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Florida designa el 7 de noviembre como el Día de las Víctimas del Comunismo

Ron DeSantis firma una ley que garantiza que los alumnos de secundaria estudien la “destrucción” que esa ideología ha causado en todo el mundo

Ron DeSantis
Ron DeSantis habla este lunes en la Torre de la Libertad, en Miami.Marta Lavandier (AP)
Iker Seisdedos

La Revolución Rusa se conoce como la Revolución de Octubre, pese a que, por un desajuste entre los candelarios juliano y gregoriano, se conmemora el 7 de noviembre. Nunca más será así en Florida, donde su gobernador, el republicano Ron de Santis, ha firmado una ley para que ese sea el Día de las Víctimas del Comunismo, una fiesta estatal que honre “a los cientos de millones de personas que han sufrido bajo los regímenes comunistas en todo el mundo”. DeSantis también ha aprobado una partida de 25 millones de dólares para restaurar la Torre de la Libertad, el edificio del centro de Miami que acogió a los primeros exiliados después de la Revolución Cubana, y ha decidido nombrar tres carreteras del Estado con los nombres de “valientes cubanos que lucharon contra el régimen de [Fidel] Castro”.

DeSantis, uno de los gobernadores más carismáticos de Estados Unidos, y uno de los pocos capaces de acaparar titulares nacionales casi cada día, ha explicado en un tuit que con la medida busca “honrar a quienes han sufrido bajo el comunismo y recordarle a la gente la destrucción que este ha causado en todo el mundo, incluido un número de muertos que supera los 100 millones. En Florida, diremos la verdad”. En un comunicado oficial, ha añadido después que “enseñar a nuestros estudiantes sobre esas atrocidades es la mejor manera de garantizar que la historia no se repita. (...) Si bien está de moda en algunos círculos blanquear la historia del comunismo, Florida defenderá la verdad y seguirá siendo una punta de lanza por la libertad”.

La nueva norma obliga a los estudiantes de secundaria a recibir, a partir del curso 2023-2024, al menos 45 minutos de clase sobre temas relacionados con los regímenes comunistas y sobre “cómo sufrieron sus víctimas”, continúa el comunicado. DeSantis, que busca la reelección en noviembre, es también uno de los miembros de su partido más destacados en la carrera por presentar una alternativa viable a la candidatura de Donald Trump para buscar la reelección en 2024 para la Casa Blanca.

Gobernador desde 2019 y congresista en Washington entre 2013 y 2018, se ha caracterizado en su desempeño en el cargo por promover leyes para intervenir los programas educativos en Florida. La más conocida probablemente sea la Ley del Derecho de los Padres sobre la Educación, popularizada por sus detractores como la Ley de No Digas Gay (Don’t Say Gay), porque prohíbe hasta la edad de nueve años la discusión en clase entre profesores y alumnos sobre orientación sexual e identidad de género, la permite en cursos posteriores, pero solo cuando se considere que es “apropiada para la edad o el desarrollo” de los estudiantes y alienta a los padres a que denuncien a los docentes que se la salten. Esa ley lo ha enfrentado a la multinacional Disney, y como represalia ha revocado los privilegios asociados a su parque temático de Disney World, en Orlando, después de que su presidente ejecutivo, Ron Chapek, criticara la iniciativa.

El gobernador ha firmado la nueva norma en un acto celebrado en la Torre de la Libertad, edificio que acogió a principios de los años sesenta a los primeros exiliados llegados a Cuba escapando del régimen de Castro, en el poder desde 1959. Hoy alberga un museo sobre diseño y un centro dedicado a la memoria del Legado Cubano y la Experiencia del Exilio . DeSantis compareció rodeado de funcionarios y líderes de la comunidad y del exilio cubanos, según informa la agencia Efe.

La memoria de Oswaldo Payá

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Entre ellos estaba Rosa María Payá, hija del opositor Oswaldo Payá, líder del Movimiento Cristiano Liberación y premio Andrei Sajarov de los derechos Humanos del Parlamento Europeo en 2002, fallecido en 2012 en la provincia oriental de Bayamo, en Cuba, en un accidente de tráfico en el que también murió otro opositor, Harold Cepero. Conducía el coche el político español Ángel Carromero (PP), que fue condenado a cuatro años por homicidio imprudente. La familia de Payá se exilió en 2013 en Miami. “El próximo julio se cumplirá el décimo aniversario del asesinato de mi padre a manos del régimen cubano”, dijo Rosa María Payá. “Hay al menos mil presos políticos en Cuba por marchar pacíficamente exigiendo la libertad. Es hora de detener este proceso, esta fábrica de víctimas del comunismo. Aprecio esta iniciativa y el hecho de que estemos honrando a las víctimas del comunismo enseñando a los jóvenes sobre sus males”.

Una carretera del condado Miami-Dade recibirá el nombre de Oswaldo Payá. Una plaza recordará a Arturo Díaz Artiles, un farmacéutico que fue clave en la vida de los exiliados en Miami, y otra vía homenajeará la memoria de Coralia Capdevila, fundadora de un emblemático restaurante cubano en Tampa Bay, en el centro del Estado.

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Sobre la firma

Iker Seisdedos
Es corresponsal de EL PAÍS en Washington. Licenciado en Derecho Económico por la Universidad de Deusto y máster de Periodismo UAM / EL PAÍS, trabaja en el diario desde 2004, casi siempre vinculado al área cultural. Tras su paso por las secciones El Viajero, Tentaciones y El País Semanal, ha sido redactor jefe de Domingo, Ideas, Cultura y Babelia.

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