Elon Musk asegura que pondrá fin al veto de Twitter a Donald Trump
El magnate, quien intenta comprar la red social, cree que la suspensión definitiva del expresidente fue “una mala decisión moral y extremadamente absurda”
Elon Musk quiere de vuelta en Twitter a Donald Trump. El multimillonario ha encendido el debate sobre la libertad de expresión en las redes sociales con su oferta de compra de la red social de San Francisco. Y este martes, en una conferencia remota, el dueño de Tesla criticó la decisión de la tecnológica de expulsar permanentemente al expresidente después del asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021. “Para ser claros, creo que fue una mala decisión moral y extremadamente absurda”, dijo el empresario en un foro sobre el futuro del automóvil organizado por el diario Financial Times en San Francisco.
Musk ha disfrazado su compra de Twitter como una cruzada por la libertad de expresión. Este martes, profundizó en su argumento de defensa al republicano, para quien fue asesor empresarial hasta que el exmandatario decidió que Estados Unidos abandonara el Acuerdo de París contra el cambio climático. “No fue correcto el veto a Trump, creo que fue un error... pues enajenó una gran parte del país y finalmente resultó en que Donald Trump no tuviera una voz”, ha asegurado Musk, quien considera a Twitter una “plataforma pública extremadamente importante para el futuro de la civilización”.
Donald Trump dijo recientemente que no volvería a Twitter y que se enfocará a su propia red social, Truth Social, una plataforma de corte conservador que había sido descargada 872.000 veces cuando fue lanzada el pasado 21 de febrero. Pero las instalaciones entre los seguidores del expresidente republicano han perdido fuelle hacia finales de marzo, con 60.000 descargas semanales. El dicho de Trump, sin embargo, fue antes de que Musk le mostrara tan claramente el camino de vuelta a su red social preferida.
“Si hay tuits buenos y malos, estos deberían, o ser borrados, o hacerlos invisibles. Una suspensión temporal debería ser apropiada, pero no una suspensión permanente”, ha añadido Musk este martes. El veto a Trump llegó dos días después de que una turba de sus simpatizantes tomara por asalto el Capitolio en rechazo a los resultados de la elección presidencial en la que ganó el demócrata Joe Biden. “Después de una atenta revisión a los tuits recientes de la cuenta @realDonaldTrump, y del contexto que los rodea, hemos suspendido permanentemente la cuenta debido al riesgo de una mayor incitación a la violencia”, dijo entonces la compañía tecnológica liderada por Jack Dorsey.
Dorsey, quien dejó de ser consejero delegado en noviembre, ha respaldado la opinión de Musk sobre el castigo al expresidente. “Las suspensiones permanentes son un fracaso nuestro y no funcionan”, ha escrito en Twitter uno de los cofundadores de la red social, quien aún conserva el 2% de las acciones de la empresa. A petición de un usuario, Dorsey explicó que el veto de Trump fue una “decisión de negocio” y que no debió haberlo sido. “Siempre deberíamos revisar nuestras decisiones y evolucionar lo necesario”, ha añadido. En abril, el exejecutivo de la empresa afirmó que el dueño de Tesla era el hombre idóneo para tomar las riendas de la plataforma, como forma de arrrebatársela a Wall Street.
En la visión de Musk, Twitter se ha escorado a la izquierda. El magnate cree que una empresa tecnológica “necesita mucho mayor equilibrio” en su gestión de contenidos. El empresario ofreció casi 43.400 millones de dólares por hacerse con la empresa. La operación se cerrará en dos o tres meses. Su asedio a la compañía comenzó con la compra a principios de abril del 9,1% de los títulos de la empresa. Después redobló su apuesta y fue por el todo. Desde entonces, ha dejado entrever algunas de las claves de los cambios que imprimirá el sudafricano desde el timón. Entre estos, la eliminación de los bots de la plataforma, el cobro de una tarifa a organismos e instituciones por la publicación de mensajes, entre otras iniciativas.
Los empleados de la tecnológica, donde se respira ya un aire inminente de cambio, se habían adelantado a la posibilidad que abre hoy Musk. Un portavoz de la empresa dijo hace algunas semanas que las decisiones sobre moderación y política de contenidos no dependía solamente de los ejecutivos y los miembros del consejo de administración. Musk, no obstante, ha enfilado sus críticas (y sus más de 80 millones de seguidores) en las responsables de estos procesos, entre estas la abogada Vijaya Gadde, quien ha sido considerada por los sectores más radicales de la derecha como artífice de la censura al expresidente.
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