La policía encuentra los cadáveres decapitados de 12 extranjeros en el norte de Mozambique
Las víctimas habían buscado refugio en un hotel de la ciudad de Palma durante un reciente ataque yihadista
Los cadáveres de 12 ciudadanos extranjeros que se habían refugiado en el hotel Amarula de la ciudad de Palma, en el norte de Mozambique, durante el ataque yihadista del pasado 24 de marzo, aparecieron días más tarde maniatados y decapitados a unos 100 metros del establecimiento, aseguró el comandante de policía Pedro da Silva a periodistas de la cadena pública Televisión de Mozambique (TVM) este miércoles. “Es difícil saber sus nacionalidades”, añadió Da Silva, quien aseguró que eran blancos y que, a su juicio, eran occidentales que trataron de refugiarse en el hotel pensando que era un lugar seguro.
Según el relato policial, los cadáveres de estas 12 personas ya se estaban empezando a descomponer cuando fueron localizados por los agentes, quienes se encargaron de enterrarlos en el mismo lugar. “Era un mar de sangre”, dijo el comandante Da Silva a los periodistas de la televisión pública mozambiqueña a quienes el Gobierno facilitó el acceso a Palma unas dos semanas después del ataque, en el que fallecieron “decenas de personas” entre policías, militares y civiles, según el Gobierno. El Ejército anunció haber retomado el control de la ciudad el pasado domingo. Los hoteles Amarula y Palma Inn fueron saqueados durante el ataque.
Este jueves, seis presidentes de la Comunidad de Desarrollo de África Austral (SADC) llamaron a “una respuesta regional proporcionada” frente a la amenaza yihadista en el norte de Mozambique tras una reunión extraordinaria convocada por la Comisión de Cooperación Política, Defensa y Seguridad de este organismo, integrado por 16 países de la región. La SADC expresó también su “preocupación por las acciones de terrorismo perpetradas contra civiles inocentes”.
Hasta ahora, el presidente mozambiqueño, Filipe Nyusi, se había mostrado reacio a permitir la participación de tropas de Estados extranjeros en su territorio y solo había contado con el apoyo de mercenarios sudafricanos de la compañía privada Dyck Advisory Group (DAG). Este miércoles, en un mensaje a la nación en el que confirmó que los yihadistas habían sido expulsados de la ciudad de Palma, Nyusi admitió que había transmitido a la comunidad internacional sus necesidades en materia de seguridad, pero como apoyo y no sustitución de la labor de las Fuerzas Armadas.
El grupo terrorista Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) se atribuyó la autoría del ataque terrorista a la ciudad de Palma, de unos 75.000 habitantes. En concreto los responsables fueron un grupo autodenominado Al Shabab (sin vínculos con la organización terrorista somalí con el mismo nombre), también conocido como Estado Islámico de África Central (ISCA, por sus siglas en inglés). Sus primeros ataques datan de 2017 en una insurgencia yihadista centrada en la provincia de Cabo Delgado, que se ha caracterizado por una gran violencia, con unos 2.740 muertos según la ONG Acled y casi 700.000 personas desplazadas de sus hogares. Amnistía Internacional denunció en un reciente informe la comisión de “crímenes de guerra” por parte del Ejército y los mercenarios sudafricanos en su contraofensiva.
La península de Afungi, donde se encuentra la ciudad de Palma, acoge también uno de los proyectos de extracción de gas más importantes de África que desarrolla la empresa francesa Total. Esta compañía informó hace unos días de la paralización provisional de sus actividades en la región después de verse obligada a evacuar a todo su personal de Palma.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.