El ministro de Exteriores ruso visitará la UE por primera vez desde el inicio de la invasión de Ucrania
Malta no aplicará las sanciones a Lavrov, que viajará a la isla en diciembre para la cumbre de la OSCE. El jefe de la diplomacia recibe en Moscú a su homóloga norcoreana, que promete apoyar al Kremlin en su “guerra sagrada”
El ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov, estará presente en la cumbre de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) de Malta del 5 y 6 de diciembre. El país anfitrión no aplicará al jefe de la diplomacia rusa las sanciones que le impuso la Unión Europea y Lavrov visitará la Unión por primera vez desde que Moscú desatara la guerra sobre Ucrania en febrero de 2022. El viaje oficial del ministro ruso podría apuntar a un posible acercamiento diplomático entre Occidente, Moscú y Kiev. Eso sí, a la espera de las decisivas elecciones presidenciales de Estados Unidos del próximo 5 de noviembre, que marcarán la futura política exterior de Washington, y con la entrada de Corea del Norte en la guerra de fondo. El ministro de Exteriores ruso ha recibido este viernes en Moscú a su homóloga norcoreana.
La Unión Europea incluyó a Lavrov en su lista de sanciones individuales nada más comenzar la invasión de Ucrania. Formar parte de esta lista negra, en la que también está presente el presidente Vladímir Putin, implica la congelación de todos sus bienes dentro del bloque y “la prohibición para entrar o transitar por el territorio de la Unión Europea por tierra, aire o mar”. Sin embargo, los países miembros harán una excepción después de casi tres años de guerra.
La portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova, ha confirmado la visita al diario Vedomosti y ha remarcado que “el país anfitrión de este evento debe brindar la oportunidad de trabajar a todos los países miembros [de la OSCE]”. La embajada de Malta en Moscú ha señalado por su parte que la invitación “se aplica a todos los miembros, incluida la Federación de Rusia”.
Lavrov pisó por última vez un país de la UE en diciembre de 2021. El diplomático acudió aquel año a la reunión de la OSCE que albergó Estocolmo. Sin embargo, un año después, en 2022, y con la guerra ya en curso, Polonia no le permitió acudir al encuentro celebrado en Lodz. El ministro de Exteriores ruso volvería a participar en otra cumbre de la OSCE en 2023. Lavrov estuvo presente en la reunión organizada en Macedonia del Norte [país miembro de la OTAN, pero no de la UE] gracias a que su avión recibió permiso de Grecia para cruzar su espacio aéreo. “Hay excepciones para cualquier sanción”, excusó entonces el portavoz de Exteriores comunitario, Peter Stano.
La OSCE es una de las pocas plataformas europeas que no ha abandonado el Kremlin todavía, aunque vetó la presencia de sus observadores en las elecciones presidenciales rusas de marzo, donde Putin se atribuyó un apoyo masivo entre acusaciones de fraude. Entre sus principales objetivos están “la prevención de conflictos” en suelo europeo y “el pleno respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales”. Asimismo, Lavrov también ha recibido garantías de Estados Unidos para encabezar la delegación rusa en los debates generales que la ONU celebra cada año en su sede en Nueva York.
Soldados de Corea del Norte, en Ucrania
El anuncio del viaje de Lavrov a Malta se produce mientras miles de soldados norcoreanos entran del lado ruso en la guerra de Ucrania. El ministro de Exteriores ruso ha recibido a la jefa de la diplomacia norcoreana, Choe Son-hui.
“Desde el comienzo de la operación militar especial [la invasión de Ucrania], el respetado camarada presidente, Kim Jong-un, ordenó que no mirásemos atrás y apoyásemos siempre y poderosamente al ejército y al pueblo ruso en su guerra sagrada”, ha declarado Choe a Lavrov al mismo tiempo que ha apuntado a un enemigo común, EE UU, para justificar que la tensión en la península coreana se siga agravando.
Pese a los tambores de guerra, Lavrov ha manifestado que su alianza “refuerza la seguridad” en Europa y Asia, y ha reconocido que se han incrementado los contactos entre los servicios militares y de inteligencia de Rusia y Corea del Norte.
La próxima aparición de Lavrov en la OSCE se enmarca, no obstante, en una serie de señales que apuntan a cierta disposición a recuperar los contactos con Occidente. Rusos y ucranios han reimpulsado sus intercambios de prisioneros y el diario estadounidense Financial Times publicó esta semana que Kiev y Moscú han vuelto a sentarse en la mesa, con la mediación de Qatar, para no atacarse mutuamente sus infraestructuras energéticas a las puertas del invierno. No obstante, el portavoz de Putin, Dmitri Peskov, aseguró que esta información “no tiene nada que ver con la realidad”. Estas negociaciones fueron interrumpidas tras la ofensiva ucrania sobre la región rusa de Kursk del pasado agosto.
Los puentes no están totalmente rotos pese a la retórica pública de las partes del conflicto. Lavrov ha concedido una entrevista este viernes en la que criticó a Turquía por ofrecerse como mediador al mismo tiempo que ayuda a Ucrania. “Lamentablemente, Ankara sigue cooperando con el régimen de Kiev en el ámbito técnico-militar. Las Fuerzas Armadas de Ucrania utilizan armas turcas para matar a militares y civiles rusos”, ha declarado el ministro de Exteriores ruso.
Pese a estas críticas, el ministro de Energía turco, Alparslan Bayraktar, ha anunciado este viernes que su empresa gasista Botas y la rusa Gazprom construirán un enorme centro logístico de gas en Ankara en 2025, con la bendición de los líderes de los dos países, Vladímir Putin y Recep Tayyip Erdogan. El gas ruso cruzará Turquía para alimentar las fábricas y hogares europeos.
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