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Zelenski invoca el 11-S y Pearl Harbor para pedir más ayuda militar a Estados Unidos

El presidente ucranio pronuncia un dramático discurso ante el Congreso y apela al presidente Biden: “Hoy ser el líder del mundo significa ser el líder de la paz”. El mandatario estadounidense anuncia el envío de drones y, por primera vez, llama a Putin “criminal de guerra”

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky, en pantalla dirigiéndose al Congreso de Estados Unidos, este miércoles, 16 de marzo.Foto: Scott Applewhite
Amanda Mars

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, se dirigió este miércoles al Congreso de Estados Unidos con un discurso dramático, mientras las bombas seguían golpeando a su población, para implorar más ayuda militar que frene la sangrienta invasión rusa. Vestido con camiseta color caqui militar y con el rostro cansado, Zelenski invocó grandes traumas históricos estadounidenses como la matanza de Pearl Harbor y los atentados del 11-S para convencer al más poderoso de sus aliados de dar un paso más y, entre otras medidas, activar una zona de exclusión aérea para impedir los ataques de aviones rusos sobre Ucrania. “Os necesitamos ahora. Os pido que hagáis más”, clamó. “Hoy ser el líder del mundo significa ser el líder de la paz”, recalcó, apelando a Joe Biden.

El líder norteamericano compareció horas después en la Casa Blanca y firmó la entrega de 800 millones de dólares (unos 727 millones de euros) adicionales de ayuda militar a Ucrania, que forma parte del gran programa aprobado de 13.600 millones (12.370, en euros) la semana pasada por el Congreso. Además de munición y sistemas de misiles, incluirá drones. Biden saludó el “excepcional” discurso del ucranio y aseguró, en respuesta directa al mandatario: “Vamos a hacer más en los próximos días y semanas”. Más tarde, al abandonar otro acto y en respuesta a un periodista, el presidente calificó a Vladímir Putin por primera vez de “criminal de guerra”. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, calificó las palabras de Biden de “retórica inaceptable e imperdonable”, según la agencia Tass.

Zelenski, que intervino por videoconferencia, no es el primer líder extranjero que habla al Capitolio —antes lo han hecho un puñado de franceses y británicos, la alemana Angela Merkel, el papa Francisco o Nelson Mandela—, pero pocas intervenciones alcanzan el calado histórico de la intervención de la mañana de este miércoles, llevada a cabo en el vigésimo primer día de guerra. Ochenta años atrás, el 26 de diciembre de 1941, fue Winston Churchill quien tocó a rebato ante los legisladores de Washington. Estados Unidos acababa de entrar en la II Guerra Mundial, a raíz del bombardeo de la base naval estadounidense de Pearl Harbor (Hawái) por parte de Japón.

El líder ucranio agitó ese recuerdo desde la pantalla ante los congresistas y senadores de Estados Unidos, que le escuchaban reunidos en sesión conjunta en el vestíbulo de visitantes del Capitolio, pues el vídeo en gran formato no se podía reproducir en la sala de plenos. “Ahora os necesitamos, os pido que recordéis Pearl Harbor, cuando fuisteis atacados. Recordad el 11-S”, subrayó. Zelenski ha solicitado a las potencias occidentales más sanciones, más armamento (especialmente aviones) y, lo más controvertido, su involucración en la defensa aérea del país, lo que pasa por la tan traída y llevada activación de una zona de exclusión aérea, que Occidente, por el momento, rechaza para tratar de evitar una escalada.

“Pedimos ayuda para poner fin a este terror. ¿Es demasiado pedir que cierren el cielo para salvar la vida de las personas?”, exclamó el presidente. Grosso modo, una zona de exclusión aérea consiste en prohibir todos los vuelos militares en una determinada área, lo que implica que cualquier aparato que entre en la zona de exclusión puede ser derribado. Rusia ha advertido de que consideraría esa medida una declaración de guerra por parte de la OTAN.

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El dirigente advirtió de que no es solo Ucrania lo que el líder ruso Vladímir Putin ha atacado desde que lanzó la invasión, el 24 de febrero, sino Europa y los valores democráticos en todo el mundo. “Ahora mismo se decide el destino” de Ucrania, dijo, pero también “valores humanos” universales. ”En el momento más oscuro para nuestro país, para toda Europa, os pido que hagáis más. Se necesitan nuevos paquetes de sanciones, constantemente, todas las semanas, hasta que se detenga la máquina militar rusa”, subrayó.

Pronunció la mayor parte de su discurso en ucranio, pero terminó en inglés para apelar directamente a Biden: “Usted es el líder de su gran nación. Quiero que sea el líder del mundo y ser el líder del mundo hoy significa ser el líder de la paz”.

El nombre de Zelenski, un excómico de profesión de 44 años que llegó al poder tras arrasar en las elecciones de 2019, ya había sonado muchas veces en ese Capitolio antes de esta guerra. Las presiones que el líder ucranio recibió del presidente Donald Trump —incluyendo la congelación de las ayudas militares— para tratar de perjudicar la carrera electoral de Biden en 2020 motivó el primer juicio de impeachment contra el republicano. La historia ha querido colocarlo este miércoles, de nuevo y en una situación más amarga, en el centro del templo de la democracia estadounidense. Esta vez, sin embargo, republicanos y demócratas han encontrado en la crisis de Ucrania uno de los escasos puntos de consenso, y el presidente ucranio ha logrado una ovación unánime.

El Congreso ha presionado a Biden desde el principio de la crisis para que aprobase sanciones contra Putin y redoblase las ayudas a la antigua república soviética. La semana pasada salió adelante, por amplia mayoría, un programa de gasto gubernamental que incluye alrededor de 12.370 millones de euros adicionales para el país, en materia de apoyo humanitario y militar. Varios legisladores también se han pronunciado a favor del envío de cazas para que Ucrania pueda utilizarlos, algo con lo que no están de acuerdo los aliados, pero la zona de exclusión aérea apenas concita consenso.

“Haremos que Putin pague el precio”, ha prometido Biden desde la Casa Blanca, tras el discurso de Zelenski. La partida de 727 millones de euros en material de guerra se suma a los 318 millones aprobados tras la invasión, que a su vez se habían añadido a los 590 millones de euros que Estados Unidos ya había destinado a la seguridad de Ucrania el año pasado.

Ucrania no es un país miembro de la OTAN y por eso los países de la Alianza (Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Canadá, entre otros) rechazan enviar a sus tropas a luchar del lado ucranio, pero sí han respondido a Rusia con un arsenal de sanciones económicas sin precedentes y han entregado a Kiev recursos para su defensa.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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