Rocío García-Viso, matrona: “No todos los hospitales acompañan nacimientos basándose en evidencia científica actualizada”

Lo de que “hay que comer por dos en el embarazo” o eso de que “la luna influye en el parto” son dos de los muchos mitos que giran en torno a la gestación. Los mitos, ya se sabe, pasan de generación en generación sin que se busque una explicación, perduran porque “siempre ha sido así”. Esto fue lo que le ocurrió a Rocío García-Viso (Madrid, 30 años), matrona que, como otras muchas compañeras sanitarias, no se planteaba muchas de las leyendas que giran en torno a la maternidad hasta que ella misma se puso a investigar para escribir su primer libro: El arte de crearte (Espasa, 2024). El texto surge tanto por la profesión de García-Viso como por su labor de divulgación en redes sociales. En estas plataformas elabora contenido claro, accesible y actualizado para madres y futuras madres, manteniendo siempre coherencia con la evidencia científica y el respeto a los procesos.

En su libro, García-Viso aborda los mitos más arraigados, desmitificándolos con base en evidencia científica. Explora temas como los antojos, los rechazos alimentarios, el aumento de peso o las pruebas que se realizan habitualmente durante el embarazo, destacando siempre la importancia de tomar decisiones informadas. La matrona recomienda la elaboración de un plan de parto y la búsqueda del lugar que mejor se adapte a las necesidades de la mujer en el acompañamiento del proceso para una experiencia positiva. Porque, aunque como nos recuerda la experta la atención al parto ha mejorado, “hay algunos lugares donde la evidencia científica va por detrás de la rutina profesional”.

PREGUNTA. A lo largo del libro va dando información sobre lo que va pasando mes a mes en el embarazo y desmonta algunos de los mitos que suelen darse en esta etapa. ¿De dónde vienen esas creencias?

RESPUESTA. Siempre digo que los mitos son como los refranes, que pasan de generación en generación con la base de la propia experiencia. Es curioso porque algunos de ellos están extendidos incluso entre los profesionales que nos dedicamos a esto. De hecho, yo misma no había investigado sobre si eran ciertos o no algunos de ellos hasta que escribí el libro.

P. Una de esas creencias son los antojos. ¿A qué se pueden deber estas preferencias por algunos alimentos?

R. Hay varias teorías sobre esto. Hace poco se publicó un estudio en la revista Nature Metabolism que decía que los cambios en el cerebro que se producen durante el embarazo también acentúan los famosos antojos por procesos relacionados con un neurotransmisor llamado dopamina, que nos invita a repetir comportamientos en busca de la sensación de placer. Esto explica que muchas mujeres durante el embarazo tengan especial predilección por alimentos más dulces o ricos en carbohidratos y grasas.

P. “No es recomendable comer por dos, pero sí el doble de consciente”, escribe.

R. Es muy típico escuchar esa falsa necesidad de comer “el doble” por estar embarazada, pero, en realidad, la cantidad de alimento debe ir de la mano de la saciedad. Lo que sí es importante, en general, pero especialmente en la gestación, es elegir comida variada y de alta densidad nutricional, que aporte salud. De ahí ese “doble de consciente”, para prestar más atención a lo que comemos, elegir los alimentos y cubrir las necesidades nutricionales, que serán un regalo también para el bebé que está creciendo dentro del útero.

P. Cuenta también que lo de coger un kilogramo por mes es una falsa creencia. ¿Cómo debe ser el peso a lo largo del embarazo?

R. La subida de peso durante el embarazo es fisiológica porque el bebé crece y lo hacen también la placenta, el líquido amniótico y los depósitos de grasa destinados a mantener cubiertas las necesidades del feto y preparar el cuerpo para la lactancia. A pesar de ser normal, la ganancia de peso no es igual en todas las mujeres ni es lineal a lo largo de la gestación de una mujer en concreto. Depende de muchos factores, como la situación de salud y corporalidad de la que parte la futura madre, los hábitos previos, los síntomas propios del embarazo, el estrés, el descanso, el ejercicio… Los profesionales sanitarios deberíamos de centrarnos más en la valoración integral de la situación de salud de la mujer embarazada y sus necesidades que en el peso como dato aislado.

P. A menudo se insiste en lo que una embarazada puede comer o no y los peligros que eso entraña. ¿Esto puede llegar a generar preocupación en la mujer?

R. Es verdad que, a veces, las recomendaciones o consejos pueden generar temores en las mujeres. Con frecuencia, acuden a consulta preocupadas después de haber consumido algún alimento que luego han leído que es mejor evitar durante el embarazo. En esos casos, suelo tranquilizarlas, ya que es poco probable que ese alimento, consumido de manera aislada, cause daño al bebé. Lo positivo de contar con esta información es poder evitarlo en el futuro. Por lo general, se aconseja consumir alimentos bien cocinados para prevenir enfermedades causadas por bacterias que se eliminan con el calor, como el toxoplasma o la listeria. En cuanto a las frutas y verduras, es importante dar prioridad al lavado adecuado antes de consumirlas.

P. ¿Recomienda la preparación de un plan de parto y ver antes el hospital en el que se va a parir?

P. Por supuesto. El plan de parto es una manera de comunicación con las personas que te acompañarán en el proceso para expresar las preferencias, deseos y prioridades desde la información recibida previamente. La elección del lugar de nacimiento me parece una prioridad a plantearse durante el embarazo. Como matrona soy consciente de que, por desgracia, no todos los hospitales acompañan nacimientos basándose en el mismo nivel de actualización de la evidencia científica y eso genera grandes desigualdades en el manejo y cuidado de las mujeres durante el parto. Esta es una de las razones por las que hacerse preguntas durante el embarazo y de cara al parto puede ser clave para tomar decisiones sobre esta experiencia tan importante de la vida.

P. ¿Cómo elaborar ese plan de parto?

R. Es recomendable hacerlo en el tercer trimestre y después de haber recibido información sobre el proceso. El Ministerio de Sanidad tiene en su web un modelo de plan de parto que se puede imprimir para cumplimentar y entregar a los profesionales que te van a acompañar. Puede ser muy buena opción cumplimentarlo junto con tu matrona de referencia.

P. ¿De qué diría que depende una mejor experiencia de parto de las mujeres?

R. De que te sientas segura, cuidada y confíes en las personas que te acompañan. Esto es fundamental para que las mujeres tengan la oportunidad de vivir una experiencia positiva y no es incompatible con la seguridad para la mamá ni para el bebé y la atención profesional a los imprevistos si surgieran. Yo suelo decir que dos mujeres con partos muy similares pueden percibir que han vivido experiencias completamente diferentes y esto depende, en gran medida, de las emociones que he nombrado.

P. ¿Qué impacto tiene la realización rutinaria de prácticas sin respaldo científico, como la episiotomía o la rotura artificial de bolsa, en la atención al parto?

R. Puede dar lugar a intervenciones innecesarias o perjudiciales para la madre y el bebé, incrementando el riesgo de complicaciones y afectando negativamente la experiencia de parto. En algunos lugares, la rutina profesional está por encima de la evidencia científica, lo que puede perpetuar prácticas obsoletas. Aunque aún queda mucho por hacer, quiero pensar que a través de la divulgación y la libertad de elección del centro de parto los lugares menos actualizados irán perdiendo demanda en favor de los que sí lo están.

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