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Starmer se ofrece a enviar tropas del Reino Unido para formar una fuerza de paz en Ucrania

La propuesta del primer ministro británico marcará la discusión de la reunión de urgencia convocada en París por Emmanuel Macron. Starmer se reunirá con Trump en Washington a finales de mes. Londres busca ejercer de puente entre Estados Unidos y la UE

El primer ministro británico, Keir Starmer, salía del número 10 de Downing Street para acudir al Parlamento, el pasado miércoles en Londres.Foto: Frank Augstein (AP/LAPRESSE) | Vídeo: EPV
Rafa de Miguel

El Reino Unido quiere tener una voz prevalente en la respuesta europea a Donald Trump. Keir Starmer ha expresado a primera hora de este lunes su compromiso a enviar tropas británicas a Ucrania para formar una fuerza que garantice la paz en ese país, y se convierte así en el primer jefe de Gobierno en hacer ese ofrecimiento. Su propuesta servirá para marcar las líneas generales de la reunión de urgencia convocada para esta tarde por el presidente francés, Emmanuel Macron, con la que busca dar una respuesta europea conjunta a la actual crisis.

Starmer tuvo claro desde el principio de su mandato, hace ya más de medio año, que cualquier acercamiento a la UE, después del agrio divorcio del Brexit, debería realizarse a través de la cooperación en materia de seguridad y defensa. La crisis en torno a Ucrania desatada por Trump, al aislar a los europeos en sus negociaciones con Vladímir Putin, ha ofrecido además al primer ministro británico la posibilidad de hacer valer su papel de puente entre Washington y Bruselas. “Nos enfrentamos a un momento generacional respecto a la seguridad colectiva de nuestro continente. Ya no se trata solo del futuro de Ucrania. Es una cuestión existencial que afecta a toda Europa”, ha escrito Starmer este lunes en el diario Daily Telegraph, en las horas previas a su viaje a París.

Starmer se compromete a seguir destinando una ayuda de 3.600 millones de euros anuales a Ucrania hasta 2030, y se muestra dispuesto a contribuir a la seguridad de este país. “[Lo haremos] colocando sobre el terreno nuestras propias tropas, si es necesario”, ha escrito el primer ministro británico.

“No digo esto de un modo ligero. Siento la profunda responsabilidad que conlleva poner en riesgo potencialmente a los hombres y mujeres del Ejército británico. Pero cualquier papel, a la hora de garantizar la seguridad de Ucrania, ayuda a garantizar la seguridad de nuestro continente y de nuestro país”, ha afirmado el primer ministro.

“Europa y Estados Unidos deben seguir trabajando juntos, y creo que el Reino Unido puede desempeñar un papel único en ayudar a que esto suceda, del mismo modo que en el pasado pusimos en marcha y presidimos el Grupo de Contratos de Defensa para Ucrania”, asegura Starmer.

Ya hay una visita planeada a Washington para finales de febrero, en la que Trump recibirá al primer ministro británico. Aunque el presidente estadounidense y su equipo también han tenido duras palabras para el Gobierno del Reino Unido —ya fuera con amenazas de aranceles o reproches a su supuesta falta de libertad interna—, Trump ha dado señales de que le resultará más fácil entenderse con los británicos. Ha elogiado personalmente a Starmer y ha mantenido con él un par de conversaciones telefónicas de buen tono.

“Las naciones europeas deben estar a la altura de este momento, y lo estarán. Pero el apoyo de Estados Unidos sigue siendo fundamental, y las garantías de seguridad de Estados Unidos son fundamentales para que haya una paz duradera [en Ucrania], porque solo Estados Unidos puede impedir que Putin ataque de nuevo”, advierte Starmer. “Me reuniré con el presidente Trump en los próximos días y trabajaré con él y con nuestros socios del G-7 para asegurar el acuerdo [de paz] fuerte que necesitamos”, anuncia.

Mano suave con las dos orillas

Starmer se ha resistido desde el primer minuto en que Trump ha agitado el tablero geopolítico en tener que elegir entre Washington o Bruselas. A diferencia de primeros ministros británicos anteriores, como Boris Johnson o Liz Truss, que fueron incapaces de mantener un necesario equilibrio diplomático, el primer ministro laborista ha demostrado la paciencia y buenas formas necesarias para resistir las provocaciones y buscar vías de entendimiento. La UE tiene también ganas de que Londres, con su capacidad militar de primer orden, forme parte de una nueva era en la construcción de la defensa europea.

“Me dirijo a París con un claro mensaje para nuestros amigos europeos. Debemos demostrar que nos tomamos en serio nuestra propia defensa y que afrontamos nuestra responsabilidad. Llevamos mucho tiempo discutiendo sobre esto, y el presidente Trump tiene razón en exigir que nos pongamos en ello”, asegura Starmer.

Además de este intento de negociación a dos bandas, el dirigente británico debe enfrentarse en casa a sus propias tensiones internas. Starmer ha dejado claro este fin de semana que la decisión de elevar hasta el 2,5% el presupuesto de Defensa le corresponde a él en exclusiva. La ministra de Economía, Rachel Reeves, que se enfrenta a una situación económica compleja, había intentado limitar la subida hasta el 2,3%.

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Sobre la firma

Rafa de Miguel
Es el corresponsal de EL PAÍS para el Reino Unido e Irlanda. Fue el primer corresponsal de CNN+ en EE UU, donde cubrió el 11-S. Ha dirigido los Servicios Informativos de la SER, fue redactor Jefe de España y Director Adjunto de EL PAÍS. Licenciado en Derecho y Máster en Periodismo por la Escuela de EL PAÍS/UNAM.
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