Arkansas abre una investigación sobre la brutal paliza de tres policías a un detenido
La agresión fue grabada en un vídeo que se viralizó en las redes sociales y los tres agentes han sido apartados del servicio
La Policía Estatal de Arkansas ha anunciado la apertura de una investigación sobre el uso excesivo de la fuerza por parte de tres agentes contra un individuo detenido este domingo tras protagonizar un incidente en una tienda de conveniencia (un escenario parecido al de la detención y asesinato de George Floyd en mayo de 2020 en Minneapolis). El vídeo con la grabación de la paliza se viralizó de inmediato en las redes sociales y, a última hora del domingo, las autoridades tomaron cartas en el asunto, apartando del servicio a los tres agentes y ordenando la investigación.
Mientras dos agentes le golpeaban — incluso haciendo rebotar varias veces la cabeza del sujeto sobre la acera — y el tercero ayudaba a inmovilizarle, el detenido, un joven de 27 años, hacía lo posible por zafarse de los golpes. Había sido detenido pocos minutos antes, acusado de agresión en segundo grado y amenaza terrorista sin especificar, en la tienda que acababa de visitar, a cuyo empleado amenazó y de la que huyó en bici unos pocos metros, hasta que la policía le alcanzó. Tras la paliza, el enésimo ejemplo de brutalidad policial en los últimos años, el joven, que también opuso resistencia a la autoridad, fue trasladado al hospital y, posteriormente, encarcelado.
El suceso ocurrió en la localidad de Mulberry y fue captado por un periodista local con su teléfono móvil. Enseguida fue subido por una usuaria a la red social TikTok, que lo eliminó de la plataforma poco después. Pero la viralización del documento no cesó, convirtiéndose en tendencia a última hora del domingo. La secuencia en que uno de los agentes agarra la cabeza del sujeto y la golpea contra el suelo provocó una airada respuesta por parte de los internautas.
La investigación de la policía estatal se limitará al uso de la fuerza física por parte de los policías, ha advertido el departamento, que luego remitirá la información al fiscal del condado por si los hechos fueran constitutivos de delito. Los casos de brutalidad policial, dirigidos sobre todo contra afroamericanos, latinos y miembros de otras minorías, se han multiplicado en los últimos años, con más repercusión mediática que antaño desde el asesinato de Floyd en 2020, que provocó la mayor ola de protestas raciales en el país desde tiempos de Martin Luther King.
Floyd, cuya agonía a lo largo de casi nueve minutos fue grabada en vídeo por una transeúnte, se convirtió en símbolo de la movilización Black Lives Matter (Las vidas negras importan), que durante 2020 recorrió EE UU y muchas ciudades en el extranjero. El caso de Floyd, como el del asesinato de la también afroamericana Breonna Taylor en su domicilio en un registro antidrogas, ha contribuido a ampliar la exigencia de rendición de cuentas a los cuerpos de seguridad y avivado el debate sobre el racismo de las instituciones.
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