Detenidos en Polonia dos sospechosos por la agresión a un ayudante de Navalni
El primer ministro, Donald Tusk, asegura que los dos arrestados, de nacionalidad polaca, actuaron bajo las órdenes de un tercero, de Bielorrusia, que también está a disposición de las autoridades
Las fuerzas de seguridad de Polonia han detenido a dos personas sospechosas de agredir en marzo en Vilnius a Leonid Volkov, antiguo ayudante del disidente ruso fallecido Alexéi Navalni. Un mes después de la muerte del conocido opositor en una cárcel remota del Ártico, Volkov, de 43 años y también de nacionalidad rusa, fue víctima el 12 de marzo fuera de su domicilio, en la capital de Lituania, de un ataque con un martillo y gases lacrimógenos tras el que tuvo que ser hospitalizado. El primer ministro polaco, Donald Tusk, ha desvelado que los dos sospechosos, de nacionalidad polaca, actuaron supuestamente a las órdenes de un ciudadano de Bielorrusia que les encargó matar al opositor ruso y que también ha sido detenido, aunque no ha dado más detalles.
El dirigente polaco ha recordado en un mensaje en la red social X, antes Twitter, que hace apenas dos días las autoridades de su país también detuvieron a un ciudadano acusado de trabajar para los servicios secretos rusos y de querer atentar contra el presidente ucranio, Volodímir Zelenski. Tusk ha asegurado que los detenidos están relacionados con aficionados ultras de fútbol. “No habrá indulgencia para los colaboradores de los servicios rusos”, ha afirmado, y se ha comprometido a aplastar cualquier “traición e intento de desestabilización”.
La noticia sobre los arrestos la adelantó este viernes el presidente lituano, Gitanas Nauseda, que agradeció a su homólogo polaco y a las autoridades de los dos países las detenciones realizadas. “Juntos advertimos a los organizadores del crimen: no intenten repetirlo”, añadió Nauseda. La Oficina Central de Investigación de la Policía polaca, la unidad encargada del crimen organizado, confirmó después a través de X las detenciones realizadas en colaboración con Lituania e informó de que los detenidos han pasado a disposición judicial en el distrito de Praga, en Varsovia.
Un portavoz del tribunal de ese distrito que lleva el caso dijo que los dos sospechosos de llevar a cabo el ataque están acusados de “pertenecer a un grupo organizado, ejecutando órdenes de los servicios de un país extranjero” y de atentar contra la salud de un ciudadano ruso en Lituania. Los dos estarán en prisión preventiva durante 40 días y sus abogados han presentado un recurso, según el portavoz.
Como habían informado las autoridades lituanas, los dos sospechosos son de nacionalidad polaca y las detenciones se produjeron en Varsovia el pasado 3 de abril. Según el presidente lituano, Polonia extraditará a los dos detenidos a Lituania, pero Nauseda no ha revelado cuándo se producirá dicha entrega ni ha dado detalles sobre su identidad. El fiscal jefe de Vilnius ha apuntado a que la extradición podría realizarse en mayo.
En un primer momento, las autoridades lituanas apuntaron directamente a infiltraciones del Kremlin en Lituania como posibles responsables del ataque. El subjefe de la policía de Lituania, Saulius Briginas, ha revelado ahora que los dos sospechosos, sobre los que pesaba una orden de detención de Europol, ya eran conocidos de la policía polaca, sin dar más información. Según Briginas, los presuntos autores del ataque viajaron a Vilnius para cometer la agresión y después volvieron a su país.
En una comparecencia, el fiscal jefe lituano, Justas Laucius, ha detallado que los dos sospechosos están acusados de herir de forma intencionada a Volkov por sus creencias, un delito que puede ser castigado con una multa o con penas de cárcel. “En estos momentos, los cargos son que el delito se cometió debido a las creencias y actividades políticas (de Volkov)”, detalló el fiscal jefe.
Volkov había acusado directamente al presidente ruso, Vladímir Putin, de estar detrás del ataque. Antes de la agresión, el antiguo ayudante de Navalni le había transmitido a Reuters que personas del movimiento del opositor en el exilio temían por su vida tras la muerte del líder. Volkov ha celebrado este viernes las detenciones y ha agradecido a través de un mensaje en X a las autoridades lituanas por haber trabajado “con energía y perseverancia” en el caso.
El jueves, las autoridades polacas anunciaron que un día antes habían detenido, en cooperación con las ucranias, al polaco Pawel K., acusado de estar dispuesto a actuar para los servicios secretos rusos en Polonia, lo cual puede costarle hasta ocho años de prisión, como recogen medios como el diario Rzeczpospolita. Se trata del cuarto detenido —además de los dos polacos envueltos en la agresión a Volkov y el bielorruso— al que se refería Tusk.
La Fiscalía polaca publicó un comunicado en el que aseguró que esta persona recopilaba y proporcionaba información “a la inteligencia militar de la Federación Rusa sobre la seguridad del aeropuerto de Rzeszów-Jasionka”. También le acusó de ayudar a los servicios especiales rusos a planificar un posible atentado contra el presidente ucranio, Volodímir Zelenski. El Kremlin rechazó este viernes hacer comentarios sobre estas acusaciones.
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