Efraín Alegre: “En Paraguay el sistema ha colapsado y hay una decisión de cambio”

Efraín Alegre (San Juan Bautista, 60 años) buscará este domingo 30 de abril la presidencia de Paraguay por tercera vez. Abogado conservador, diputado, senador y exministro, recibe a EL PAÍS este martes en un hotel del centro de Asunción, donde acaba de presentar su plan de Gobierno. Alegre confía en que logrará, por fin, vencer al Partido Colorado al frente de una alianza de su partido, el centenario Liberal Radical Auténtico, con casi 200 organizaciones políticas y sociales progresistas y democristianas. Si gana las elecciones, dice, revisará la alianza que Paraguay tiene con Taiwán. Celebra, además, que Estados Unidos haya sancionado por corrupción al expresidente Horacio Cartes, el hombre que está detrás de su rival en las elecciones, Santiago Peña.

Pregunta: Este es su tercer intento. ¿Esta vez tiene posibilidades de vencer a los colorados?

Respuesta: Claro que vamos a ganar. Las encuestas nos dan un poco arriba, pero en realidad estamos mucho más arriba, porque hay una decisión del cambio. El sistema ha colapsado y hemos logrado construir un proyecto amplio: la Concertación Nacional para un Nuevo Paraguay, con 40 organizaciones políticas y 150 organizaciones sociales. Es el entendimiento más amplio que conoce nuestra historia política. Acá estamos todos: colorados, independientes, liberales, todos los sectores que queremos el cambio en el Paraguay.

P. ¿Qué Gobierno propone?

R. Un Gobierno bien representado, con figuras íntegras, personas con capacidad y con idoneidad, plural y paritario. Por primera vez en la historia del Paraguay, vamos a tener un Gabinete donde por lo menos la mitad van a ser mujeres. Y vamos a tener un Gobierno con una presencia importante de colorados. Por eso decimos que estas elecciones no son contra el Partido Colorado, como se quiere plantear. Son contra el dinero sucio, contra el dinero que proviene del crimen organizado, de la ilegalidad. Ese es el verdadero enemigo.

P. ¿Quién integra esa mafia a la que tanto alude en esa campaña?

R. Horacio Cartes y Santiago Peña, precisamente. Nosotros lo venimos denunciando desde hace 10 años. Últimamente nos han dado la razón, porque lo dicen Gobiernos de otros países. Tienen procesos en Brasil, en Colombia, en Estados Unidos. Ellos representan un Paraguay aislado porque este modelo de ilegalidad ya no lo tolera la comunidad internacional. Tenemos que recuperar la justicia para el país, que hoy está controlado por ese dinero sucio en la Fiscalía, en los jueces, sobornando parlamentarios.

P. Estados Unidos ha estado muy presente desde que aplicó sanciones económicas a Horacio Cartes. ¿Eso ha influido en la campaña?

R. Muchas cosas que han influido. Las investigaciones que hacen en Colombia sobre el [contrabando de] cigarrillo de Cartes han influido porque ahora no era Efraín el único que decía estas cosas. Luego de que Brasil lo declare jefe del crimen organizado transnacional también, desde luego. Y que Estados Unidos lo declare significativamente corrupto, que lo responsabilice del crecimiento del crimen organizado transnacional, son datos que señalan el peligro que significa este modelo de Horacio Cartes y de Santiago Peña.

P. ¿Teme un fraude electoral?

R. Estamos preparados para controlar en todo el territorio nacional. En el 90% de las mesas del país tenemos dos representantes, contra uno del Partido Colorado. Estamos en condiciones de poder tener los resultados antes que la Justicia Electoral. Tenemos los cómputos, tenemos la tecnología, así que el fraude no los vamos a permitir.

R. ¿Por qué los crímenes de la última dictadura de Alfredo Stroessner, que era del Partido Colorado, han quedado fuera de la campaña?

R. Fíjese que tanto Cartes como Santiago Peña han reivindicado el stronismo. Ellos representan el continuismo que viene desde la dictadura, sin ninguna duda. Y hoy la Concertación significa precisamente la conciencia democrática, el Paraguay de la gente decente.

P. Paraguay es el único país de América del Sur que no tiene relaciones diplomáticas con China y tiene un lazo histórico con Taiwán. ¿Qué opina de la relación con Pekín?

R. Las relaciones con China y con Taiwán son especiales. Optar por Taiwán es renunciar al mercado de China. Tenemos que revisar un poco estas relaciones, porque creemos que China es una oportunidad importante que nosotros estamos dejando de lado. Taiwán es una economía importante, con desarrollo, con tecnología, y no está haciendo el esfuerzo que estamos haciendo nosotros, un país con una economía mucho más pequeña. Entonces, creemos que esa situación no se puede mantener. Vamos a discutir y lo vamos a resolver en su momento.

P. Entonces ¿qué hará con la relación con China si gana las elecciones?

R. Vamos a actuar conforme a los intereses nacionales. Lo que convenga a nuestro país, a nuestros productores, a nuestros compatriotas. Desde luego que tenemos también un compromiso. Tenemos alianzas estratégicas a nivel internacional, pero no las podemos hacer en detrimento de los intereses nacionales. Comprendemos la situación, pero necesitamos que también se nos comprenda como país. Creemos que Paraguay debe tener una presencia mucho más importante, sobre todo en los negocios.

P. ¿No teme a una reacción de Estados Unidos si cambia la relación con Taiwán?

R. Las relaciones las va a decidir el Paraguay, somos un país soberano. Tenemos alianzas y valoramos mucho las relaciones con los Estados Unidos, pero las decisiones la tomamos nosotros. Las tomamos dentro, reitero, de un contexto de alianzas internacionales, pero en primer lugar de intereses nacionales. Así que creo que Estados Unidos también respetará nuestros intereses nacionales.

P. El expresidente Cartes trasladó la embajada paraguaya de Tel Aviv a Jerusalén ¿Qué tipo de relación propone con Israel?

R. Vamos a respetar los tratados de las Naciones Unidas, claramente. Nuestra relación con Israel no depende de poner la embajada en Jerusalén. Eso desde luego no tiene ningún sentido. Israel sabe que nosotros estamos comprometidos con ellos desde la creación del Estado de Israel y mantenemos esas relaciones que son firmes y sólidas.

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