10 trucos para entretener a los hijos en el coche: de crear juntos la ‘playlist’ al soborno
Como la tranquilidad al volante es vital, existen sencillos pasos y preparativos antes del viaje que evitarán la irritante pregunta “¿Cuánto falta?” y otras clásicas protestas
¿Te suena lo de “no importa el destino, sino el viaje”? Pues te acordarás de la frasecilla cuando te toque conducir muchas horas para irte de vacaciones con los niños. Aunque vayáis a pasar unos días o semanas de relax, desconexión o simple cambio de aires, los trayectos de ida y vuelta en coche con niños pequeños pueden ser bastante estresantes. Sí, problemas del primer mundo, pero cuando te pasa a ti, te molestan igual. El agobio dentro del coche varía dependiendo de la distancia a recorrer, de la edad de los hijos o de elementos externos que no se pueden controlar, como un atasco, una avería o una tormenta.
Pero aquí te expongo unos cuantos consejos que me han servido a mí, para ayudarte en tu travesía vacacional. El objetivo es reducir o acabar con las protestas clásicas de todos los niños a los que se les hace eterno el viaje, y permitir a los adultos un desplazamiento algo más tranquilo que de normal. Porque no es el fin del mundo que te protesten cuando te vas de vacaciones, pero la tranquilidad al volante es vital.
1. Agiliza todas las gestiones que puedas en días anteriores para que los niños pasen el menor tiempo posible dentro del coche
Por ejemplo, si el vehículo es tuyo y no tienes que alquilarlo el mismo día, carga el maletero la noche anterior (si no hay peligro de robo, claro) o llena antes del viaje el depósito, para no tener que perder los clásicos 20 minutos extra que esto supone.
2. Sal cuando los niños aún duerman
Es más práctico levantarse muy pronto y cargar a los niños medio dormidos hasta el coche, para que continúen durmiendo durante un buen rato de trayecto. Tampoco es cuestión de salir a las tres de la madrugada, pero si puedes tirar un par de horas con ellos dormitando detrás, te ahorras unas cuantas protestas.
3. Prepara una tablet o un móvil con capítulos descargados
En algunos hogares, la tele es la canguro predeterminada, y en otros, reina ese orgullo de “nosotros no le damos pantallas”. Independientemente de lo que hagas en tu vida diaria en casa, el coche es un ambiente nuevo donde las pantallas pueden ayudar un ratito. Con un móvil o tablet que no necesites para usar el GPS, descarga unos cuantos capítulos de sus series preferidas, de los que no te parezcan irritantes a ti, y engánchalo detrás de los asientos delanteros, a la altura de sus ojos.
4. Prepara con ellos la música del viaje
Si la música amansa a las fieras, no descartemos esta posibilidad para un viaje largo. Pero funciona mucho más si has seleccionado con ellos los discos a escuchar (de casa o de la biblioteca) o habéis preparado juntos la lista de reproducción. Así se lo toman como algo suyo y tendrán más ganas de escuchar las canciones.
5. Recurre a los audiolibros
Si el viaje es largo, hasta tu disco favorito se vuelve cansino cuando lo escuchas dos veces. Y tampoco te vas a poner a jugar seis horas al veo-veo. Así que los audiolibros llegan al rescate. En muchas plataformas y por suscripciones mensuales muy competitivas, encontrarás miles de audiolibros profesionales (con suficiente variedad infantil) que os acompañarán durante horas. Eso sí, estate atento a la salida que tengas que pillar, no sea que te pierdas en la narración y acabes en la otra punta del país.
6. Prepara un montón de juegos
Muñecos, cartas, puzles, cuadernos con pegatinas para enganchar… se acepta cualquier cosa que no necesite tu intervención ni pueda clavarse en un ojo si se llegara a frenar de golpe. Si llevas varios niños, el hermano mayor puede encargarse de dinamizar la ludoteca portátil a cambio de una propinilla.
7. Haced paradas para oxigenar
Atrás quedan esos años donde se podía hacer tiradas kilométricas sin parar, resistiendo con un simple bocata y meando cada cuatro horas como un camionero profesional. La DGT recomienda parar cada cierto tiempo para hidratarte y desentumecerte —aconseja no ponerse al volante cansado y detener el viaje como mínimo cada dos horas o cada 200 kilómetros en los trayectos largos—, pero la D.G.P. (Dirección General de Paternidad) recomienda también algunas paradillas cuando los niños se pongan intensos. Hacer un pipí, beber agua o jugar 10 minutos en un área de descanso les resetea el mal humor y te da un rato más de tregua.
8. Preparad juntos un dibujo del recorrido
De las preguntas más irritantes y clásicas en los viajes con niños son “¿Cuánto falta? ¿Hemos llegado ya?”. Llegará una edad en la que podrán entender el GPS desde el asiento de atrás y saber el tiempo que falta para el destino. Pero, mientras tanto, lo normal es que lo pregunten mucho, con cada vez más intensidad. Si se tratara de policías interrogando a un sospechoso, conseguirían que confesase. Para esquivar esta preguntita, funciona preparar con ellos en casa un dibujo del trayecto, desde el origen al final, y ponerle encima algo que represente el avance del coche. Cada cierto tiempo, movemos este avatar nuestro y ellos podrán comprender el tramo recorrido y lo que aún falta.
9. Que les distraiga el copiloto
Tú o tu pareja o un familiar o amigo que se apunte al viaje. Si el recorrido es largo, cualquiera es válido para ir detrás con los niños y jugar con ellos, darles agua y comida las incontables veces que lo pidan y, sobre todo, recoger constantemente del suelo juguetes, agua y comida, sin obligar al conductor a hacer gestos con el brazo que destruirían al mejor de los contorsionistas.
10. Usa el soborno
Todos los anuncios de alarmas y empresas de seguridad recomiendan invertir en tranquilidad. Pues según la edad que tengan tus hijos, la promesa de un helado o de cinco euros si no dan por saco durante el viaje ayudará a conducir tranquilo.
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