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Dimite el presidente de la Cámara baja de Canadá por presentar como un héroe a un excombatiente nazi de las Waffen-SS

El liberal Anthony Rota renuncia tras provocar uno de los mayores escándalos en la vida parlamentaria del país en la ceremonia en honor a Zelenski

El expresidente de la Cámara baja de Canadá, Anthony Rota.
El expresidente de la Cámara baja de Canadá, Anthony Rota.BLAIR GABLE (REUTERS)

Anthony Rota ha dimitido este martes como presidente de la Cámara baja de Canadá por haber provocado uno de los mayores escándalos en la vida parlamentaria del país. Rota anunció la tarde de este martes que deja el cargo tras múltiples presiones. La razón fue la presencia de un antiguo miembro de una unidad nazi –y una ovación para esta misma persona- en la ceremonia parlamentaria en honor al presidente ucranio, Volodímir Zelenski.

Diputado por el Partido Liberal de Canadá, Anthony Rota presidía la Cámara de los comunes desde 2019. El viernes, antes de que el presidente Zelenski y Justin Trudeau, primer ministro canadiense, pronunciaran sus discursos en el recinto legislativo, Rota expresó lo siguiente: “Hoy tenemos en esta Cámara a un veterano de guerra ucranio-canadiense de la Segunda Guerra Mundial que luchó por la independencia de Ucrania contra los rusos, y que sigue apoyando a las tropas hoy en día incluso a sus 98 años de edad. Su nombre es Yaroslav Hunka”, añadiendo que se trataba de “un héroe ucranio y un héroe canadiense”. Visiblemente emocionado, Hunka recibió una ovación por parte de los asistentes.

El domingo, organizaciones judías en Canadá, como B’nai Brith Canada y los Amigos del Centro Simon-Wiesental, manifestaron su consternación por esta invitación, ya que Hunka había formado parte en la Segunda Guerra Mundial de la 14ª División de Granaderos Waffen-SS, unidad de voluntarios ucranios implicada en la matanza de judíos y otras minorías. Anthony Rota respondió el mismo día, indicando que no estaba al tanto de distintos elementos del pasado de Hunka y presentando sus disculpas, particularmente a “las comunidades judías de todo Canadá y alrededor del mundo”. Como lo había señalado Rota en el evento del viernes, Yaroslav Hunka vive en la circunscripción que representa como diputado (Nipissing—Timiskaming, en la provincia de Ontario).

Rota afirmó en su mensaje del domingo ser el único responsable del incidente, subrayando que los demás parlamentarios, la oficina del primer ministro y la delegación de Zelenski desconocían la invitación y la intención de ovacionar a Hunka. Un día después, Rota reiteró sus disculpas en el recinto legislativo. “No puedo expresar hasta qué punto me arrepiento de lo ocurrido”, manifestó. Minutos después, el Bloque Quebequés y el Nuevo Partido Democrático pidieron la dimisión de Rota por un “error imperdonable que desprestigia a toda la Cámara”.

El mismo lunes, el primer ministro Trudeau catalogó el incidente como “profundamente vergonzoso” para el Parlamento y para todos los canadienses, pero sin pedir la dimisión de Rota. Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador de Canadá, señaló que Trudeau debería asumir las responsabilidades y disculparse personalmente. Las embajadas de Rusia y Polonia en Ottawa comentaron en redes sociales lo ocurrido en el recinto legislativo.

La mañana de este martes, fue el turno de los diputados conservadores de exigir la salida de Rota. Asimismo, figuras de peso del Gobierno liberal -como la ministra de Asuntos Exteriores, Mélanie Joly y la líder gubernamental en la Cámara baja, Karina Gould,- apuntaron que la dimisión era la única alternativa. La suerte de Anthony Rota estaba echada. Unas horas después, declaró al inicio de la sesión parlamentaria de este martes: “Me levanto para informar con gran pesar de mi renuncia como presidente de la Cámara de los comunes”.

Canadá dio cobijo a numerosas víctimas de la Segunda Guerra Mundial; también a varios colaboradores de las fuerzas nazis. El caso de Yaroslav Hunka no es el primero en suscitar reacciones. En septiembre de 2021 falleció en su casa de Waterloo (Ontario) Helmut Oberlander, un antiguo miembro de una unidad de exterminio del Tercer Reich. Desde 1995 sostenía una batalla legal para evitar su deportación. Este martes, el ministro de Educación de Polonia afirmó que había tomado medidas para solicitar la extradición de Yaroslav Hunka.

El impacto de este incidente en la imagen del Gobierno de Trudeau no ha sido menor. La segunda visita a Canadá de Volodímir Zelenski –la segunda desde que inició la invasión rusa- se ha visto empañada por las reacciones ante la presencia de Hunka. Asimismo, el escándalo ha tenido lugar en días en que la prensa de medio mundo describe las tensiones entre Ottawa y Nueva Delhi por la supuesta implicación de los servicios de inteligencia indios en el asesinato de un líder sij en Vancouver, crimen ocurrido el pasado junio.

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