Mario Abdo Benítez: “El Partido Colorado tiene muchas líneas de pensamiento, pero también una gran vocación de poder”

El presidente Mario Abdo Benítez (Asunción, 51 años), recibe a EL PAIS dos días antes de las elecciones de este domingo en Paraguay. Viste camisa blanca de ao po’í, un tejido tradicional paraguayo que significa ropa fina en guaraní, el idioma más hablado de Paraguay. Pasea por el jardín de la antigua casa del dictador Alfredo Stroessner, el jefe directo de su padre, secretario privado del dictador. La casa, llamada Mburuvicha Roga, Casa del jefe en guaraní, es vecina de la embajada de Estados Unidos y continúa como residencia temporal del jefe de Gobierno. Además de policías, militares y asesores hay tres ñandúes campando por el jardín.

Tranquilo y sonriente, Abdo comenta que teme a los mosquitos por las epidemias de dengue y chikungunya que asolan a este país de clima cálido y subtropical. En esta entrevista, repasa sus cinco años de Gobierno y reivindica su propia identidad política como colorado demócrata. Dice que le gustaría que gane su partido “pero no con fraude”, ratifica su pelea con el expresidente Horacio Cartes y no descarta que haya un “espíritu revanchista” en sus enemigos políticos.

P. ¿Cómo afectaron a las divisiones en el Partido Colorado las sanciones de Estados Unidos contra el expresidente Horacio Cartes?

R. El Partido Colorado es un partido muy grande que tiene la particularidad de ser oficialismo y oposición al mismo tiempo. Mi movimiento lideró la disidencia o una propuesta alternativa en el pasado, o sea, yo fui un líder de la oposición partidaria. Entonces, el Partido Colorado tiene muchas líneas de pensamiento, pero también tiene una gran vocación de poder. Esa gran vocación es la que nos permite trabajar en un proceso electoral de manera unificada, pero marcando nuestras diferencias. El candidato que fue de nuestro movimiento [Arnoldo Wiens] es el que hace campaña [con Santiago Peña] y es el que condiciona la no presencia del presidente del partido [Horacio Cartes], que ha sido designado significativamente corrupto [por EE UU]. Wiens no estuvo en ningún evento con Horacio Cartes, y eso representa nuestra línea de pensamiento.

P. Su ministro del Interior, Arnaldo Giusso, dijo luego de acusar a Horacio Cartes por lavado de dinero que temía por su vida. ¿Usted teme por la suya?

R. No, por mi vida no. Creo que puede haber un espíritu revanchista, no lo voy a negar. Pueden intentar, como decimos los paraguayos, pasarme la factura. Pero creo firmemente en lo que hemos avanzado en términos de la construcción de una justicia independiente. Tengo fe en que el sistema de justicia va a estar a la altura. Muchos me culpan de lo que le ocurre y puede que traten de vengarse, pero eso forma parte de la lucha política y estamos preparados.

P. Cuando Cartes intentó reelegirse en 2017, usted, hijo del secretario privado del dictador Stroessner, gritaba “no a la dictadura”. ¿Qué reflexión tiene sobre la memoria histórica de la represión?

R. No quiero ser ni un defensor ni un crítico. Por el respeto al dolor de la gente que sufrió tengo que cuidarme el doble por los antecedentes de mi familia. Mi respuesta es ese día que yo estuve ahí en la plaza defendiendo la democracia en contra de un proyecto autoritario. Habré sido el único presidente que no buscó su reelección [prohibida en la Constitución] en coherencia con aquella lucha. La gente conoce mi compromiso con la libertad y la democracia. Y que, independientemente a mi historia familiar, construí una identidad política propia donde defendí valores democráticos.

P. Efraín Alegre, el candidato de la oposición, dijo que si gana va a revisar las relaciones con China y Taiwán ¿Qué opina?

R. No quiero hacer un juicio de valor sobre lo que un candidato a presidente dice. Puedo hablar de la importancia que le doy a nuestra relación con Taiwán. Primero, democracia. No se puede, desde mi punto de vista, tomar decisiones simplemente por intereses económicos. Entonces, primero valoro la democracia en Taiwán. No creo que China sea un país demócrata. Nosotros hemos aumentado en cinco años un 700% el flujo comercial con Taiwán, como nunca antes.

P. ¿Se ratificará algún día el tratado de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea?

R. Toda Europa mira con mucho más detenimiento y ve hoy la importancia de avanzar en el cierre de la negociación. Yo también soy optimista de que eso se puede dar.

P. El expresidente Horacio Cartes movió la embajada de Paraguay de Tel Aviv a Jerusalén días antes de dejar el cargo. Usted, al asumir, la volvió a llevar a Tel Aviv. Peña dijo que si gana la trasladará otra vez a Jerusalén. ¿Qué opina?

R. Yo respeto lo que pueda querer un presidente electo, pero Paraguay forma parte de las Naciones Unidas y hay una resolución vigente del Consejo de Seguridad de las ONU que dice que para preservar la paz en el Medio Oriente Jerusalén se considera un territorio en disputa. Ahí fue negocio. Después nosotros en mi Gobierno movimos la embajada y ese hecho no fue algo contra Israel en absoluto. Fue simplemente ajustarnos a algo que dicta el derecho internacional.

P. ¿Qué negocios tiene Cartes con Netanyahu?

R. Eso pregúntele a él.

P. La relación con Brasil es clave para Paraguay, sobre todo en lo relativo a la represa binacional de Itaipú ¿Cómo fue su relación con Jair Bolsonaro?

R. Tuve una excelente relación con el presidente Bolsonaro desde el inicio de su mandato. De hecho, hoy estamos construyendo la obra más grande después de Itaipú de mayor relevancia, la ruta Bioceánica, que es parte de un proceso de integración entre Brasil y Paraguay con dos puentes. Lo iniciamos con Temer y continuamos con Bolsonaro. Y también tengo que decir que tengo la mejor relación y estoy muy contento de las veces que hemos podido conversar con el presidente Lula. Con él ya llegamos a un acuerdo sobre la tarifa de Itaipú para este año. Paraguay no tenía la posibilidad de retirar lo que es suyo de las hidroeléctricas Itaipú y Yacyretá [compartida con Argentina]. Voy a dejar el Gobierno con un país donde por primera vez podemos retirar todo lo que nos corresponde.

P. ¿Qué pasará si el domingo gana la opositora Concertación Nacional?

R. Yo voy a liderar un proceso de una transición ejemplar. De hecho, seguramente unos días después de las elecciones vamos a invitar al presidente electo y vamos a poner a disposición todo el equipo, para que el presidente entrante tenga todo el apoyo y la información que necesita.

P. ¿Aunque no sea colorado?

R. Sea quien sea. Yo soy un demócrata.

P. Hace unos meses, un incendio de máquinas de votación puso en duda la transparencia del proceso. ¿Puede haber fraude en estas elecciones?

R. Yo quiero que gane mi partido, pero no con fraude. Nada con fraude. Por encima de mi partido está la voluntad popular y la integridad del proceso electoral. Y nosotros estamos cooperando con el Tribunal Superior de Justicia Electoral en dotarle de toda la logística y todo el apoyo de la Policía Nacional y hasta inclusive de las Fuerzas Armadas para garantizar el proceso electoral. El domingo será una gran jornada cívica.

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