España descarta implicarse en las operaciones en el mar Rojo aunque participe la UE
Fuentes gubernamentales alegan que el uso de la fuerza no tiene el paraguas de la ONU ni la OTAN y que la misión europea carecerá de funciones ejecutivas
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha expresado este viernes el “máximo respeto” del Gobierno español ante el ataque de Estados Unidos y el Reino Unido contra los rebeldes hutíes de Yemen, pero se ha desmarcado del mismo asegurando que España “no entra a juzgar las acciones de otros” y que “cada país debe dar explicaciones de los actos que realiza”. Lo que ha dejado claro es que los buques españoles no patrullarán el mar Rojo, ni siquiera en el caso de que la UE apruebe una nueva misión con el objetivo de proteger a los mercantes que navegan por esa ruta.
“España valora y decide en qué misiones está y desde el principio hemos dicho que España en el mar Rojo no va a participar porque está firmemente comprometida en otras misiones, como la misión Atalanta de lucha contra la piratería en el Índico, que está siendo muy demandante”, ha declarado Robles, en la toma de posesión de los nuevos directores del Ceseden (Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional), el teniente general Miguel Ballenilla; y de la Esfas (Escuela Superior de las Fuerzas Armadas), el general de división Pablo Guillén, hasta ahora su jefe de Gabinete Técnico. La ministra se refería a la operación contra los piratas somalíes, que la UE dirige desde la base de Rota (Cádiz) y a la que España aporta una fragata y un avión de patrulla marítima. En los últimos meses, esta misión ha experimentado un repunte de su actividad después de varios años sin secuestros de barcos.
Aunque la titular de Defensa ha matizado que España no se va a oponer a que la UE apruebe en los próximos días una misión de apoyo a Estados Unidos en la zona, ha asegurado que aún no se sabe si esta saldrá adelante ni cuál será su alcance. “La posición de España, por sentido de la responsabilidad y por compromiso con la paz, es no intervenir en el mar Rojo”, ha zanjado.
Fuentes de Defensa aseguran que la misión que ha propuesto el alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad, el español Josep Borrell, será “no ejecutiva”: es decir, que la operación europea prestará apoyo logístico, pero la decisión de usar la fuerza, como han hecho Estados Unidos y el Reino Unido en la madrugada de este viernes contra los rebeldes hutíes en Yemen, corresponderá a cada país. “En el momento de intervenir habrá que arriar la bandera europea e izar la nacional”, explican gráficamente.
Las mismas fuentes señalan que, ante la negativa española a ampliar al mar Rojo el ámbito de actuación de Atalanta, se estudia que la nueva operación cuelgue de la misión europea de vigilancia marítima en el estrecho de Ormuz (EMASOH, por sus siglas en inglés), que lidera Francia y en la que participan ocho países de la UE, pero no España.
Misiones en el exterior
Aunque para excusar la participación española en la misión del mar Rojo Robles ha alegado que España tiene comprometidas fuerzas en 17 misiones militares en el exterior, el verdadero motivo, admiten fuentes gubernamentales, es que el uso de la fuerza en el mar Rojo no tiene el amparo del Consejo de Seguridad de la ONU. Tampoco el de la OTAN, que ha calificado los ataques de “defensivos”, y ni siquiera el de la UE, si esta se limita al apoyo logístico. Los bombardeos de posiciones hutíes en Yemen, como disuasión para que la milicia aliada de Irán deje de lanzar drones y misiles contra los buques que navegan por el mar Rojo supuestamente con destino a Israel, han sido autorizados por el presidente estadounidense, Joe Biden. Es decir, si participara, España se podría ver arrastrada a un conflicto internacional sin tener ningún poder de decisión, alegan las mismas fuentes. Hay, además, un motivo de política doméstica: el Gobierno debería pedir autorización al Congreso para participar en una misión de ese tipo y podría no contar con sus socios de coalición ni sus aliados parlamentarios, por lo que dependería del PP para sacarla adelante.
La ministra de Defensa ha asegurado que “en absoluto” ha habido presiones de Washington para que España participe en la operación Guardián de la Prosperidad que ha lanzado en el mar Rojo. Robles ha subrayado que la llamada que el presidente Biden hizo a Pedro Sánchez el 22 de diciembre estaba prevista desde un mes antes y que el objetivo de la conversación que el jefe de Estado Mayor de la Defensa de Estados Unidos, el general Charles Brown, mantuvo el pasado día 8 con su homólogo español, el almirante Teodoro López Calderón, era preparar la reunión del Comité Militar de la OTAN de los próximos días 16 y 17. Fuentes de Defensa admiten que el mando militar estadounidense planteó la situación del mar Rojo al jefe de la cúpula militar española, pero señalan que el almirante López Calderón se limitó a escuchar sus planteamientos sin darles respuesta, al tratarse de una decisión de carácter político.
Fuentes gubernamentales españolas aseguran que el secretario de Estado de Defensa, Lloyd Austin, se ha disculpado por haber incluido públicamente a España entre los países que supuestamente participarían en la misión en el mar Rojo y lo han excusado asegurando que se trató de un error, ya que nadie había consultado sobre este asunto y España decide en cada caso en función de sus propios intereses y compromisos.
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