Un grupo de académicos chinos pide libertad de expresión tras la muerte del doctor Li
Llega a Wuhan el equipo de inspectores de la Comisión Nacional de Disciplina que investigará por qué se ignoraron las alertas del médico
Las reacciones a la muerte del doctor Li Wenliang, que fue amonestado por tratar de lanzar la alerta al comienzo de la epidemia de coronavirus en China, continúan más allá de las expresiones de duelo. Un grupo de académicos chinos ha publicado una carta abierta en la que insta al Gobierno a proteger la libertad de expresión y a pedir disculpas por la muerte del oftalmólogo, que falleció a primeras horas de este viernes, víctima del patógeno.
“La clave es la libertad de expresión, los derechos que la Constitución garantiza”, ha declarado el profesor Tang Yiming, decano de la Facultad de Filología Clásica China en la Universidad Normal de China Central en Wuhan, la ciudad foco de la epidemia y donde falleció el oftalmólogo de 34 años. “Si las palabras del doctor Li Wenliang no se hubieran tratado como rumores, si cada ciudadano pudiera ejercer su derecho a decir la verdad, no estaríamos en un lío tal, no estaríamos en medio de una catástrofe nacional con consecuencias internacionales”, se lamenta el académico, en declaraciones que recoge el periódico de Hong Kong South China Morning Post.
La libertad de expresión era una de las reclamaciones que figuraban en más de un millón de mensajes que los internautas chinos colgaron en las redes sociales cuando los medios avanzaron la muerte del médico, confirmada horas después, ya de madrugada. La gran mayoría de esos textos ha sido eliminado por la censura.
Una segunda carta, suscrita, entre otros autores, por el catedrático de Derecho Zhang Qianfan, de la prestigiosa Universidad de Pekín, pide a su vez que se declare el día de la muerte del oftalmólogo como Día de la Libertad de Expresión en China.
“Durante 30 años los chinos han tenido que rendir su libertad a cambio de seguridad, y ahora han caído en una crisis de salud pública y están menos a salvo que nunca. Está a punto de ocurrirnos un desastre humanitario. La velocidad con la que el resto del mundo se ve repelido por China es más rápida que la propagación del virus, lo que deja a China en un aislamiento global sin precedentes”, opinan los ocho firmantes en su misiva, dirigida a la Asamblea Nacional Popular, el Legislativo chino. Como en la misiva de Tang, quienes la rubrican exigen la aplicación del derecho a la libertad de expresión tal y como figura en el artículo 35 de la Constitución china.
Por el momento, en lugar de suprimir las informaciones sobre la muerte de Li, o los gestos de duelo -siempre y cuando no incluyan críticas a las entidades superiores de poder-, el Gobierno central chino ha optado por sumarse al luto y distanciarse así de las autoridades locales que -es el mensaje- fueron las únicas responsables de obligar a callar al médico.
El periódico Global Times, que en su día recogió la noticia de los castigos a ocho médicos por difundir “rumores” sobre la enfermedad, publicaba que “la historia del doctor Li y el clamor público desatado por su muerte hace sonar la alarma contra la excesiva burocracia de las autoridades de Wuhan, que llevará a crisis en la opinión pública”.
Pekín ha enviado a esa ciudad a un grupo de inspectores de la Comisión Nacional de Supervisión, el máximo órgano disciplinario del sistema político chino, para examinar las circunstancias en que el médico fue amonestado tras difundir entre sus amistades un aviso en diciembre de que a su hospital habían llegado siete pacientes con síntomas similares a los del SARS, la enfermedad respiratoria causada por otro coronavirus emparentado con el nuevo.
Pero también ha enviado a un colaborador directo del presidente chino, Xi Jinping, para formar parte del equipo de respuesta a la epidemia, en una aparente señal del descontento sobre la gestión de la crisis en Wuhan y Hubei, su provincia. Chen Yixin, secretario general de la Comisión Central de Asuntos Políticos y Legales -el máximo órgano policial del Partido Comunista- se sumará a los trabajos de coordinación junto al subdirector de la Comisión Nacional de Salud, Wang Hejun, de acuerdo con el blog Taoran Notes. Este blog, entre otras cosas, ha seguido muy de cerca las negociaciones comerciales entre China y Estados Unidos y suele adelantar las opiniones de Pekín.
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