Starmer y Macron arremeten contra Elon Musk por apoyar la desinformación y las ideas reaccionarias
El primer ministro británico acusa al propietario de X de “extender mentiras y desinformación” sobre los abusos sexuales a menores mientras que el presidente francés dice que el magnate lidera “una nueva internacional de reaccionarios”
Keir Starmer se ha lanzado a una batalla despiadada con la pretensión de no mancharse las manos. El primer ministro británico ha decidido finalmente responder este lunes a los continuos ataques que ha recibido durante los últimos días por parte de Elon Musk por el escándalo de los abusos sexuales a menores en el Reino Unido ocurrido hace más de una década. Starmer ha evitado acusar directamente al multimillonario, consciente del importante papel que va a desempeñar en la inminente Administración estadounidense de Donald Trump, pero lo ha colocado, junto al Partido Conservador, entre los que “extienden mentiras y desinformación” en las redes y “amplifican el discurso de la extrema derecha”.
Unas horas después, Emmanuel Macron ha acusado a Musk de “apoyar una nueva internacional de reaccionarios” y de injerencia en las elecciones de otros países, como Alemania, según informa la agencia Efe. “Debemos conseguir una agenda de defensa de la democracia”, ha declarado el presidente de Francia. Macron alertó de la “incertidumbre” que vive un mundo cada vez más en “desorden”, marcado por el retorno de las pulsiones imperiales y el cuestionamiento de la información y del saber. “Hace 10 años ¿si nos hubieran dicho que el propietario de una de las mayores redes sociales del mundo apoyaría una nueva internacional reaccionaria e intervendría directamente en elecciones, incluida Alemania, quién se lo habría imaginado?”, declaró durante su discurso ante la conferencia anual de embajadores franceses.
Esta “nueva internacional de reaccionarios” representa, según Macron, a “grandes intereses financieros privados”, y se aprovecha de que las democracias liberales no han sido “suficientemente eficaces” en la protección de la clase media. “Debemos conseguir una agenda de defensa de la democracia”, reclamó el líder francés, que también advirtió de que las grandes empresas tecnológicas, a la vez que ofrecen nuevas posibilidades, también están haciendo que los Estados se sientan amenazados por su creciente poder.
El primer ministro británico quería que su primer discurso del año se centrara en la tan necesaria reforma de un Servicio Nacional de Salud al borde del colapso, y su equipo tenía programado un acto público este lunes en un centro médico de la localidad de Epsom. Pero en las horas previas a la intervención, Downing Street ya había anticipado a los medios que Starmer respondería a Musk —sin entrar en un enfrentamiento directo— y defendería su historial al frente del Servicio de la Fiscalía de la Corona.
“Disfruto como el que más de los debates, por duros que sean, en política, pero deben basarse en los hechos y en la verdad, no en mentiras, no en las reglas de aquellos tan desesperados por reclamar atención que están dispuestos a degradarse a sí mismos y a su país”, ha acusado el primer ministro británico.
El magnate tecnológico ha rescatado un escándalo que conmocionó a la sociedad británica hace más de una década, y que todavía arrastra entre la población infinitud de sospechas y teorías de la conspiración. Las llamadas grooming gangs (algo así como mafias de pederastas), organizaciones criminales que explotaban y abusaban sexualmente de menores, extendieron el terror por varias regiones y localidades británicas ante la negligencia y falta de respuesta de la policía y de las autoridades políticas.
Un informe independiente, elaborado en 2014 por Alexis Jay, una académica y extrabajadora social que hoy preside la comisión independiente de investigación de los abusos sexuales a menores, reveló que “aproximadamente 1.400 niños fueron explotados sexualmente de 1997 a 2013″ en la ciudad de Rotherham. Los responsables de la trama eran hombres británicos de origen paquistaní. A lo largo de los años, nuevas investigaciones independientes revelaron una trama de abusos a menores por parte de bandas organizadas por regiones y localidades de toda Inglaterra, como Cornualles, Derbyshire, Rochdale o Bristol.
Consciente, en cualquier caso, de que los hechos son un arma débil frente a los ataques masivos en las redes sociales, Starmer ha querido responder a Musk sin hacer del multimillonario el protagonista de la disputa. Para el primer ministro, una línea roja se ha cruzado desde el momento en que el Partido Conservador, al que ha acusado de ignorar durante 14 años las recomendaciones del informe de la profesora Jay, “se ha subido al carro de la extrema derecha”.
“Todos aquellos que extienden mentiras y desinformación tan ampliamente como pueden [una parte del discurso en el que el líder laborista incluía, sin citarlo, a Musk] no están interesados en las víctimas. Solo están interesados en ellos mismos”, ha acusado Starmer.
La lentitud con que respondieron las autoridades, por burocracia, por miedo a despertar tensión racial o a ser acusados de islamófobos, o por escaso interés en los problemas de comunidades minoritarias marginales, desató todo tipo de teorías, incluida la acusación de que toda la trama había sido tapada para preservar una supuesta visión positiva del multiculturalismo del Reino Unido. Durante parte de esos años, Starmer estuvo al frente del Servicio de la Fiscalía de la Corona (similar a la Fiscalía General de España).
Starmer was complicit in the RAPE OF BRITAIN when he was head of Crown Prosecution for 6 years.
— Elon Musk (@elonmusk) January 3, 2025
Starmer must go and he must face charges for his complicity in the worst mass crime in the history of Britain.
“Starmer fue cómplice de la violación del Reino Unido [sic] cuando encabezó el Servicio de la Fiscalía de la Corona durante seis años”, ha escrito Musk en la red social X. “Starmer debe dimitir y hacer frente a la acusación por su complicidad en el peor crimen en masa cometido en la historia de Gran Bretaña”, añadió.
Starmer ha elegido defender su historial al frente de la Fiscalía para intentar responder a las acusaciones de Musk. “Los abusos sexuales a menores suponen algo absolutamente nauseabundo. Durante muchos años las víctimas fueron abandonadas, basándose en una idea perversa respecto a la relación entre comunidades y a un empeño en defender a las instituciones antes que a las personas”, ha empezado por admitir el político laborista. Respaldaba las acusaciones vertidas en su día por algunos trabajadores sociales, que señalaron el temor de sus superiores a alimentar la tensión racial con el asunto.
Pero el primer ministro ha querido recordar su empeño en sacar adelante muchas de las investigaciones judiciales atascadas, así como el giro que dio al modo en que la Fiscalía abordaba estos escándalos. “Por eso reabrí casos que ya estaban cerrados, e impulsé la primera investigación judicial contra una banda de origen asiático [en referencia a su origen paquistaní] en Rochdale”, ha defendido. “Cambié las cosas, porque quise desafiar todos los mitos y estereotipos que evitaban que las víctimas fueran escuchadas (...). Cuando abandoné el cargo, habíamos establecido un récord en el número de casos investigados y procesados por abuso sexual a menores”, ha añadido.
Musk ha defendido en sus mensajes en X que el encarcelamiento de Tommy Robinson, cuyo nombre verdadero es Stephen Christopher Yaxley-Lennon, y que durante los últimos años ha estado al frente de la organización ultraderechista Liga de Defensa Inglesa, es un golpe contra la libertad de expresión y ha exigido su liberación. “Aquellos que defienden a Tommy Robinson no están interesados en la justicia. Apoyan a un hombre que acabó en prisión por obstruir una investigación sobre bandas de abusadores sexuales. Son personas que buscan algún tipo de satisfacción a través de la violencia callejera que promueve Robinson”, ha respondido este lunes Starmer.
Free Tommy Robinson!@TRobinsonNewEra
— Elon Musk (@elonmusk) January 2, 2025
El magnate, empeñado en una vendetta personal contra Starmer desde hace casi medio año, se ha preguntado públicamente y de modo retórico en las últimas horas si “Estados Unidos debe liberar al pueblo del Reino Unido de su Gobierno tirano”, y ha pedido al rey Carlos III que disuelva el Parlamento para convocar nuevas elecciones.
A la ministra para la Salvaguarda de Menores y contra la Violencia a Mujeres y Niñas, Jess Phillips, que lleva años dedicada a combatir este tipo de agresiones, Musk la ha llamado “apologista del genocidio de las violaciones”, por el mero hecho de sugerir a las autoridades municipales de Oldham, que reclamaron una investigación a escala nacional de los abusos sexuales a menores, que era más eficaz el mecanismo empleado por localidades como Rotherham o Telford, que lanzaron su propia investigación oficial. “Cuando el veneno de la extrema derecha conduce a que se realicen graves amenazas contra Jess Phillips u otros, interpreto que se ha cruzado una raya”, ha dicho Starmer.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.