El servicio postal público de Dinamarca dejará de entregar cartas a partir de 2026

La empresa de correos de Dinamarca, PostNord, ha anunciado este jueves su decisión de dejar de entregar cartas para enfocarse en el servicio de paquetería. La última carta será repartida el 30 de diciembre, y con ella, la compañía pondrá fin a una misión que el Estado ha prestado por cerca de cuatro siglos. La disminución del 90% del volumen de la correspondencia entregada ―de más de 1.400 millones de cartas en 2000 a poco menos de 200 millones en 2024― sumado al incremento de la demanda de transporte de paquetes comprados en línea por los daneses, han sido las razones expuestas por la estatal para poner fin a este servicio. Las cartas, previsiblemente, se seguirán repartiendo, pero a partir de 2026 lo haría una empresa privada.

Gabriel García Márquez decía que el cementerio de las cartas se parece al cementerio de los hombres. En Dinamarca, primero irán a descansar los 1.500 buzones de correo rojos que adornan las calles del país, y que la empresa empezará a retirar desde junio. El 18 de diciembre se venderán los últimos sellos y, hasta entonces, los daneses podrán entregar cartas básicas (cartas, cartas comerciales, correo directo y correo de revistas). El 29 de diciembre será el último día para enviar cartas rápidas, las certificadas y las que tienen acuse de recibo. Al día siguiente, las cartas que sellarán el fin del servicio postal serán entregadas a sus destinatarios.

PostNord asumió en 1995 la entrega de las cartas que desde 1624 había efectuado la también estatal Postvaesenet, creada por el rey Christian IV. La correspondencia se repartía entonces en bolsas de correo sobre caballos, que en 1781 se reemplazaron por carruajes y en 1844 por los ferrocarriles, que llevaban las cartas de una oficina de correo a otra. Los primeros buzones fueron instalados por la empresa en 1851.

El ministro de Transporte danés, Thomas Danielsen, aseguró que el servicio de entrega de cartas continuará a lo largo de 2025, en declaraciones recogidas por la BBC. PostNord ha afirmado que alguna empresa privada asumirá previsiblemente las entregas, así como el envío internacional del correo. “Corresponderá al Ministerio de Transporte decidir, por ejemplo, mediante licitación, quién se encargará de esta tarea en el futuro”, indicó la empresa estatal en el comunicado.Trabajadores consultados por la BBC expresaron su temor a que se pierdan cerca de 1.500 empleos.

El diputado de la Alianza Roji-Verde Pelle Dragsted, en la oposición al Gobierno de la socialdemócrata Mette Frederiksen, ha subrayado que el fin del servicio postal afecta principalmente a las personas que viven en zonas periféricas: “Mis mejores deseos para los muchos empleados talentosos que ahora están pagando el precio de la ideología privatizadora de los políticos”, lamentó en su cuenta de X. La BBC remarca también que la decisión afectará a las personas mayores, y calcula que 271.000 personas siguen dependiendo del correo físico.

Las cartas se resisten, sin embargo, al olvido. PostNord ha asegurado que continuará prestando el servicio de correspondencia en Suecia. El último rezago de la centenaria labor en Dinamarca será el reembolso que la compañía ofrecerá a quienes hubieran comprado sellos y no alcance a usarlos este año. Podrán recuperar su dinero en 2026, aunque por un tiempo limitado.