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Rusia y Corea del Norte se alían para luchar contra lo que consideran noticias falsas

Putin y Kim Jong-un, dos líderes que no permiten la prensa libre en sus países, acuerdan “contrarrestar la información falaz y las provocaciones informativas”

Corea del Norte
El líder norcoreano, Kim Jong-Un, recibió este miércoles a Vladímir Putin con una gran ceremonia que incluyó miles del asistentes con banderas de Rusia y retratos de su presidenteVLADIMIR SMIRNOV / SPUTNIK / KRE (EFE)

El principal canal de propaganda del dictador Kim Jong-un, la Agencia Telegráfica Central de Corea (ATCC), ha filtrado los detalles del acuerdo arrancado por el líder supremo norcoreano al presidente ruso, Vladímir Putin, en su búsqueda de munición para la invasión de Ucrania. Pyongyang y Moscú se comprometen a apoyarse mutuamente en una hipotética guerra —la de Ucrania no es oficialmente un conflicto bélico para el Kremlin— y llevarán su colaboración a niveles inéditos, incluida la coordinación en los mensajes dictados a sus medios de comunicación. “[El contenido del acuerdo] Solo mantiene una posición exclusivamente defensiva”, ha enfatizado el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.

“Los países activarán la colaboración en la esfera de los medios de comunicación para contrarrestar la información falaz y las provocaciones informativas”, recoge el artículo 20 del pacto firmado por Putin y Kim, dos mandatarios que no permiten ningún tipo de prensa libre dentro de su territorio y que son implacables contra las críticas. La ley rusa “contra la desacreditación de las acciones de las fuerzas armadas de Rusia” ha llevado a los tribunales a miles de ciudadanos desde 2022.

La principal clave del pacto se encuentra en el artículo 4. “Si una de las partes se encuentra en estado de guerra debido a un ataque armado de uno o más Estados, la otra parte le proporcionará inmediatamente asistencia militar con todos los medios a su alcance de conformidad con el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas y las leyes de Corea del Norte y Rusia”, contiene ese apartado.


La invasión de Ucrania es denominada hasta ahora por el Kremlin como una “operación militar especial” pese a que los muertos se cuentan por centenares de miles y las operaciones de la ofensiva, iniciada en febrero de 2022, hace mucho que dejaron de ser calificadas como “acciones quirúrgicas”. Por su parte, las dos Coreas firmaron un armisticio en 1953, pero no sellaron la paz. El programa nuclear de Kim Jong-un, nieto del dictador norcoreano que firmó el alto el fuego, ha provocado la escalada en la región y su aislamiento por la ONU desde hace dos décadas —y cuyas sanciones respaldó Rusia en su momento—.

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“Bienvenida al mundo multipolar”

Medios oficiales rusos como Russia Today y Sputnik han eludido en sus noticias cualquier explicación sobre las sanciones de la ONU contra la dictadura norcoreana —y que bendijeron Rusia y China en su momento— para conformar un nuevo relato en el que Pyongyang ha sido víctima “del dictado” de Estados Unidos. “Corea del Norte, apartada durante décadas, es bienvenida al mundo multipolar” y “La visita de Putin a Corea del Norte desafía directamente la influencia regional de Estados Unidos”, eran algunos de los titulares con los que la propaganda rusa resumía el encuentro.

El Kremlin ha encarcelado al menos a 97 periodistas desde 2019, según Reporteros Sin Fronteras (RSF), por acusaciones con penas de entre dos y 22 años de prisión, y ha logrado cerrar todos los medios independientes que aún quedaban, algunos de ellos, como Meduza, declarados “organizaciones indeseables”, lo que supone la cárcel por mantener cualquier relación con ellos. Por su parte, la propuesta contra las fake news llama la atención también en Corea del Norte, un país hermético, sin ningún tipo de libertades, donde todo ―incluida la prensa—, queda bajo el control férreo del Gobierno y donde los ciudadanos no tienen acceso a información sin filtros de lo que ocurre en el exterior. Sus servicios de prensa estatales aún suenan con el aire pretérito y combativo de la Guerra Fría.

En Corea del Norte, la prensa es en esencia indistinguible de la propaganda. El país se encuentra en el puesto 177 de 180 del índice de libertad de prensa que elabora anualmente RSF. Solo queda por delante de Afganistán, Siria y Eritrea.

“La República Democrática Popular de Corea, uno de los regímenes más autoritarios, controla férreamente la información y prohíbe el periodismo independiente”, dice el informe de este año. El régimen ha permitido la adopción generalizada de teléfonos móviles, pero ha desarrollado medidas técnicas que le permiten controlar completamente las comunicaciones dentro de la intranet del país. “Los norcoreanos aún pueden ser enviados a un campo de concentración por mirar un medio de comunicación en línea con sede fuera del país”, agrega la ONG.

La agencia oficial de noticias norcoreana, el órgano de propaganda del régimen de Kim Jong-un, recogía así la recepción de Putin el miércoles en la plaza de Kim Il-sung, en el centro de la capital: “Los ciudadanos agitaron con entusiasmo las banderas nacionales de los dos países y ramos de flores, corearon consignas de bienvenida con cálidos sentimientos sobre el parentesco militante entre la República Popular de Corea [nombre oficial de Corea del Norte] y Rusia que abren con audacia el nuevo horizonte de las relaciones amistosas y cooperativas mediante el pleno apoyo mutuo y el aliento desinteresado a la causa [...] Al final de la ceremonia, un gran número de globos se elevaron hacia el cielo entre vítores, decorando bellamente el brillante cielo de junio [...] Las masas vitorearon con entusiasmo, admirando a los máximos dirigentes que han cimentado con mayor firmeza los duraderos y genuinos lazos de amistad [...] y los han conducido con confianza por el camino del desarrollo integral y estratégico que exige la nueva era”.

Aprovechando la visita, y la firma de un tratado que el líder norcoreano ha elevado a nivel de “alianza”, la prensa controlada por Pyongyang ha lanzado soflamas contra Occidente y coreado —e incluso amplificado— el manual de Putin para justificar la invasión y ocupación de Ucrania. “La situación actual demuestra que las operaciones militares especiales de Rusia no son solo una guerra sagrada para defender su seguridad y dignidad contra las fuerzas neonazis ucranias y las fuerzas hegemónicas imperialistas lideradas por Estados Unidos, sino también una parte del curso histórico para preservar la estabilidad regional y la justicia internacional, y establecer un nuevo orden internacional justo y pacífico”, aseguraba el miércoles una noticia de la citada agencia ATCC, conocida por sus siglas en inglés KCNA.

Según el acuerdo, los medios rusos y norcoreanos lucharán juntos contra la desinformación, pese a haber sido esta un arma en escenarios como guerra híbrida con Ucrania, Europa, Estados Unidos y África. Está por verse si la prensa rusa aceptará la versión oficial norcoreana sobre el origen del padre de Kim Jong-un, el proclamado “dirigente eterno de Corea del Norte” Kim Jong-il. Según su propaganda, nació en un lugar simbólico para el régimen, el monte Paektu, bajo un doble arcoíris y la aparición de una nueva estrella en el firmamento.

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