Turquía detiene a una treintena de personas acusadas de espiar a favor de Israel
Los arrestados tenían como objetivo vigilar, recabar información, agredir e incluso secuestrar a extranjeros residentes en territorio turco, según el ministro de Interior
Turquía ha detenido a 34 individuos acusados de llevar a cabo “actividades de espionaje internacional” supuestamente bajo órdenes de los servicios secretos de Israel, ha anunciado este martes el ministro turco de Interior, Ali Yerlikaya, en la red social X, anteriormente conocida como Twitter. En el marco de la operación, bautizada Köstebek (Topo), efectivos de la unidad antiterrorista de la policía y de los servicios secretos turcos hicieron registros y detenciones en 57 domicilios de ocho provincias diferentes, entre ellas Estambul.
Yerlikaya ha asegurado que la operación se inició al detectar que “los servicios de inteligencia de Israel” planean “recabar información, vigilar, agredir y secuestrar a ciudadanos extranjeros” residentes en Turquía. Según la agencia de noticias DHA, la Fiscalía de la metrópolis turca, que dirige la investigación, emitió órdenes de arresto para otras 12 personas más, que aún se encuentran en busca y captura. Una fuente de seguridad turca explicó a EL PAÍS que se cree que parte de ellos han abandonado Turquía.
Uluslararası Casusluk Faaliyetlerinin Tespit ve Deşifresine yönelik İstanbul merkezli 8️⃣ İlde eş zamanlı olarak düzenlenen “KÖSTEBEK” Operasyonunda 3️⃣3️⃣ şüpheli şahıs yakalandı❗️
— Ali Yerlikaya (@AliYerlikaya) January 2, 2024
Ülkemizin milli birlik ve beraberliğine karşı yürütülen casusluk faaliyetlerine asla izin… pic.twitter.com/cQDc9kq9E2
A inicios de diciembre, la televisión pública israelí publicó una grabación en la que Ronen Bar, jefe del Shin Bet (servicio secreto en Israel y Palestina), aseguraba que el Gobierno le había marcado como objetivo “eliminar a Hamás” y que sus agentes llevarían a cabo la tarea “en cualquier lugar, en Gaza, en Cisjordania, en Líbano, en Turquía, en Qatar”. “Llevará unos años, pero iremos allá y lo haremos”, decía Bar. Esta revelación irritó profundamente a Turquía y, tanto los dirigentes del país euroasiático, en público, como los servicios secretos, en privado, hicieron saber a Tel Aviv que actuaciones de este tipo en suelo turco tendrían “graves consecuencias”.
La fuente de seguridad afirmó que los detenidos eran “informantes a corto plazo” captados por los agentes israelíes a través de páginas de internet y de redes sociales. Al inicio se les pedía “llevar a cabo ciertas misiones”, más sencillas y no relacionadas con los objetivos finales, como forma de “preparación para su misión última”: actuar contra exiliados palestinos y sus familias. A estos informantes se les pagaba a través de criptomonedas o mediante el método “hawala”, a fin de ocultar el origen de los pagos.
No es la primera vez que se desarticulan redes israelíes de espionaje en Turquía. En julio, las autoridades turcas anunciaron la detención de siete personas, en su mayoría palestinos y ciudadanos de otros países árabes de Oriente Próximo, que presuntamente formaban parte de una célula de espionaje dirigida por el Mosad, el servicio de inteligencia exterior de Israel. Y hace dos años, los servicios secretos turcos capturaron a 15 palestinos supuestamente utilizados por el Mosad para espiar a miembros de Hamás en Turquía. Al mismo tiempo, el espionaje turco también ha desarticulado operativos de grupos yihadistas y de países como Irán que planeaban ataques contra ciudadanos israelíes en Turquía.
Antes de la actual invasión israelí de Gaza, las relaciones diplomáticas entre Israel y Turquía habían mejorado notablemente tras años congeladas. Precisamente, en la mejora de las relaciones habían jugado un papel crucial los contactos y el intercambio de información entre los servicios secretos de ambos países. De hecho, tras el ataque de Hamás del pasado 7 de octubre, Ankara exigió a los líderes de la organización islamista palestina —todos ellos del brazo político— que abandonasen su territorio, donde hasta entonces vivían bajo protección del Gobierno. El Ejecutivo turco también trató de erigirse en mediador de este nuevo conflicto, aunque tras fracasar en el intento y a medida que se han incrementado las matanzas israelíes de civiles palestinos, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha elevado el tono de las críticas contra Israel. Con todo, las relaciones comerciales entre ambos países continúan sin problemas, como ha ocurrido siempre pese a los conflictos diplomáticos.
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