Sánchez y Merz presionan juntos a Netanyahu pero discrepan sobre el “genocidio” en Gaza
El canciller deja clara su oposición al catalán en Europa y fía la solución a la IA

Contra pronóstico, Pedro Sánchez y Friedrich Merz, alejados ideológicamente y sobre todo por la historia de ambos países, que les hace tener un acercamiento muy diferente al conflicto árabe israelí —sobre Alemania pesa la memoria de su pasado nazi— han acercado bastante sus posiciones durante una comparecencia conjunta en La Moncloa. Ambos han presionado juntos a Benjamín Netanyahu, el primer ministro israelí, para que detenga ya la invasión terrestre de Gaza. Lo han hecho con tonos diferentes, y dejando claras dos discrepancias de fondo: España habla de genocidio y Alemania no quiere hacerlo, y Madrid ha reconocido a Palestina como Estado y Berlín cree que no ha llegado aún el momento, aunque también defiende la solución de los dos Estados.
Sánchez y Merz, dos figuras claves del poder europeo, han mostrado sintonía política en su primer encuentro e incluso se han comprometido a mantener un hilo directo para resolver discusiones europeas y poner de acuerdo a socialdemócratas y democristianos —ambos lideran los dos países más importantes de las dos corrientes ideológicas— y aislar así de las grandes decisiones a la ultraderecha.
Sánchez ha medido mucho las palabras al estar junto al líder de Alemania, tal vez el país europeo más cercano a Israel, aunque Merz ha sido muy crítico con Netanyahu. Los dos han apelado a la historia de ambos países, Merz por el pasado nazi y Sánchez por el sufrimiento del terrorismo en España. “El pueblo de España es un pueblo amigo del pueblo de Israel”, ha arrancado el español. “Yo tuve la ocasión de estar en Jerusalén, condené los atentados de Hamás, hemos exigido la liberación de todos los rehenes. Pero también como un país que ha sufrido el terrorismo, antes de ETA y también el mayor atentado yihadista en suelo europeo [por el 11-M] sabemos cómo vencer al terrorismo. Y no se le vence haciendo un ataque indiscriminado sobre la población civil. El resultado va a ser una Israel más aislada, más insegura. Es importante decirle a Netanyahu que su estrategia está profundamente equivocada, está agravando la situación para el conjunto de la región”, ha insistido, para defender después el calificativo de genocidio, que Merz rechaza. “Ha habido distintas informaciones de comisiones de la ONU que califican la situación en Gaza como genocidio. El 82% de los españoles lo califican así. Lo decisivo es que el Gobierno de España y Alemania estamos unidos en los objetivos. Tendremos discrepancias en los caminos, pero el objetivo es la coexistencia pacífica en la región, que cese la violencia”, ha rematado.
Merz también ha sido muy directo contra Netanyahu. “Tenemos una gran preocupación por la situación humanitaria y la invasión terrestre en Gaza. Tememos que haya en Cisjordania pasos hacia la anexión. Vemos el grandísimo sufrimiento de la población civil en Gaza, compartimos la opinión de que esto no es proporcional a los objetivos que pretende alcanzar el Gobierno israelí. Esta guerra concluiría si Hamás liberara a los rehenes y dejara las armas, pero no compartimos la opinión del Gobierno de Israel de que de esta manera puede acabar con Hamás”, ha explicado el alemán. “No compartimos la descripción de genocidio, pero juntos [con España] intentamos instar al gobierno israelí. Hace cinco semanas decidí que no habrá armas alemanas para este conflicto, la evolución de los últimos días me confirma que era la mejor decisión. Pero deber ser posible critica al Gobierno israelí, pero no incitar al odio contra los judíos, en eso estamos de acuerdo”, ha rematado Merz.
El canciller ha echado un jarro de agua fría sobre las expectativas de aprobar la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en Europa. Alemania es uno de los que más se resiste. “Le he trasladado al canciller nuestro interés, pero esto exige unanimidad en la UE. Llevamos 40 años esperando este momento”, ha dicho Sánchez. “Hemos hablado de las lenguas, conozco la posición española”, ha contestado Merz para luego alejar esa posibilidad. “He estado en el Parlamento Europeo. Sé cuán complicado es el servicio de idiomas, cada lengua amplia el problema. A medio plazo se podrá resolver gracias a la inteligencia artificial, ya no necesitaremos intérpretes. Entiendo bien el interés del Gobierno español sobre los desafíos lingüísticos, sé que son idiomas que no se entienden entre sí [Merz ha recordado que de pequeño veraneaba con sus padres en Cullera], pero sobre cómo resolverlo... lo tendremos que ver”, ha rematado.
Merz, aliado político de Alberto Núñez Feijóo, ha querido sin embargo acercarse al presidente español y ha asegurado que ambos se han comprometido a mantener un contacto permanente para pactar cuestiones europeas como líderes de las dos corrientes más importantes, que con los liberales gobiernan la UE y dejan así fuera a la ultraderecha. Cuando se le ha preguntado sobre cómo frenar a la ultraderecha, ambos han hablado de esos pactos entre los socialistas europeos y el PPE. “Hemos hablado de que en el Parlamento Europeo hay tres fuerzas que articulamos una mayoría muy positiva para Europa”, ha dicho Sánchez. “La jefa de los socialdemócratas europeos es una española y el de los cristianodemócratas, un alemán. Vamos a reforzar esa colaboración. Con los liberales tenemos la mayoría. Me gustaría que siga siendo activa. Si hay problemas nos vamos a hablar para intentar resolver estas divergencias”, ha rematado Merz.
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