Biden pide la renuncia del gobernador demócrata de Nueva York tras el informe de Fiscalía que confirma su acoso a varias mujeres
La Fiscalía concluye, a raíz de una investigación independiente, que las acciones atribuidas a Andrew Cuomo incluyen abusos físicos y represalias
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, un peso pesado del Partido Demócrata cuyo nombre ha sonado constantemente como posible presidenciable, acosó sexualmente durante años a al menos 11 mujeres y represalió a quien se quejó en público, según ha concluido una exhaustiva investigación independiente encargada por la Fiscalía a raíz de las primeras denuncias públicas. Las acciones atribuidas a Cuomo incluyen abusos físicos, comentarios e intimidación; violan leyes federales y estatales y dejan a este patricio de la política estadounidense, hijo del famoso gobernador Mario Cuomo y hermano de la estrella de la CNN Chris Cuomo, con un difícil escenario para seguir adelante. El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha considerado esta tarde que debe dimitir, pero hasta ahora el gobernador se ha negado.
Desde que estalló el escándalo, Cuomo siempre ha negado las acusaciones y ha rechazado renunciar pese a las presiones desde su propio partido. Este martes lo ha vuelto a hacer tras conocerse públicamente el demoledor informe y las nuevas peticiones de renuncia. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, lo planteó en un comunicado. Biden ha hecho lo propio en una rueda de prensa por la tarde, dejándole completamente solo. Cuomo ha relacionado todo el proceso con la baja política, lo que abre la puerta a que la Asamblea legislativa estatal ponga en marcha un procedimiento de impeachment, es decir, un juicio parlamentario para su destitución, un proceso que ya se planteó a la espera de las conclusiones de la investigación.
Las pesquisas se han prolongado durante cinco meses y han corrido a cargo de dos abogados independientes que han entrevistado a 179 personas, revisado 74.000 materiales (correos, documentos, mensajes, fotografías) e interrogado al propio gobernador durante 11 horas. El documento elaborado, de 165 páginas, describe un ambiente tóxico, de “miedo e intimidación”, idóneo para cometer los abusos de forma impune. En total, 11 mujeres han acusado a Cuomo por situaciones de acoso de diferente grado, nueve de ellas actuales o antiguas empleadas. Joon H. Kim, uno de los dos abogados al frente del caso, recalcó en una rueda de prensa: “Nuestra investigación ha revelado que estos no eran incidentes aislados, sino que formaban parte de un patrón de comportamiento”.
La conferencia de prensa resultó demoledora por la minuciosa narración de los hechos denunciados. Tomó la palabra la fiscal general, Letitia James, quien calificó de “perturbadoras” las revelaciones obtenidas y afirmó que el gobernador de Nueva York había “infringido leyes estatales y federales”, lo que, pese a que la investigación es civil y algunos episodios han prescrito, dejan a Cuomo en una posición imposible. Acto seguido, los investigadores detallaron varios de los casos. El informe incluye algunos conocidos a través de las denuncias que se hicieron públicas entre diciembre y marzo, pero también nuevos, como el de una agente del cuerpo de policía estatal que solicitó tener a su servicio después de una breve reunión en 2017.
Según esta policía, Cuomo la tocó en varias ocasiones. Pasaba la mano por su estómago cuando ella le sujetaba la puerta, deslizaba su dedo espalda abajo cuando la tenía delante en el ascensor, la besó en otra ocasión en la mejilla y le preguntó por qué no llevaba vestido. Una empleada actualmente a su servicio, cuyo nombre no ha trascendido, acusó a Cuomo de haberle agarrado el pecho en la mansión oficial el año pasado.
Otra, Charlotte Bennet, que fue asistente de Cuomo y había denunciado ya públicamente, cuenta que el gobernador le preguntó si tenía relaciones con hombres mayores y le dijo que él se sentía “solo” y que deseaba “ser tocado”. A Lindsey Boylan, exempleada del departamento de desarrollo económico, Cuomo le tocó las piernas y la cintura, la besó en los labios y en la mejilla y, en una ocasión, le propuso jugar al strip poker, según el informe. Virignia Limmatis, trabajadora de una compañía de energía, declaró que le había tocado el pecho en un evento en 2017.
Al margen de los casos concretos, el informe describe un clima de discriminación sexual contra las mujeres. “Había una cultura en la que no podías decir ‘no’ al gobernador y, si se le enfadaba a él o algunos de sus altos cargos, podían descartarte, dejarte de lado o algo peor”, señaló Kim.
Cuomo, de 63 años, vivió un 2020 de gloria mediática por su gran capacidad de comunicación en la crisis de la pandemia, pero entre finales de ese año y principios de 2021 comenzaron a aflorar dos graves crisis: los datos falseados para ocultar la mala gestión de las residencias de ancianos y las primeras denuncias públicas de acoso. En marzo, una quincena de legisladores demócratas por Nueva York, entre ellos los prominentes Chuck Schumer, el líder del Senado, Alexandria Ocasio-Cortez y Jerry Nadler reclamaron su renuncia. Cuomo defendió su inocencia y pidió una investigación independiente.
Las conclusiones de esta acaban de hacerse públicas y no han cambiado la postura del político. El gobernador se dirigió al público en un mensaje de vídeo grabado en el que insisitió en su inocencia: “Quiero que sepan directamente de mí que nunca toqué a nadie de manera inapropirada ni hice insinuaciones sexuales inapropiadas”, dijo, y añadió que “la política y el sesgo” están presentes “en cada aspecto de esta situación”. “Uno sería ingenuo de no verlo y los neoyorquinos no son son ingenuos”. Citó a su padre, el difunto gobernador Mario Cuomo: “Él solía decir que la política es un negocio sucio, tenía razón, como era habitual”.
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