El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, llega a Rusia en tren para reunirse con Vladímir Putin
Washington alerta de que la cita puede servir para sellar un acuerdo con el que Pyongyang suministre armamento a Moscú para la guerra en Ucrania
Munición para que Rusia mantenga su ofensiva sobre Ucrania a cambio de alimentos y asesoramiento para que Corea del Norte disponga de submarinos nucleares. El proclamado líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha acudido a la llamada del presidente ruso, Vladímir Putin, y ambos negociarán este miércoles una importante colaboración militar entre ambos países.
Los medios rusos especulan con que la cumbre se celebrará en el cosmódromo Vostochni (oriental, en ruso), situado en la región de Amur. “Tengo un programa particular allí, lo sabréis cuando llegue”, anunció de manera enigmática Putin este martes durante la celebración del Foro Económico Oriental de Vladivostok, situada en el extremo este del país y alejada aproximadamente un millar de kilómetros de aquella base espacial.
El mandatario ruso protagonizó un coloquio durante aquel evento en donde recalcó que su guerra no acabará mientras las Fuerzas Armadas ucranias no desistan de hacer ninguna contraofensiva. Aunque después de año y medio de combates, sus cañones necesitan la munición de artillería que puede proporcionarle un inesperado aliado, Corea del Norte, sancionada por la propia Rusia como miembro del Consejo de Seguridad de la ONU por sus ensayos nucleares durante la pasada década.
Una fuente del diario estadounidense The New York Times reveló que Pyongyang estaría interesada en recibir tecnología de satélites y submarinos nucleares, a cambio del envío de proyectiles para la artillería rusa. El portavoz de Putin, Dmitri Peskov, declinó comentar esta información, aunque otro medio ruso, RBK, publicó que el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, se reunirá el próximo 16 de septiembre con la delegación norcoreana para abordar los detalles del pacto militar.
Shoigú visitó Corea del Norte el pasado julio con motivo de los actos por el 70.º aniversario del armisticio de la guerra de Corea (1950-1953). El ministro de Defensa ruso viajó en representación del Kremlin al desfile militar mes y medio después del inicio de la nueva contraofensiva ucrania, y allí negoció el estrechamiento de la colaboración militar con el régimen norcoreano, que para aquella efeméride probó dos nuevos misiles balísticos sobre el mar.
El dictador norcoreano partió de Pyongyang el pasado 10 de septiembre en un llamativo tren blindado formado por 20 vagones revestidos de acero y dispositivos de seguridad. El convoy, blindado contra explosiones, cruzó el puente de la Amistad del río Tuman este martes por la mañana, el único acceso por tierra entre ambos países.
El séquito de Kim fue recibido “en nombre de Putin” por el ministro de Medio Ambiente ruso, Alexánder Kozlov. “La Federación de Rusia y la República Popular Democrática de Corea han sido grandes amigos durante 75 años. Todos estos años nos hemos apoyado y ayudado mutuamente no solo como vecinos, sino también como colaboradores cercanos”, escribió el alto cargo ruso en su cuenta de Telegram.
Kozlov acompañó su mensaje con un vídeo de la llegada en tren del dictador norcoreano. El dirigente, acompañado por una comitiva de decenas de personas, fue recibido en la estación por una orquesta militar rusa. En el acto también estuvo presente el gobernador de la región de Primorie, Oleg Kozhemiako. “Tenemos grandes perspectivas de cooperación en agricultura, construcción, turismo y otras áreas”, apuntó por su parte el dirigente local en sus redes sociales.
Por su parte, la delegación del país asiático no hizo comentarios sobre el viaje. La visita supone la primera que realiza Kim a Rusia en casi cuatro años y medio ―los mandatarios ruso y norcoreano celebraron una reunión bilateral en territorio ruso en abril de 2019― y su primera salida del país desde que estalló la pandemia de coronavirus.
Pyongyang ha tratado de impulsar sus relaciones con Rusia a medida que Corea del Sur, Estados Unidos y Japón aumentan su colaboración en materia de seguridad y defensa. Las autoridades de Estados Unidos llevan días alertando de esta reunión, que aseguran tiene como objetivo firmar un acuerdo para el suministro de armas que permita a Rusia hacerse con un material al que no tiene acceso debido a las sanciones internacionales impuestas en respuesta a su invasión de Ucrania.
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