América Latina celebra la despenalización del aborto en Colombia como “un triunfo de las mujeres”

La noticia sobre la despenalización del aborto hasta la semana 24 se vivió como una final de infarto que se iba adelantando a través de redes sociales, con filtraciones esporádicas de información. En Bogotá, afuera de la Corte Constitucional donde se tomó la histórica decisión, mujeres del movimiento Causa Justa por el aborto lloraban y celebraban incluso antes de conocerse el fallo oficial. Una vez se hizo pública, la celebración se extendió a toda América Latina.

En Colombia, los candidatos presidenciales no tardaron en pronunciarse. “Acierta la Corte Constitucional al despenalizar el aborto porque es, ante todo, un asunto de salud pública. Las mujeres tienen la capacidad de decidir sobre sus cuerpos y lo que necesitan es que los procedimientos sean legales, seguros y no les representen ningún riesgo”, escribió el precandidato Sergio Fajardo, de la Coalición Centro Esperanza.

El también aspirante de la alianza de centro, Alejandro Gaviria, dijo que se trataba de un fallo histórico. “Es un triunfo de las mujeres, de la sociedad civil y de la salud pública. Eliminará algunas de las barreras existentes por desconocimiento de los trabajadores de la salud y de las mismas mujeres y por interpretación de la jurisprudencia”.

Desde la izquierda, el precandidato Camilo Romero, también se pronunció sobre la decisión. “Celebramos que las voces de las mujeres se hayan escuchado y hoy sean ellas quienes legalmente puedan decidir sobre sus cuerpos. La decisión de la Corte Constitucional ratifica que la nueva política será feminista o no será”. Francia Márquez, la precandidata de esta misma coalición señaló que el fallo apunta a tener “una maternidad deseada con amor y alegría. Un triunfo en favor de las mujeres en nuestro país”. Hasta este momento, el líder de izquierdas Gustavo Petro, que lidera las encuestas de la carrera presidencial, no ha opinado sobre la noticia que ha sacudido al país.

El movimiento de mujeres en Colombia llevaba 500 días esperando que la Corte tomara una determinación y denunciaba dilaciones. A través de un comunicado, las voceras del movimiento que reúne a médicas, politólogas y periodistas, entre otras, señaló que este fallo “supone un avance en el reconocimiento de la libertad y autonomía reproductiva y sitúa a Colombia como el país con el modelo de plazos más amplio de todo el continente” y beneficia a los prestadores de servicios de salud que podrán realizar el procedimiento de aborto o interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 24 “sin enfrentar la amenaza de una persecución penal”.

Pero no era la respuesta que esperaban. “Al mantener el aborto en el ámbito penal y no en el de la salud pública, se permite que continúe la criminalización de mujeres que acceden a este procedimiento”, dijo Ana Cristina González Vélez, pionera del movimiento Causa Justa y cofundadora de La Mesa por la Vida y la Salud de las Mujeres. “Seguiremos insistiendo hasta que deje de usarse este delito que es injusto, ineficaz y contraproducente. Los plazos sin duda reconocen en cierta medida la autonomía de las mujeres hasta una cierta etapa del embarazo, pero no se sustentan en razones científicas y niegan la capacidad de las mujeres para decidir como sujetos morales plenos”.

Otras mujeres de la política colombiana se manifestaron a favor del fallo. La alcaldesa de Bogotá, Claudia López, lo calificó como uno de los triunfos más importantes para las mujeres en la historia reciente del país. “Qué emoción haber vivido para ver al fin este logro para las mujeres en Colombia! Después del derecho al sufragio, este es el logro histórico más importante para la vida, la autonomía y la realización plena e igualitaria de las mujeres”, escribió.

La ex candidata presidencial Ángela María Robledo destacó que “así son las luchas de las mujeres por sus derechos: intensas, permanentes, cotidianas y amorosas”. Mientras la académica y candidata del Nuevo Liberalismo, Sandra Borda, agradeció a las mujeres que insistieron para que el tribunal Constitucional respondiera a la demanda. “A todas y cada una de las mujeres que con su decisión, su empeño y su lucha hicieron posible la decisión de despenalizar el aborto hasta las 24 semanas, un abrazo fraterno de mujer a mujer. Hemos dado un paso enorme para muchas de nosotras”.

La celebración se extendió a países como República Dominicana, donde el aborto está prohibido en toda circunstancia. Desde allá la feminista Sergia Galván, que el año pasado hizo una acampada para exigir al presidente que cumpliera con su promesa de despenalizar la interrupción del embarazo en las tres causales básicas, celebró el avance de las colombianas. “¡Ya es legal! ¡Ya es legal! ¡El Aborto en Colombia es legal!”, escribió en su cuenta de Twitter en un mensaje que acompañó con la etiqueta usada por las feministas de su país ‘Las causales van’.

Desde El Salvador, otro de los países de la región más restrictivos, la feminista y defensora de los derechos humanos Morena Herrera celebró la decisión colombiana como un “importantísimo paso en Colombia y un ejemplo para los países de América Latina”.

Juan Pappier, experto en Colombia de Human Rights Watch, dijo que “la penalización del aborto es una política fracasada. Y debe terminar” y lo puso en contexto de la región. “Al igual que Argentina y México, Colombia ha tomado una decisión clave para los derechos humanos de las mujeres”. Y el candidato al Congreso Humberto de La Calle resaltó el carácter garantista de este Tribunal. “La Corte Constitucional como siempre en la vanguardia de los derechos. La despenalización del aborto es un paso en contra de la discriminación contra las mujeres”.

Aunque el presidente Iván Duque no se había pronunciado, algunos de sus funcionarios sí lo hicieron, pero para censurar la decisión de la corte. “Un Estado que decide eliminar una porción de los seres humanos, desde el primer día o hasta la semana 24, se convierte en genocida y totalitario. Duele ver cómo la sociedad es sometida por la cultura de la muerte. Esto es un acto de violencia con apariencias de juridicidad”, escribió el Embajador de Colombia ante la OEA, Alejandro Ordóñez.

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