Decenas de intelectuales europeos apoyan al candidato chileno Boric ante “un peligro real de involución” si gana el derechista Kast

Un grupo de intelectuales europeos que ven “un peligro real de una involución” en Chile han firmado un manifiesto de apoyo al candidato presidencial Gabriel Boric ante la segunda vuelta de las presidenciales en las que se enfrentará el domingo al derechista José Antonio Kast. Los firmantes consideran que hay que fortalecer un frente izquierdista que bloquee la “amenaza” que suponen autoritarismos como los que han ejercido el estadounidense Donald Trump o el brasileño Jair Bolsonaro. Y recuerdan que Europa ha apostado por un nuevo modelo económico “sostenible y redistributivo” a la sombra de las consecuencias de la pandemia de covid-19 con los fondos de recuperación o la Europa social.

“Desde Europa, una mayoría de ciudadanos y ciudadanas y de líderes políticos y de la sociedad civil vemos con respeto y admiración las masivas movilizaciones sociales del pueblo chileno exigiendo mayor justicia e inclusión y una superación definitiva del legado de la dictadura pinochetista”, se lee en el texto al que se han adherido más de 80 personalidades. Entre ellas figuran el expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, el ex primer ministro italiano y líder del Partido Democrático Enrico Letta, el economista y profesor Thomas Piketty, así como el exvicepresidente de la Comisión Europea Joaquín Almunia, junto a otros políticos, catedráticos, periodistas o sindicalistas.

Todos ven con entusiasmo y esperanza el proceso abierto en el país latinoamericano y saludan el reciente proceso constituyente, cuya convención de 155 miembros preside la doctora Elisa Loncón, una indígena mapuche. “Miramos con esperanza un futuro de convivencia, de paz y democracia, de igualdad y pluralidad”, señalan los firmantes a la luz del proceso para alumbrar la nueva Ley Fundamental.

“La lucha política que acontece en Chile es también la lucha de todas y todos los europeos por un mundo más democrático, inclusivo y sostenible”, puede leerse. El texto pretende tender un puente desde Europa a Latinoamérica incidiendo en que “tanto en Chile como en Europa, la democracia, los derechos y las libertades se encuentran seriamente amenazados por el resurgimiento de unos líderes y movimientos de ultraderecha con tentaciones autoritarias”.

Aluden directamente al expresidente estadounidense Donald Trump, que “produjo la más grave crisis democrática e institucional de su historia”, o al actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro, que ataca “las instituciones democráticas y promueve discursos de odio”. También señalan al fujimorismo, que dejó en Perú “graves secuelas que aún perduran en la sociedad” pese a que el izquierdista Pedro Castillo, un profesor de origen rural, venció en los comicios del pasado julio.

Con “estas corrientes de la ultraderecha”, añaden, “se normaliza lo peor; las desigualdades económicas, sociales y territoriales; el abuso de poder y de la fuerza; la violencia contra la mujer y la diversidad sexual; la impunidad frente a la violación de derechos; o la criminalización de los inmigrantes. Todo ello viene acompañado de posturas negacionistas respecto al cambio climático, el rechazo a la vacunación para combatir la pandemia, y un ataque frontal al multilateralismo”.

Firman también el manifiesto Ernest Urtasun, vicepresidente del grupo de Los Verdes en el Parlamento Europeo; la copresidenta del Grupo de Izquierda en el Parlamento Europeo, Manon Aubry; los secretarios generales de UGT y CC OO, Pepe Álvarez y Unai Sordo; el periodista Joaquín Estefanía o la profesora de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid Máriam Martínez-Bascuñán.

Ese modelo de “autoritarismo y desigualdad” frente al de la “democracia y libertad”, señalan los firmantes del manifiesto, es el que está en juego en las elecciones del 19 de diciembre en Chile. “Ante el peligro real de una involución en Chile, no podemos ser, ni somos, indiferentes o neutrales. Decimos no a la normalización de las políticas de ultraderecha”, concluyen para justificar la de Gabriel Boric como “única opción”.

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