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Biden insta al régimen castrista a escuchar las protestas de los cubanos: “Es una llamada de libertad”

El presidente de Estados Unidos, que ha mantenido las sanciones impuestas por la Administración de Trump, pide que se respete el derecho a las movilizaciones pacíficas en las calles

El presidente Joe Biden, el pasado 2 de junio en una comparecencia en la Casa Blanca. En vídeo, Biden ha apoyado este lunes a los manifestantes de Cuba en su primera declaración sobre las protestas.Vídeo: CARLOS BARRIA / REUTERS
Amanda Mars

Joe Biden ha dado un espaldarazo a los manifestantes de Cuba en su primera declaración sobre las protestas desatadas este domingo contra el régimen castrista, las mayores desde la crisis de los años noventa. En un comunicado enviado este lunes por la mañana, el presidente de Estados Unidos ha pedido a La Habana que atienda las demandas de los cubanos. “Estamos con el pueblo cubano y su llamada alta y clara de libertad y alivio” ante los estragos de la pandemia y “las décadas de represión y sufrimiento económico a las que se han visto sujetos por parte del régimen autoritario cubano”.

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El líder demócrata, que se ha distanciando de la política del deshielo iniciada por Barack Obama, ha pedido respeto a la protesta pacífica en la isla. “El pueblo cubano está reivindicando de forma valiente sus derechos fundamentales y universales”, apunta en su texto, y concluye: “Estados Unidos llama al régimen cubano a escuchar a su pueblo”.

Las palabras de Biden se han hecho públicas la misma mañana en que el líder del régimen castrista, Miguel Díaz-Canel, ha denunciado que Washington mantiene “una política de asfixia económica para provocar estallidos sociales en el país”. Desde que se instaló en la Casa Blanca el pasado enero, el nuevo presidente demócrata no ha tocado ni una sola de las sanciones impuestas por la Administración republicana de Donald Trump, ni siquiera, pese a las peticiones de los aliados de la Unión Europea, la entrada en vigor del título III de la Ley Helms-Burton, que permite las demandas de ciudadanos estadounidenses contra empresas internacionales por lucrarse con propiedades confiscadas por Fidel Castro tras la revolución.

El proceso de deshielo impulsado por el Gobierno de Obama, del que Biden fue vicepresidente, no trajo consigo los avances de democratización, apertura y derechos humanos esperados y Trump lo finiquitó con una artillería de sanciones que han acabado haciendo mella en la economía y el bienestar de la isla. La suavización del pulso con La Habana ofrece unos beneficios políticos muy limitados para Biden y graves perjuicios potenciales, habida cuenta la presión republicana, especialmente en feudos electorales tan relevantes como Florida. El cubanoamericano Marco Rubio, senador conservador por este Estado, criticó que el pronunciamiento del presidente no llegase hasta 24 horas después del inicio de las protestas y alertó contra el “chantaje” de La Habana para volver al marco de relaciones de la era Obama.

La subsecretaria interina para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado, Julie Chung, publicó el domingo un mensaje en su cuenta de Twitter que provocó las críticas de los republicanos, pues atribuyó las protestas a los problemas derivados de la covid-19, sin mencionar la represión. “Crecen protestas pacíficas en Cuba, el pueblo ejerce su derecho de reunión para expresar su preocupación por el aumento de los casos y muertes por covid y escasez de medicamentos. Reconocemos los esfuerzos del pueblo cubano organizando donaciones para ayudar a sus compatriotas”, escribió Chung, si bien este lunes cambió de tercio y recalcó que los cubanos están luchando por su “libertad” frente a la “represión”. También expresó su preocupación por “las llamadas al combate” por parte del régimen.

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En rueda de prensa, la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, explicó a Díaz-Canel que las protestas en Cuba son “expresiones espontáneas de gente que está exhausta por la mala gestión económica y represión del Gobierno cubano” y que están motivadas “por la dura vida en Cuba, no por gente de otro país”. Como es habitual, las movilizaciones de la isla tuvieron su eco en el barrio cubano de Miami, la Pequeña Habana, donde se ubica el icónico restaurante Versalles, símbolo del exilio. El gobernador de Florida, Ron DeSantis, expresó también el respaldo del Estado a los cubanos y denunció: “La dictadura cubana ha reprimido durante décadas al pueblo cubano y ahora está tratando de silenciar a aquellos que tienen el coraje de hablar”.

La UE defiende el derecho a la protesta

La UE lanzó este lunes un mensaje sobre Cuba similar al del presidente estadounidense. Aunque el asunto no se discutió en la reunión que mantuvieron los ministros de Exteriores, el alto representante para la Política Exterior de la UE, Josep Borrell, se refirió a las movilizaciones en la conferencia de prensa posterior a ese encuentro: "Quiero expresar el derecho del pueblo de Cuba a expresar sus opiniones de forma pacífica. Y pido al Gobierno que permita estas manifestaciones pacíficas y que escuche el descontento de los manifestantes". Las manifestaciones "por lo que sabemos han alcanzado una dimensión que no se conocía desde 1994. La respuesta por parte de las fuerzas del orden por el momento se ha producido de una forma que no ha significado encontronazos especialmente violentos, por las noticias de que dispongo", añadió.

El jefe de la diplomacia europea pidió, no obstante, que sus palabras se tomaran con prudencia porque los acontecimientos están en evolución.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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