Donald Trump y Kamala Harris debatirán finalmente cara a cara el 10 de septiembre en televisión
El candidato republicano propone celebrar tres careos televisados distintos el mes próximo. La cadena ABC confirma que los dos aspirantes han aceptado el encuentro
Los candidatos a la presidencia de EE UU, la demócrata Kamala Harris y el republicano Donald Trump, debatirán en televisión al menos una vez: el 10 de septiembre, en lo que promete ser un acontecimiento que puede marcar el curso de la campaña electoral hacia los comicios del próximo noviembre. A menos de noventa días para la cita en las urnas, ambos candidatos están empatados, según los sondeos. A estas alturas, cualquier evento que pueda inclinar al reducido grupo de votantes indecisos de un lado u otro puede tener una importancia fundamental.
Una semana después de asegurar que solo debatiría con su rival electoral el 4 de septiembre en la cadena conservadora Fox News, Trump anunciaba este jueves un cambio de opinión. En una rueda de prensa en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, ha propuesto una serie de tres debates en septiembre con Harris. Casi de modo simultáneo, la cadena ABC ha anunciado que los dos candidatos han aceptado un debate organizado por esta compañía el 10 de septiembre. La vicepresidenta, en un mensaje en su cuenta en X, la antigua Twitter, ha comentado: “oigo que Donald Trump finalmente se ha comprometido a debatir conmigo el día 10. Tengo muchas ganas de que llegue ese momento”.
Además del programa en Fox el 4 de septiembre, el republicano ha sugerido un segundo debate el día 10 en ABC, y un tercero en la cadena NBC el día 25. Según Trump, las fechas y las emisoras ya están pactados con los ejecutivos de las compañías televisivas, pero la campaña demócrata aún tenía que dar su visto bueno.
La propuesta de Trump llega cuando las encuestas apuntan a que Harris ha recortado la distancia que Trump había logrado de ventaja frente al republicano; algunas indican que la demócrata se encuentra ligeramente por delante. Un sondeo que publica este jueves la agencia Reuters, y elaborado por Ipsos, otorga a la vicepresidenta una ventaja de cinco puntos porcentuales, una de las mayores en esta carrera electoral y por encima del margen de error, del 3%: Harris obtiene un 42% de la intención de voto, frente al 37% de su contrincante. El tercer aspirante en discordia, Robert F Kennedy, cae del 10 al 6%. Hace dos semanas, la misma consulta daba a la exfiscal general una ventaja de tres puntos porcentuales, un 37% frente a un 34%.
Las dos campañas habían pactado el debate del 10 de septiembre ya en mayo, cuando el presidente Joe Biden era aún el candidato demócrata. Aquel pacto incluía también el duelo del 20 de junio en la cadena CNN. El acontecimiento televisado acabó teniendo dimensiones históricas: la intervención de Biden —cansado, confuso y que perdió el hilo de sus argumentos con frecuencia—, fue tan catastrófica que acabó forzando su renuncia a la reelección un mes después, en favor de Harris.
La semana pasada, Trump había declarado “finiquitado” el debate del día 10, en un comentario en su red social, Truth, en el que aseguraba que consideraba nulo el acuerdo de hace tres meses porque Biden ya no era el candidato. También alegaba que tenía pendiente una demanda por difamación contra la cadena ABC, a la que considera inclinada a favor de los demócratas. Proponía, en cambio, celebrar un careo en Fox News, con público en vivo.
Hasta el momento no está claro si llegarán a celebrarse los tres debates o solo el del día 10. Tampoco bajo qué condiciones. Las pactadas en mayo estipulaban que no debía haber público presente en los estudios; los candidatos tendrían sus micrófonos silenciados mientras no tuvieran el turno de palabra, para evitar interrupciones mutuas.
La declaración de entonces del expresidente motivó un enfrentamiento entre las dos campañas. La de Harris aseguraba que la vicepresidenta participaría en el debate ya acordado en ABC y acusaba a su rival de acobardarse ante la perspectiva de enfrentarse a una antigua fiscal general, bregada en presentar sus argumentos ante un público para convencerlo. Trump, por su parte, acusaba también a su rival de tener miedo de vérselas con él en Fox, y sostenía que si el careo no se celebraba en esa cadena no se vería con Harris “en absoluto” en el resto de la carrera electoral.
El republicano había convocado su rueda de prensa este jueves por sorpresa en sus redes sociales. Era la primera vez que comparecía en público desde que Harris anunció el martes al gobernador de Minnesota, Tim Walz, como su candidato a vicepresidente.
Visiblemente molesto, el candidato republicano negó que su rival demócrata haya recortado distancias en las encuestas, después de meses en los que Trump figuró por delante. Los sondeos apuntan ahora a un empate técnico entre ambos y los analistas consideran la carrera completamente igualada. “Estamos ganando”, insistió el expresidente, que presumió de contar con una gran intención de voto entre todos los segmentos de población, excepto entre “las mujeres negras”.
La rueda de prensa también se celebraba después de que Harris y su nuevo número dos celebrasen una serie de mítines de presentación en tres Estados, con los aforos completamente llenos. La campaña demócrata asegura que en cada caso la asistencia ha sido superior a las 10.000 personas, y que el más reciente hasta el momento, en un aeródromo de Detroit, ha sido el más numeroso, con una participación de 15.000 personas. Este jueves, tras cancelar actos en Carolina del Norte y Georgia por el mal tiempo, participaban en un evento para agradecer el apoyo de la central sindical UAW en Míchigan, antes de cerrar su gira en Arizona este viernes y Nevada el sábado.
Preguntado al respecto, un Trump indignado —desde su llegada a la Casa Blanca en 2017 las cifras de participación en sus actos ha sido una de sus grandes obsesiones— presumía de contar con “los mayores números de asistencia de la historia”: “68.000 personas fueron a mi mitin en Alabama”, afirmó. También aseguró que su mítin del 6 de enero de 2021 atrajo a más personas que la marcha de Martin Luther King por los derechos civiles en Washington en 1963.
“La prensa dice que los demócratas han recuperado el entusiasmo. No, no. El entusiasmo está conmigo y con los republicanos”, repitió en varias ocasiones.
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