Un evento “pedagógico” de la policía de Colombia termina con esvásticas y uniformes nazis
El presidente Duque critica el acto en el que un grupo de uniformados exalta a la Alemania nazi
Un nuevo escándalo, con alcance diplomático, sacude a las fuerzas de seguridad de Colombia. En un evento de una escuela de policía en el departamento del Valle del Cauca, en el suroeste del país, los uniformados exaltaron este jueves a la Alemania nazi, con esvásticas, uniformes e iconografía, en unas imágenes que han inundado las redes sociales en medio de un aluvión de críticas. En las fotos publicadas fugazmente por la propia Policía Nacional incluso aparece una persona disfrazada como Adolf Hitler. El Gobierno de Iván Duque, empezando por el mismo presidente, ha condenado sin matices el evento.
Las embajadas de Alemania e Israel en Bogotá no tardaron en expresar su “total rechazo a cualquier muestra de apología al nazismo”, en un comunicado conjunto. “Eventos como este son indignantes y ofenden de manera directa no solo a los judíos, sino también a todas las víctimas del régimen nazi y sus criminales”, manifestaron las delegaciones diplomáticas, que hicieron un llamado al Gobierno de Colombia para “reforzar la pedagogía en las instituciones oficiales y el sistema educativo sobre el Holocausto”. También aprovecharon la ocasión para pedir que Bogotá se adhiera a la Alianza Internacional de Conmemoración del Holocausto.
La Policía Nacional explicó que la desafortunada ceremonia en la Escuela de Policía Simón Bolívar de Tuluá era parte de una actividad pedagógica sobre historia universal en el marco de la “Semana de Internacionalización”, con Alemania como una suerte de país invitado, aunque sin ningún contacto con la Embajada en Bogotá. “Se trata de hechos que van en contravía de la política institucional de absoluto respeto por los derechos humanos”, declaró la general Yackeline Navarro Ordóñez, directora nacional de escuelas de la policía, en un mensaje en video divulgado la noche del jueves. La institución destituyó de manera inmediata al director de la escuela Simón Bolívar, además de ofrecer excusas públicas a la comunidad judía y a todas aquellas personas ofendidas por el “uso de emblemas nazis y la caricaturización del uniforme policial”, que calificó de “inaceptable”. Sin embargo, la controversia no se ha detenido. “Ninguna explicación es suficiente”, reaccionó al declararse “consternado y profundamente decepcionado” Philip Goldberg, el embajador de Estados Unidos, el más estrecho aliado de Bogotá en asuntos de seguridad.
“Cualquier apología al nazismo es inaceptable y condeno toda manifestación que haga uso o referencia a símbolos alusivos a quienes fueron responsables del holocausto judío que cobró la vida de más de seis millones de personas”, señaló este viernes en sus redes sociales el presidente Iván Duque. “El antisemitismo no tiene cabida en el mundo”, añadió el mandatario, que la semana pasada llegó de una gira internacional que incluyó a Israel, un país con el que su Ejecutivo ha buscado sellar una estrecha alianza. Justamente durante ese viaje, el ministro de Defensa, Diego Molano, desató otra polémica diplomática al señalar a Irán, un país con el que Bogotá sostiene relaciones desde 1975, como un “enemigo”, en unas declaraciones que Duque tuvo que rectificar. La Cancillería se sumó a las disculpas de la policía a la comunidad judía por lo que calificó como una actividad “desafortunada e incomprensible”.
En paralelo a los intentos por zanjar la controversia de los emblemas nazis, varios observadores han recordado otra polémica reciente. A pesar de que en su país lo han señalado como un neonazi, el entomólogo chileno Alexis López ha sido invitado a dar cátedra a militares colombianos. “En la escuela militar se estudian todas las teorías de defensa, todas las teorías de seguridad”, defendió el ministro Molano el pasado mayo al justificar en la “libertad de cátedra” la invitación para que López le hablara a los cadetes. En medio de las masivas manifestaciones contra el Gobierno de ese entonces, el expresidente Álvaro Uribe, fundador del Centro Democrático, el partido de Duque y Molano, también apeló al concepto de la “revolución molecular disipada”, promovido justamente por Alexis López.
Tanto los militares como los policías colombianos han estado rodeados por la controversia durante la Administración Duque, en medio de un clima de deterioro de la seguridad que incluye el incesante asesinato de líderes sociales, ambientalistas y excombatientes de las FARC que firmaron un acuerdo de paz hace cinco años, así como el aumento de las masacres y repetidos episodios de brutalidad policial, muchos en medio de las oleadas de protestas contra el Gobierno. Una larga cadena de escándalos que ha afectado la imagen de los uniformados incluye el fantasma del regreso de las ejecuciones extrajudiciales de civiles, el espionaje de opositores políticos y periodistas o la violación de niñas indígenas por parte de militares, lo que ha provocado diversos cuestionamientos con relación a la formación y la doctrina de las fuerzas seguridad colombianas.
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