Israel rechaza un plan de Qatar para liberar a los rehenes a cambio del exilio de los líderes de Hamás
Netanyahu asegura que las tropas no permanecerán en Gaza tras el fin de la guerra y que los palestinos no serán desterrados
El gabinete de seguridad israelí que dirige la guerra en la franja de Gaza ha rechazado la propuesta de Qatar, que actúa como mediador en el conflicto, para liberar a todos los rehenes capturados en Israel el pasado 7 de octubre, a cambio del cese de las hostilidades y de la salida al exilio de los líderes de Hamás, el movimiento islamista que controla desde hace 17 años la Franja. Los ministros y altos cargos militares y de los servicios de inteligencia reunidos en la noche del miércoles con el jefe del Gobierno, Benjamín Netanyahu, descartaron el plan de Qatar, por imponer la “condición inaceptable” de retirar las tropas y poner fin a los combates, según ha informado este jueves la prensa hebrea.
El director del Mosad (espionaje exterior), David Barnea, presentó la propuesta que había recibido desde Doha, una iniciativa tras la que los analistas políticos israelíes creen ver la presión del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien envió a la capital catarí a su asesor de seguridad para Oriente Próximo, Brett McGurk, negociador en el intercambio de rehenes por presos palestinos que se llevó a cabo entre noviembre y diciembre. El exministro de Defensa y actual miembro del gabinete de seguridad, el exgeneral Benny Gantz, ha recordado “que lo más urgente es el retorno de los rehenes, y tiene prioridad sobre cualquier operación militar en la guerra”.
Una delegación de familiares de los 136 secuestrados en Gaza, de los que decenas pueden haber muerto o estar heridos, se ha reunido esta semana con las autoridades de Qatar para urgir a una nueva mediación. La propuesta rechazada preveía la liberación “en varias fases” de los rehenes, acompasada con la completa retirada israelí de la Franja y la salida en dirección al exilio de los dirigentes de Hamás en el enclave, entre ellos, el líder político, Yahia Sinwar, y el jefe militar, Mohamed Deif. El gabinete de seguridad ha excluido de plano un cese de las hostilidades mientras las Fuerzas Armadas no alcancen todos sus objetivos, en particular el rescate de los secuestrados y la erradicación de la estructura de mando de Hamás.
La prensa hebrea desvela además que Qatar ha ejercido su mediación a través del máximo líder de Hamás, Ismail Haniye, quien reside desde hace años en Doha, sin coordinarse con Sinwar. El líder gazatí, considerado el cerebro de la ofensiva en la que murieron hace tres meses 1.200 israelíes, no parece dispuesto a aceptar su marcha al exilio ni a perder el control sobre la organización en el interior de Gaza. Haniye advirtió el martes de que Israel no obtendrá la liberación de los rehenes mientras no excarcele a los miles de prisioneros palestinos condenados por “delitos de seguridad” por tribunales israelíes.
El director de la CIA, William Burns, permanece también en contacto con las autoridades de Qatar que median en la liberación de los rehenes en Gaza. Mientras tanto, Israel ha establecido otro centro de negociaciones en El Cairo para el rescate de los secuestrados. En los próximos días está previsto que el ejército israelí autorice la entrada en la Franja de 400 camiones diarios con ayuda humanitaria, el doble que en la actualidad, a través del paso fronterizo de Rafah con Egipto. En su reciente visita a Tel Aviv, el secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ha recibido garantías de un aumento del envío de ayuda internacional para la población civil gazatí. En Egipto, última etapa de su gira por Oriente Próximo, Blinken ha insistido en que Israel debe permitir que regresen a sus hogares en la Franja los civiles desplazados por la guerra “tan pronto como las condiciones lo permitan”.
Pocas horas antes del inicio de la audiencia del Tribunal Internacional de Justicia de la ONU en La Haya, en la que Sudáfrica acusa a Israel de haber violado la convención sobre genocidio en la Franja, Netanyahu afirmó en que el ejército “no tiene ninguna intención de ocupar Gaza de forma permanente ni de desterrar a su población civil”. El primer ministro ha salido así al paso de declaraciones de miembros radicales de su Gobierno que han propugnado la reinstauración de los asentamientos de colonos judíos y la salida de la población palestina del enclave. “Estamos haciendo todo lo posible para minimizar [la cifra] de víctimas civiles”, enfatizó en un comunicado oficial.
Huellas de rehenes en un túnel
El portavoz jefe de las Fuerzas Armadas, contralmirante Daniel Hagari, aseguró en la noche del miércoles que las tropas habían localizado un túnel en la zona de Jan Yunis (sur de la Franja) en el que habían permanecido cautivos varios rehenes. “La liberación de los rehenes requiere nuestros mejores esfuerzos. Hemos llevado a cabo operaciones para rescatarlos de las que no hemos informado y otras las hemos suspendido en el último momento”, reveló Hagari. Familiares de secuestrados se concentraron con altavoces en la valla fronteriza entre Israel y Gaza para reclamar a gritos su inmediata liberación, según informa la agencia Efe.
El ejército prosigue su ofensiva en el centro y el sur de Gaza, territorios sometidos a intensos bombardeos. Al mediodía del jueves, el Ministerio de Sanidad del enclave había contabilizado 112 muertos en su parte diario de bajas mortales, que se elevan a cerca de 23.500 desde el inicio de la guerra. Solo tres de los 21 envíos de ayuda humanitaria programados por Naciones Unidas en el norte de Gaza han podido completarse desde el comienzo de 2024, a causa de los controles de seguridad israelíes o porque muchas carreteras están impracticables. Los portavoces castrenses aseguraron que se está luchando “bajo tierra y en la superficie”. Las Fuerzas Armadas informan de que han encontrado 300 bocas de túnel y demolido decenas de pasadizos subterráneos.
Mientras la tensión entre Israel y Hezbolá parece reducirse en las últimas horas en la frontera de Líbano, el mediador estadounidense Amos Hochstein ha viajado a Beirut este jueves para tratar de contener los enfrentamientos entre la milicia chií y el ejército israelí. Hochstein ya medió en 2022 en el pacto con el que Líbano e Israel fijaron la demarcación de su frontera marítima para permitir la explotación de yacimientos de gas en el Mediterráneo oriental.
Sigue toda la información internacional en Facebook y X, o en nuestra newsletter semanal.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.