Siete de cada 10 europeos creen que su país acoge a demasiados inmigrantes
Más del 60% sostienen que la UE debería reforzar su apoyo a Ucrania, temen una guerra inminente con Rusia y se inclinan por un alto el fuego con Moscú, según una encuesta en los 27 Estados miembros
Los europeos miran cada vez con más recelo la migración. Siete de cada 10 europeos creen que su país acoge a demasiados inmigrantes, según una encuesta elaborada por BVA Xsight para ARTE Europa Semanal, un proyecto liderado por la cadena franco-alemana ARTE GEIE y del que forma parte EL PAÍS, en el marco de la cuenta atrás hacia las elecciones europeas. El 85% de los encuestados se muestran partidarios de emprender más acciones para combatir la inmigración irregular. Y solo el 39% cree que Europa necesita hoy el aporte de los migrantes.
Donde más personas consideran la inmigración un problema es en Bulgaria (74% de los entrevistados), República Checa (73%), Hungría y Chipre (68%, en ambos casos). De forma paradójica, en Italia, el país de Europa donde entraron el año pasado el mayor número de inmigrantes de forma clandestina (157.652), lo destaca un 44% y solo el 14% lo ve como el principal problema. Y en Grecia y España, que son el segundo y tercer país que más entradas irregulares registraron en 2023, respectivamente, solo el 11% de los encuestados lo consideran su primera preocupación, por debajo del 17% de la media europea. No obstante, Grecia es el país donde más gente cree que hay un exceso de extranjeros, con un 90%.
Estas son algunas de las conclusiones que arroja un sondeo —cuya versión íntegra se puede consultar en este enlace— realizado telemáticamente entre el 27 de marzo y el 9 de abril en los 27 Estados miembros. Han sido entrevistadas 22.726 personas mayores de 15 años, con una muestra representativa de cada país. Además de El PAÍS, han colaborado en la encuesta los medios Gazeta Wyborcza, Internazionale, Ir, Kathimerini, Le Soir y Telex.
Más allá de los datos sobre migración, la sanidad se sitúa como la mayor inquietud de los europeos (41%), seguida de la guerra de Ucrania (38%). El tercer puesto se lo disputan con el mismo porcentaje (24%) el medio ambiente y la inflación. Después, cada país presenta su singularidad en el orden de las prioridades. Francia es el país donde más alarma la inflación (al 40% de los encuestados les preocupa); en Polonia se centran en la seguridad (28%); en Irlanda es la vivienda (43%); en Hungría, el cuestionamiento de la democracia (22%). Y España es el país de la UE más preocupado por el desempleo (29%, más del doble que la media europea).
Este retrato continental sale a la luz un mes antes de que más de 400 millones de personas pertenecientes a los 27 países de la Unión Europea sean convocadas para votar en las elecciones al Parlamento Europeo, que se celebrarán entre el 6 y el 9 de junio. Los electores elegirán a 705 eurodiputados en una Cámara cuya composición será clave para decantar cuestiones como el empuje o frenazo a una política de defensa propia, o el impulso de las medidas para la transición verde y contra el cambio climático, amenazadas por la ultraderecha, a la que los sondeos auguran una clara subida electoral. El 70% de los entrevistados declara su interés por estos comicios, que en España se celebrarán el 9 de junio.
En el aspecto económico, el 73% de los encuestados se siente optimista sobre su futuro personal, si bien el 57% cree que la situación económica en la UE y en su propio país (63%) han empeorado.
Solo un tercio de los encuestados considera que las decisiones de la UE tienen un impacto positivo en sus vidas. Y solo hay un país, Portugal, donde la mayoría —aunque sea por un 51%— ha destacado la influencia positiva de la UE en sus vidas. A Portugal le siguen España, Luxemburgo, Malta y Rumania, todos ellos con un 43% de respuestas positivas. En el polo opuesto, Francia y República Checa (21% en ambos casos), es donde menos gente cree que la UE afecte de forma favorable a sus vidas, seguidos de Hungría (24%) y Países Bajos (26%).
En el conjunto de la población, solo el 9% admite sentirse más europeo que de su nacionalidad. En varios de los Estados que se incorporaron a la UE de forma más reciente es donde los ciudadanos reconocen que, a la hora de votar, priorizan sus necesidades nacionales sobre las europeas: Rumania (82%), Bulgaria (81%), Grecia y Letonia (79%, en ambos casos). Sin embargo, a la mayoría de los países les gustaría ver reforzada la política común europea, especialmente en defensa (72%) y en inmigración (70%).
Los encuestadores creen que el sondeo arroja el retrato de una Europa dividida entre quienes se preocupan más por el “fin del mundo” —la seguridad y la guerra entre Rusia y Ucrania—, y quienes se centran más en las cuestiones de “fin de mes”. En el primer grupo estarían Estonia, Finlandia y Polonia, más cerca de las fronteras rusas. Y en el segundo, más pendientes de la pérdida de poder adquisitivo, se encuentran Francia, Bélgica, España, Portugal.
La guerra que comenzó con la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia el 24 de febrero de 2022 pudo haber servido para reforzar el sentimiento de pertenencia a la UE. Pero no fue así. Solo el 14% de los ciudadanos dicen sentirse más europeos que antes de la invasión de Ucrania. Y el 15% de los encuestados se consideran menos europeos desde el comienzo del conflicto.
Miedo a una guerra inminente
El 62% de los europeos teme a una guerra inminente con Rusia, un miedo que se siente con mayor presencia en los países geográficamente más cercanos al país invasor, como Polonia, los Estados bálticos, Finlandia y Rumania. Solo el 30% piensa que Europa tiene suficientes recursos militares para responder a un posible ataque. Aunque el 61% cree que la UE debería reforzar su apoyo a Ucrania, una mayoría semejante (63%) opina que debería negociarse un alto el fuego.
El 63% de los europeos está a favor de la entrada de Ucrania en la UE. Sin embargo, los países más favorables a una negociación con Vladímir Putin (Hungría, República Checa, Austria, Bulgaria) son también los más reacios a la entrada de los ucranios en el club comunitario.
El cambio climático, importante para el 82%
El medio ambiente ocupa, junto con la pérdida del poder adquisitivo, el tercer puesto en las preocupaciones de los europeos. El año pasado fue el más cálido registrado en el conjunto de la Tierra desde que arrancaron los registros en el siglo XIX. Los europeos se sienten concernidos. Un 82% asume que el cambio climático es un problema importante. Y para el 43% luchar contra el calentamiento es una prioridad, sobre todo en el sur de Europa —Malta, Italia, Portugal, Chipre y España—, donde más se padecen las sequías y las olas de calor. El 67% señala que ha cambiado su comportamiento durante el año pasado, pero solo el 13% lo ha hecho profundamente.
Las medidas que más adhesión generan para combatir el cambio climático son las que deciden los gobiernos y el Parlamento Europeo, como la reducción de pesticidas (60%) o la inversión masiva en transporte público (57%). Sin embargo, las decisiones que implican cambios en el comportamiento individual, como aumentar los impuestos para reducir el uso del vehículo personal, se aceptan en solo el 21% de los casos.
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