Un tribunal militar condena a Joseph Kabila, expresidente de Congo, a la pena de muerte
El dirigente, juzgado en rebeldía, fue acusado de traición y crímenes de guerra por su respaldo al grupo rebelde M23, apoyado por Ruanda


El expresidente de la República Democrática del Congo Joseph Kabila, que gobernó el país entre 2001 y 2019, ha sido condenado a muerte este martes por un tribunal militar de Kinshasa, capital del país. El exjefe de Estado fue juzgado en rebeldía y hallado culpable de los delitos de traición, crímenes de guerra, violación, torturas, organización de movimiento insurreccional, conspiración y apoyo al terrorismo, entre otros. El tribunal ha considerado probada su colaboración con el grupo rebelde M23, que, con el apoyo del ejército ruandés, desde el pasado mes de enero se ha hecho con el control de un amplio territorio en el noreste del país que incluye las ciudades de Goma y Bukavu. Kabila ha negado dichas acusaciones.
El alto tribunal militar que ha juzgado a Kabila durante los últimos meses ha emitido también una orden de detención inmediata contra el expresidente, a quien se considera uno de los iniciadores de la Alianza del Río Congo, el brazo político del M23. El veredicto, previsto en un inicio para el pasado 12 de septiembre, se había retrasado a la espera de la aportación de nuevas pruebas. Finalmente, la sentencia fue promulgada este martes tras cuatro horas de deliberación.
El pasado mes de mayo, Kabila reapareció en el país, poniendo fin así a dos años de exilio. Sin embargo, su vuelta se produjo en la ciudad de Goma, ciudad bajo control del M23, en un gesto de desafío a las autoridades congolesas. “He venido para poner fin a la tiranía”, aseguró el pasado 26 de mayo a través de las redes sociales, en referencia a su sucesor y rival político, Félix Tshisekedi, actual presidente del país. Días antes, el Senado había levantado su inmunidad para que pudiera ser juzgado por un tribunal militar.
Enfrentamiento político
En 2019 y tras 18 años en el poder, Kabila no se presentó a las elecciones presidenciales y cedió el cargo a Tshisekedi, vencedor en las urnas. Ambos habían alcanzado un acuerdo para que este pudiera gobernar, porque la formación de Kabila, el Partido del Pueblo para la Reconstrucción y la Democracia (PPRD), seguía manteniendo el control sobre la Asamblea Nacional.
Sin embargo, Tshisekedi se fue poco a poco ganando el favor de los diputados y en 2020 la alianza entre ambos líderes saltó por los aires. Aunque el expresidente ha seguido ejerciendo una enorme influencia en su país gracias a los enormes apoyos que cosechó en casi dos décadas en el poder, en 2023 decidió marchar al exilio en Sudáfrica ante un posible proceso judicial en su contra, pese a contar con la inmunidad que le otorgaba su cargo de senador vitalicio.
Dicho proceso se inició a principios de año tras el avance del grupo rebelde M23 en el noreste del Congo con el apoyo del Ejército ruandés, una guerra que amenaza con desestabilizar a toda la región. El pasado 30 de abril, el tribunal militar aseguró tener numerosas pruebas del apoyo de Kabila a los insurgentes y solicitó al Senado que levantara su inmunidad, lo cual fue posible gracias al control de la Cámara Alta por parte del Gobierno.
En ese momento, Kabila rompió su largo silencio y dio un discurso a través de YouTube en el cual negó las acusaciones en su contra y acusó a Tshisekedi de tener “una ebriedad de poder sin límites”. Asimismo, presentó un plan de 12 puntos que incluía derrocar al actual Gobierno.
El conflicto en el noreste del Congo ha durado más de 30 años y hunde sus raíces en el genocidio de Ruanda. Sin embargo, se reactivó el pasado mes de enero con la ocupación de las ciudades de Goma y Bukavu por parte del grupo rebelde congolés M23, que cuenta con el apoyo del Ejército ruandés.
Las conversaciones celebradas en paralelo en Qatar y Estados Unidos, en las que han participado tanto Congo como Ruanda y el propio M23, han conducido a la firma de varias declaraciones de intenciones e incluso un acuerdo de paz a finales de junio que incluía un alto el fuego. Sin embargo, sobre el terreno dicho acuerdo no es más que papel mojado porque continúan los enfrentamientos y masacres y en algunas zonas se han intensificado.
Joseph Kabila es hijo del también expresidente Laurent-Désiré Kabila, a quien sucedió en 2001 como presidente del país tras su muerte. Ratificado por la comunidad internacional como presidente de transición, en 2006 obtuvo la victoria en las urnas y fue reelegido en 2011. Su mandato tendría que haber concluido en 2016, pero el propio Kabila alegó problemas con el censo para retrasar los comicios hasta 2019, cuando finalmente abandonó el poder.
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