Kiev asegura haber frustrado un atentado ruso contra Zelenski con colaboradores ucranios
La Fiscalía General detiene a dos coroneles acusados de trabajar para el enemigo con el fin de eliminar al presidente y a otros altos cargos
La Fiscalía General de Ucrania ha acusado a dos coroneles de colaborar con Rusia para asesinar al presidente, Volodímir Zelenski. Los Servicios de Seguridad de Ucrania (SSU) han informado este martes de que estos dos militares ucranios del departamento de protección de altos cargos fueron detenidos por participar en la organización de futuros atentados contra Zelenski, contra el jefe del SSU, Vasil Maliuk, y contra Kirilo Budanov, jefe de los Servicios de Inteligencia del Ministerio de Defensa (GUR).
La infiltración rusa en las altas esferas políticas y militares ucranias no es una novedad, pero hasta ahora no se había descubierto un operativo del enemigo de estas dimensiones, incluido el magnicidio contra Zelenski. Los dos coroneles, que servían en el servicio de protección de personalidades políticas y judiciales, tenían como misión facilitar información sobre los movimientos y sobre el entorno del presidente, de Budanov y de Maliuk. El SSU ha asegurado que la muerte de Budanov debía producirse antes de la Pascua ortodoxa, que finalizó el pasado domingo. “Los atentados debían ser un regalo para Vladímir Putin antes de su toma de posesión”, afirmó Maliuk. El presidente ruso ha sido investido este martes.
El SSU asegura que el plan de los Servicios de Seguridad de Rusia (FSB), el antiguo KGB, para liquidar a Zelenski era encontrar a militares del entorno del presidente dispuestos a secuestrarlo y ejecutarlo. Para asesinar a Budanov, la información que la Fiscalía dice tener indica que un agente ruso transmitiría al FSB las coordenadas donde deberían bombardear con misiles. Una vez producido el ataque, este agente aseguraría la muerte del jefe del GUR y de su cúpula con drones bomba, explosivos y lanzacohetes. Según los servicios de inteligencia ucranios, uno de los dos coroneles detenidos aportó este armamento.
El SSU ha aportado mensajes de texto y audio de los detenidos que demostrarían que los dos coroneles acusados iniciaron su relación con la agencia de espionaje rusa en Moscú poco antes del inicio de la invasión, en febrero de 2022.
Esta primavera se han producido varias noticias sobre detenciones vinculadas a supuestos atentados rusos contra dirigentes políticos y militares ucranios en Kiev. Las autoridades polacas y ucranias informaron el pasado abril de la detención de un ciudadano polaco que espiaba para Rusia en la ciudad de Rzeszów, donde se encuentra el aeropuerto polaco desde el que Zelenski inicia sus viajes al exterior. Los Servicios de Seguridad de Ucrania aseguraron el pasado marzo que habían arrestado a dos hombres contratados por Moscú que planeaban atentar contra el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas Ucranias.
Budanov ya fue objetivo el pasado noviembre de un intento de asesinato mediante el uso de veneno en el servicio de cocina de la sede del GUR en Kiev. Su esposa y oficiales del Servicio de Inteligencia tuvieron que ser hospitalizados.
La presencia de colaboradores ucranios en la sociedad y en los cuerpos de seguridad es una de las principales amenazas que sufre Ucrania, según advierten los estamentos militares y policiales del país. Una razón para este colaboracionismo es que en Ucrania todavía hay parte de la población que se siente, por cultura e identidad, próxima a Rusia; otra razón para colaborar con el invasor es la económica. El medio RBC recordó este martes que 3.000 ciudadanos ucranios han sido acusados por el SSU, desde el inicio de la invasión, de traición por trabajar para el enemigo. Solo 500 de estos, según RBC, son personas que facilitan información al invasor sobre la localización de objetivos militares ucranios.
Uno de estos casos es el de Volodímir Silnenik, un empleado de la empresa de suministro de gas de Kramatorsk, en el este del país, que fue condenado este abril a cadena perpetua por facilitar al ejército ruso las coordenadas de un restaurante en el que se concentraban militares. El misil que impactó en el establecimiento mató a 13 personas, entre ellas a la escritora ucrania Victoria Amelina.
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