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La fiscalía antiterrorista asume la investigación del ataque con cuchillo en las afueras de París

El agresor, un joven de 22 años con graves problemas psiquiátricos, se convirtió al islam en 2017 y se había radicalizado

Silvia Ayuso
La policía sella el área del ataque con cuchillo del viernes en Villejuif que dejó un muerto y dos heridos
La policía sella el área del ataque con cuchillo del viernes en Villejuif que dejó un muerto y dos heridos Charles Platiau (REUTERS)

La frontera entre la agresión de un hombre con graves problemas psiquiátricos y una acción con tintes terroristas era muy delgada en el caso del ataque en Villejuif, en las afueras de París, donde un hombre armado de un cuchillo mató el viernes a una persona e hirió a otras dos antes de ser abatido por la policía. Finalmente sin embargo, la fiscalía antiterrorista ha decidido asumir el caso, tras considerar que las pruebas recopiladas en las últimas 24 horas sobre el atacante, un hombre de 22 años con un largo historial psiquiátrico, “justifican” que los investigadores asuman la posible deriva terrorista.

“Si bien se han constatado los problemas psiquiátricos importantes del autor de los hechos, las investigaciones de las últimas horas permiten establecer una radicalización clara del presunto autor, así como una preparación organizada de su paso a la acción”, explicó la fiscalía nacional antiterrorista en un comunicado la noche del sábado.

Poco antes, la fiscal de la localidad de Créteil que había asumido inicialmente el caso, Laurence Beccuau, explicaba en rueda de prensa que el agresor, identificado como Nathan C., un hombre nacido en 1997 y que residía en París, llevaba en tratamiento psiquiátrico desde los cinco años y fue hospitalizado en numerosas ocasiones por este motivo; la última vez, en mayo del año pasado. Un mes más tarde, explicó, interrumpió el tratamiento médico que se le había prescrito. Si bien se sabe que se convirtió al islam en 2017, se ignora por el momento cuándo y cómo se radicalizó. No estaba en el radar de los servicios especializados y solo tenía antecedentes por uso de estupefacientes siendo menor y por agresiones durante una manifestación, en un caso que acabó archivado. Sin embargo, las declaraciones de los testigos y las pruebas halladas tanto en el lugar del ataque como en el registro de su domicilio han inclinado la balanza hacia un posible acto terrorista, pendiente de ser confirmado, ya que ninguna organización se ha atribuido tampoco el ataque.

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Según explicó la fiscal, cuando entró en el parque, poco antes de las 14.00 del viernes, y se dirigió a una potencial primera víctima, se acercó a ella blandiendo un cuchillo y gritando “allahu akbar”. Solo frenó su ataque cuando la víctima le dijo que era musulmana, momento en el que Nathan C. le ordenó que rezara una oración musulmana. Cuando lo hizo, el agresor se alejó y se abalanzó contra una pareja cercana, que se convirtieron en sus primeras víctimas: el marido, un vecino de Villejuif de 56 años, se interpuso cuando el agresor intentaba atacar a su mujer y recibió una puñalada con “violencia extrema” en el tórax que le costaría la vida. Su esposa resultó herida en el cuello. Nathan C. continuó después en lo que las autoridades han calificado como un “periplo mortífero” y “extremadamente decidido” y salió del parque hacia un centro comercial, momento en el que atacó por la espalda a una joven que hacía jogging, hiriéndola “levemente” en la espalda de varias puñaladas.

El agresor no se detuvo ni siquiera cuando una patrulla de policía le dio el alto, por lo que los agentes decidieron disparar y abatirlo. Antes de morir, Nathan C. hizo un gesto que llevó a creer a los policías que podía portar un cinturón explosivo por debajo de la chilaba que vestía, hecho por el cual fue convocada la brigada de explosivos, si bien finalmente resultó una falsa alarma. No obstante, agregó el director adjunto de la brigada criminal de la policía judicial, Philippe Bugeaud, cerca de su cuerpo fue hallada una bolsa de su propiedad cuyo contenido arrojó nuevas sospechas de una eventual radicalización: “Un Corán, obras diversas sobre la religión musulmana y algunas que se podrían calificar de salafistas, así como una carta-testamento con repeticiones características del musulmán que se autoflagela y que sabe que puede dar el gran salto”, señaló.

Los últimos indicios se encontraron en su apartamento, que tenía “todas las señales de que no iba a ser ocupado más”, lo que apuntaría a una posible premeditación del ataque.

Que la fiscalía antiterrorista asuma el caso no quiere decir que finalmente sea considerado un acto terrorista. De hecho, en el caso del ataque en la prefectura de policía de París, el 3 de octubre pasado, la entidad también se encargó de la investigación, sin que hasta ahora haya podido determinar oficialmente los motivos del agresor, el funcionario de la policía Mickael Harpon, también presuntamente radicalizado y que mató a cuatro de sus compañeros antes de ser abatido.

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Sobre la firma

Silvia Ayuso
Corresponsal en Bruselas, después de contar Francia durante un lustro desde París. Se incorporó al equipo de EL PAÍS en Washington en 2014. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, comenzó su carrera en la agencia Efe y continuó en la alemana Dpa, para la que fue corresponsal en Santiago de Chile, La Habana y Washington.

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