_
_
_
_

Liberado un preso en EE UU tras pasar 43 años en la cárcel por error

Kevin Strickland fue condenado en 1978 a cadena perpetua, cuando tenía 19 años, por un crimen que nunca cometió

Yolanda Monge
Kevin Strickland, 62 años, tras ser puesto en libertad este martes.
Kevin Strickland, 62 años, tras ser puesto en libertad este martes.Rich Sugg (AP)

Kevin Strickland fue condenado a cadena perpetua cuando tenía 19 años por un triple asesinato ocurrido en Kansas City en 1978. Con 62 años, y tras pasar 43 de ellos entre rejas, un juez del Estado de Misuri ha absuelto este martes a este afroamericano por considerar que se había cometido un error judicial. Strickland es el reo que más años ha pasado por equivocación en prisión en Misuri y uno de los que más tiempo ha estado encarcelado erróneamente en la historia de Estados Unidos.

En su dictamen, el magistrado James Welsh concluye que no existió “ninguna prueba física que implicara directamente a Strickland” en el asesinato del 25 de abril de 1978 de Sherrie Black, Larry Ingram y John Walker en Kansas City, quienes fueron atados y fusilados por un grupo de cuatro personas.

“Strickland fue condenado únicamente con el testimonio de una testigo, [Cinthya] Douglas, que más tarde se desdijo de sus declaraciones, en las que lo había identificado como uno de los cuatro autores” del crimen, argumenta Welsh en su resolución. En consecuencia, el juez pidió “la liberación inmediata” del preso.

El primer juicio de Strickland resultó nulo, ya que el único miembro afroamericano del jurado no le consideraba culpable. En un segundo proceso, en el que el jurado estaba compuesto íntegramente por blancos, el entonces joven de 19 años fue declarado culpable. Strickland, que fue detenido cuando su hija contaba apenas siete semanas de vida, siempre ha proclamado su inocencia.

Tanto una de las supervivientes del crimen, Cinthya Douglas, como uno de sus autores, Vincent Bell, contaron en varias ocasiones que estaba en la cárcel encerrado el hombre equivocado. En el caso de Douglas, un abogado le dijo a esta mujer, que murió en 2015, que no intentara reabrir el caso o de lo contrario sería acusada de perjurio.

Solo cuatro meses después de que Strickland ingresara en prisión, Bell dijo en un tribunal que Douglas “había cometido un error del demonio” al confundir a Strickland con otro adolescente que formaba parte del grupo del primero. Bell insistió varias veces durante su proceso en que Strickland no estuvo nunca en la escena del crimen.

Conocer lo que pasa fuera, es entender lo que pasará dentro, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Citado por el diario The Washington Post, L. R. Strickland, hermano del preso puesto en libertad, relata que el veredicto de entonces no le sorprendió dada la situación de violencia y animadversión por los negros que se vivía en Kansas City y su entusiasmo por la “justicia bíblica”. “Creo que esta ciudad quería que alguien fuera responsable”, dijo. “Solo sé que sentí un gran alivio por el hecho de que mi hermano no fuera condenado a muerte”.

Según el Registro Nacional de Exoneraciones, de las universidades de Irvine en California y Michigan, citado por la agencia France Presse, unas 2.500 personas absueltas por la justicia en los últimos 30 años han pasado una media de casi 14 años en prisión, con un máximo de 47 años y 2 meses.

Finalmente, Douglas, la mujer que sobrevivió al crimen escribió un correo electrónico en 2009 al Midwest Innocence Project, una organización sin ánimo de lucro que ayuda a individuos que han sido condenados erróneamente. En ese correo, Douglas solicitaba información sobre cómo ayudar a “alguien acusado por error”. “Esto sucedió en 1978, fui la única testigo visual y las cosas no estaban claras en aquel entonces, pero ahora sé más y quiero ayudar a esta persona si puedo”.

Cuando Strickland supo que Douglas murió sin haber llegado a retractarse formalmente del testimonio que le llevó a prisión sintió que la posibilidad de ser exonerado desaparecía para siempre. Desde este martes, Strickland es un hombre libre que ha declarado al diario de Washington que sus dos deseos eran ir a la tumba de su madre, fallecida este verano, y ver el mar, por primera vez en su vida.

Sigue toda la información internacional en Facebook y Twitter, o en nuestra newsletter semanal.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_