso cuando se practica una cesárea dentro del quirófano, o cuando la madre no puede ponerse al bebé encima de su vientre se deja que el padre lo haga. Recuerdo que al principio de poner en marcha estas iniciativas muchos eran los sanitarios que veían con malos ojos que los padres hiciesen el piel con piel e, incluso, se escuchaban frases del tipo: ¨¡Con esa mata de pelo como va a hacer el piel con piel!¨. Sin embargo, ese momento me inspiró siempre mucha ternura. Ver cómo esos padres primerizos que tienen miedo de coger a sus bebés se dejan guiar para que sus hijos reposen sobre ellos: la emoción que transmiten, es un momento digno de inmortalizar.

Espero que se sigan invirtiendo esfuerzos para continuar avanzando en esta dirección porque mi experiencia y los estudios llevados a cabo dicen que tanto padres como bebés salen beneficiados.

Cecilia Ontiveros es matrona del Hospital Universitario La Paz y fundadora del Método Calvo Ontiveros.

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