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Kamala Harris busca en la convención demócrata el impulso definitivo para la batalla contra Trump

El cónclave televisado de cuatro días se inaugura este lunes en Chicago con un homenaje al legado de Joe Biden antes de centrar los focos en la vicepresidenta

Preparativos en el United Center, sede de la Convención Nacional Demócrata en Chicago, Illinois, EE.UU. El 18 de agosto de 2024.
Preparativos en el United Center, sede de la Convención Nacional Demócrata en Chicago, Illinois, EE.UU. El 18 de agosto de 2024.Brendan McDermid (REUTERS)
Macarena Vidal Liy

La convención demócrata que se inaugura este lunes en Chicago será un acontecimiento muy distinto del que se preparaba hace exactamente un mes. En lugar de la reunión en sordina que iba a certificar discretamente la candidatura del presidente Joe Biden para la reelección, el partido que ha dado la vuelta a sus perspectivas electorales se apresta ahora a una fiesta lo más jubilosa posible. Más de 50.000 simpatizantes, delegados, políticos, asesores, periodistas y celebridades se dan cita en la Ciudad de los Vientos para la coronación de la vicepresidenta Kamala Harris este jueves como la candidata oficial y la gran esperanza del partido para ganar las elecciones del 5 de noviembre. Aunque las protestas propalestinas convocadas para el cónclave pueden lanzar una sombra sobre las celebraciones.

“Estamos al borde de algo verdaderamente histórico: elegir a la primera mujer presidenta de Estados Unidos y demostrar al mundo lo que es posible cuando nos unimos como país”, proclamaba exultante la presidenta de la convención, Minyon Moore, en vísperas del cónclave político cuatrienal. Su declaración resumía el entusiasmo de un partido que, hasta la renuncia a la reelección de Biden el 21 de julio, se daba prácticamente por derrotado y que ahora ve cómo ha recuperado mucho del terreno perdido frente a los republicanos de Donald Trump, a menos de 80 días para la cita con las urnas.

Serán cuatro días de espectáculo político en el que las celebridades de Estado —Barack Obama, Hillary y Bill Clinton, Joe Biden— se codearán con los famosos de Hollywood, desde la actriz Julia Louis-Dreyfus, protagonista de la serie Veep, al cantante John Legend. Todo está ya preparado, hasta cierto punto. El relevo en la fórmula demócrata fue tan brusco que pilló a los planificadores de la convención desprevenidos. El programa del partido aún menciona a Biden como el candidato; la página oficial con los logos digitales descargables también conserva la imagen del presidente.

Desde los pabellones del United Center de Chicago y en unas sesiones que por primera vez se mostrarán íntegras en directo por Instagram o TikTok para atraer a un público joven, la fiesta demócrata tratará de mantener el impulso entre los votantes del que Harris y el partido han disfrutado en las últimas cuatro semanas y consolidarlo de cara a la recta final de la campaña. “Los demócratas se reunirán para avanzar en nuestro progreso, dejar claro lo que está en juego en estas elecciones y unirse en torno a nuestros valores compartidos de democracia y libertad”, señala la convención en su página web.

Kamala Harris, con Tim Walz detrás, el domingo en Pensilvania.
Kamala Harris, con Tim Walz detrás, el domingo en Pensilvania. Kevin Lamarque (REUTERS)

Parte de la misión será presentar de nuevo ante los votantes a Harris, todavía una gran desconocida para la mayor parte del público pese a ser la vicepresidenta. La candidata, que el viernes expuso un programa económico con medidas populares para las familias, se encuentra en plena misión de darse a conocer y convencer a los votantes. Ese domingo recorrió Pensilvania —un Estado clave en su estrategia de victoria— y el martes abandonará brevemente Chicago para otro acto de campaña en Wisconsin, otro Estado bisagra. Mientras tanto, otros oradores tratarán de perfilarla como la candidata del futuro, y al rival republicano, Donald Trump, como el emblema del pasado.

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Como es tradición, la candidata hablará en el cierre de la convención, el jueves, para darse un baño de multitudes y de aplausos televisados antes de que el evento concluya entre una lluvia de confeti y globos azules, blancos y rojos, los colores de la bandera estadounidense. En su discurso, tratará de conectar con los espectadores y expondrá cuáles serán sus prioridades si llega a instalarse en el Despacho Oval.

“Es especialmente importante, dado que es una candidata nueva, que tenga la oportunidad de contar con una plataforma para dirigirse directamente al pueblo estadounidense”, apuntaba la semana pasada en una charla la profesora asociada Andra Gillespie, de la Universidad Emory en Atlanta.

El cónclave demócrata se estrenará este lunes con una jornada en la que el presidente Biden, y su legado, ocuparán el estrellato, en una escenificación del cambio de guardia al frente del partido y de la candidatura.

En lo que se convertirá, a todas luces, en un homenaje y agradecimiento a un presidente que supo anteponer los intereses del partido a los suyos propios, Biden ofrecerá el discurso de cierre este lunes en una jornada que se celebra bajo el título “Para la gente” y que contará también con las intervenciones de la primera dama, Jill Biden, y la excandidata presidencial Hillary Clinton. Según han adelantado sus asesores, en su comparecencia, el presidente planea exponer los motivos por los que cree que Harris debe reemplazarle para derrotar a Trump, al que durante toda su campaña había definido como una amenaza contra el sistema democrático.

Una simpatizante de Kamala Harris  asiste a los preparativos de la Convención Nacional Demócrata,en Chicago, el domingo.
Una simpatizante de Kamala Harris asiste a los preparativos de la Convención Nacional Demócrata,en Chicago, el domingo.Eduardo Muñoz (REUTERS)

Biden también aprovechará para hacer alarde de su historial de logros en la Casa Blanca, desde donde ha conseguido situar el índice de desempleo en niveles históricamente bajos y aprobar, entre otras iniciativas, la mayor ley de infraestructuras en décadas. Tras ello, cederá el testigo a Harris y al número dos de la vicepresidenta, el gobernador de Minnesota, Tim Walz, y no participará en el resto de eventos de la convención.

El martes los oradores estrella serán Obama y el segundo caballero, Douglas Emhoff. El miércoles serán Bill Clinton, la presidenta emérita de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el propio Walz. La lista de intervenciones no se cerró hasta el último momento, después de que el súbito cambio de fortuna en el partido desatara el interés por participar en la convención.

Imagen de unidad

Tradicionalmente, uno de los actos claves de la reunión sería la votación a viva voz de los delegados —acuden 5.000, entre titulares y sustitutos— para el nombramiento oficial de Harris como candidata. Esa votación ya se celebró, por videoconferencia, y la vicepresidenta quedó certificada el día 7 para evitar problemas burocráticos en Ohio, donde las leyes locales cerraban el plazo de inscripción en las papeletas a comienzos de este mes. El Comité Nacional Demócrata ha indicado que se celebrará una votación “ceremonial”, para que Harris y Walz puedan disfrutar de ese momento de gloria.

Zona de asientos para delegados en el United Center, sede de la Convención Nacional Demócrata en Chicago, el domingo.
Zona de asientos para delegados en el United Center, sede de la Convención Nacional Demócrata en Chicago, el domingo.Vincent Alban (REUTERS)

Pese a la imagen de unidad que el partido quiere proyectar en la convención, no todo es armonía. Una treintena de los delegados son “no declarados”, sin obligación de votar en favor de Harris, elegidos en las primarias de varios Estados en un voto de protesta contra la posición proisraelí de la Administración Biden en la guerra en Gaza.

Una coalición de hasta 150 grupos ha convocado en los días de la convención protestas contra la guerra y para exigir un embargo de armas a Israel. Los organizadores consideran que miles de personas podrían participar en las marchas: Chicago forma parte del condado de Cook, donde reside la mayor comunidad palestina de Estados Unidos. “Estamos en una posición única para presionar a los demócratas antes de la convención para que el salvar vidas palestinas sea una prioridad electoral”, afirma el Movimiento de los No Declarados a través de las redes sociales, en las que sostiene que están “coordinando acciones en todo el país y organizando a los delegados no comprometidos dentro de la Convención”.

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Sobre la firma

Macarena Vidal Liy
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Previamente, trabajó en la corresponsalía del periódico en Asia, en la delegación de EFE en Pekín, cubriendo la Casa Blanca y en el Reino Unido. Siguió como enviada especial conflictos en Bosnia-Herzegovina y Oriente Medio. Licenciada en Ciencias de la Información por la Universidad Complutense de Madrid.
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