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Alemania relanza la alianza con Israel tras las tensiones por Gaza

En su primera visita, el canciller Merz subraya el compromiso alemán con el Estado judío, aunque evita devolverle a Netanyahu la invitación a Berlín

Marc Bassets

Friedrich Merz, en su primera visita a Israel como canciller alemán, ha intentado relanzar este fin de semana la alianza entre ambos países después de que la guerra en Gaza provocase uno de los periodos de mayor tensión bilateral.

“Alemania responderá siempre por la existencia y la seguridad de Israel”, ha prometido este domingo el canciller, por si había dudas, en una rueda de prensa con el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén. Al mismo tiempo, alertó en contra de posibles anexiones israelíes en Cisjordania y defendió, en contra del criterio de su anfitrión, la existencia de un futuro Estado palestino.

En respuesta a una pregunta de la prensa, Merz evitó invitar a Alemania a Netanyahu, sobre quien pesa una orden de arresto del Tribunal Penal Internacional (TPI) por presuntos crímenes de guerra y contra la humanidad. Tras ser elegido canciller, se había mostrado dispuesto a esta posibilidad. Ya no. “No hemos hablado de ello”, ha dicho. Netanyahu ha replicado cargando contra lo que ha calificado de “ridículas acusaciones”, y ha expresado que le “encantaría” visitar Alemania y que esto “probablemente ocurra antes de lo que se piensa”.

Merz ha necesitado ocho meses desde su investidura —un periodo más largo que el que se tomaron sus antecesores— antes de viajar a este país con el que la República Federal mantiene una relación única. Una de las antecesoras de Merz, la también democristiana Angela Merkel, dijo en 2008 que la seguridad y la existencia de Israel son, para Alemania, una “razón de Estado”. Ha sido la doctrina oficial, reflejo de la obligación singular que Alemania siente para el estado fundado después del Holocausto, el asesinato de millones de judíos europeos, organizado y perpetrado por alemanes.

La tardanza de Merz en visitar Israel se explica en parte por la guerra en Gaza. Los alemanes siempre fueron más cautos que la mayoría de sus socios europeos en las críticas a Netanyahu. Han frenado los intentos europeos para imponer sanciones y han evitado en todo momento usar conceptos como “genocidio”.

Pero en mayo, las matanzas de civiles palestinos colocaron al Gobierno alemán en lo que el canciller describió en Jerusalén como un “dilema”. Y le llevaron a denunciar que el Gobierno israelí estaba “sobrepasando los límites”. En agosto, el Gobierno alemán suspendió el suministro al Ejército israelí de armas que pudieran usarse en Gaza, una medida que suscitó airadas críticas en Israel y en la propia Alemania.

Tras el alto del fuego en octubre, ha llegado la hora, para Merz, de reparar la relación. Primero, decretó fin la suspensión del suministro de armas. Después, la visita, en la que ha querido enviar el mensaje de que nada ha cambiado en el compromiso con Israel. Lo expresó con emoción en el mensaje que dejó escrito en el memorial de Yad Vashem: “Me inclino ante los seis millones de hombres, mujeres y niños de toda Europa que fueron asesinados por los alemanes por ser judíos. Mantendremos vivo el recuerdo del crimen terrible de la shoá que los alemanes cometieron contra el pueblo judío”.

En la rueda de prensa, Merz y Netanyahu han coincidido en el objetivo de “desarmar a Hamás”, pero han discrepado en otros puntos. El canciller alemán cree, al contrario que buena parte de sus socios europeos, que el reconocimiento del Estado palestino debe llegar al final de las negociaciones, no ahora. El primer ministro israelí piensa que ni ahora ni nunca. “Tenemos puntos de vista distintos”, ha admitido. “No crearemos un Estado dedicado a nuestra destrucción”.

Alemania sigue siendo el primer aliado occidental de Israel, con Estados Unidos. Si Gaza ha cambiado algo, está por ver, pero en la visita se evidenciaron las secuelas los últimos meses. Merz reconoció los “dilemas” alemanes ante esta guerra, algo que quizá no habrían dicho sus antecesores. Y, como observa el Frankfurter Allgemeine Zeitung, hay una expresión cargada de simbolismo, y que define esta alianza, que evitó pronunciar en Jerusalén: razón de Estado.

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Sobre la firma

Marc Bassets
Es corresponsal de EL PAÍS en Berlín y antes lo fue en París y Washington. Se incorporó a este diario en 2014 después de haber trabajado para 'La Vanguardia' en Bruselas, Berlín, Nueva York y Washington. Es autor del libro 'Otoño americano' (editorial Elba, 2017).
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