Rusia investiga el vídeo de la decapitación de un prisionero ucranio
Un antiguo miembro de Wagner reconoce como miembros del grupo a quienes aparecen en la grabación que ha causado la repulsa internacional
La secuencia es tan horrible que es difícil continuar viéndola más allá de unos segundos. Desde el inicio de la invasión rusa en Ucrania han surgido múltiples testimonios de crímenes de guerra cometidos por ambos bandos —la mayoría, por parte de las tropas rusas, según subrayan informes de Naciones Unidas—, pero nada es comparable al vídeo que vio la luz este martes y en el que un grupo de soldados, supuestamente rusos, cortan la cabeza con un cuchillo a un hombre que intenta zafarse de ellos. La víctima lleva uniforme y distintivos ucranios. Un exoficial ruso que solicitó asilo en Noruega afirmó este miércoles en una entrevista que había reconocido a los autores como mercenarios del grupo Wagner. La Fiscalía General rusa ha abierto una investigación sobre el caso.
Es el segundo vídeo de una presunta decapitación de prisioneros de guerra ucranios que se difunde este abril en los canales de Telegram de militares rusos. El primero, que apareció la semana pasada, mostraba varios cuerpos mutilados al lado de un blindado destruido. De fondo se oyen voces hablando en ruso y bromeando sobre la escena. Su difusión coincidió con la difusión de una fotografía de una cabeza empalada, supuestamente en un sector de la ciudad de Bajmut controlado por las tropas rusas.
Pero es el segundo vídeo el que ha causado estupor, no solo en Ucrania sino también en la comunidad internacional, por el nivel de crueldad que muestra. Josep Borrell, jefe de la diplomacia de la Unión Europea, dio por veraz este miércoles el documento: “Estoy profundamente consternado por el brutal vídeo de la decapitación de un prisionero de guerra ucranio. Es una infracción despreciable de la Convención de Ginebra. Todos los autores y cómplices de crímenes de guerra deben ser procesados”.
La oficina de Derechos Humanos de la ONU en Ucrania emitió un comunicado el miércoles en el que anunciaba que investigaría los hechos y que los autores deben ser procesados por la justicia: “Uno de los vídeos muestra la brutal ejecución de un hombre que parece ser un prisionero de guerra ucranio, mientras que el otro muestra el cuerpo mutilado de, aparentemente, varios militares ucranios. Por desgracia no son hechos aislados. En informes recientes de esta misión se ha informado de otras violaciones del derecho humanitario internacional, también contra prisioneros de guerra”.
La Fiscalía General rusa anunció este jueves en un breve comunicado que ha abierto una investigación para esclarecer los hechos. “Para evaluar la credibilidad de estos materiales y tomar una decisión apropiada, [los materiales] han sido enviados a las autoridades para su verificación”, ha manifestado este organismo. Andrei Medvedev, exoficial de Wagner que el pasado enero huyó a Noruega para pedir asilo y actualmente está en prisión en Suecia, fue entrevistado el miércoles por el canal de televisión en internet del opositor ruso Mijaíl Jodorkovski. Medvedev afirma que, tras analizar detenidamente el vídeo, pudo confirmar su veracidad y la filiación de los asesinos, mercenarios de Wagner. Medvedev reconoció a excompañeros suyos por los alias que nombran para identificarse y el lenguaje utilizado. La ejecución no es reciente; presumiblemente fue grabada en los meses del pasado verano.
Los servicios de inteligencia ucranios han anunciado que su prioridad es identificar a los autores. En sus intervenciones diarias, el presidente ucranio, Volodímir Zelenski, se ha referido en dos ocasiones a este suceso, demostrando así el impacto que ha causado en la sociedad de su país: “Hay algo que el mundo no puede ignorar: qué fácil es matar para estas bestias”. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, admitió el miércoles que las imágenes eran “terribles” pero que es necesario verificar la autoría y si los autores son rusos o ucranios. El pasado marzo se confirmó la autenticidad de un vídeo en el que un prisionero de guerra ucranio, que se había rendido, era ametrallado por fuerzas rusas.
Crímenes en ambos bandos
La Oficina de la ONU para la Monitorización de los Derechos Humanos en Ucrania publicó el pasado marzo un informe demoledor sobre el trato a prisioneros de guerra en el primer año de la invasión. La ONU había detectado violaciones de los derechos humanos cometidas por los dos ejércitos: “Muchas de las violaciones documentadas suponen graves vulneraciones de los derechos humanos y del derecho humanitario internacional y podrían constituir crímenes de guerra”. El informe subrayaba la mayor predisposición de la parte ucrania para colaborar con la ONU que la parte rusa, aunque afirmaba que tenía constancia de “por lo menos 25 ejecuciones sumarias de prisioneros rusos tras ser capturados”.
En lo que concierne a Rusia, el informe de la oficina de la ONU confirmó la ejecución sumaria de por lo menos 15 prisioneros ucranios, el uso de prisioneros como escudos humanos, torturas como práctica habitual en los centros de detención, que por lo menos habrían causado la muerte a cinco hombres y a otros seis por negarles asistencia médica.
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