_
_
_
_
_

La pelea por la herencia de un campo retrata las divisiones en Argentina

El exministro de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere acusa a su hermana de usurpar tierras del clan junto a decenas de activistas

Integrantes de Proyecto Artigas en el predio Casa Nueva, en la provincia de Entre Ríos.
Integrantes de Proyecto Artigas en el predio Casa Nueva, en la provincia de Entre Ríos.Twitter

La pelea pública por un campo en una de las familias terratenientes más conocidas de Argentina ha escalado hasta convertirse en un conflicto político. Desde hace casi dos semanas, el exministro macrista de Agroindustria Luis Miguel Etchevehere está apostado junto a otros productores —y de forma intermitente también su madre, Leonor Marcial Barbero— fuera del terreno en el que ingresó su hermana Dolores Etchevehere con medio centenar de activistas dispuestos a poner en marcha un proyecto agroecológico.

Barbero y sus hijos han denunciado ante la Justicia la presunta usurpación del campo Casa Nueva, situado en la provincia de Entre Ríos, y exigen el desalojo inmediato. Sostienen que se trata de una toma de tierras similar a las realizadas en otros puntos del país, encabezada por el dirigente social Juan Grabois. Dolores, a su vez, ha demandado a su hermano por presunta violencia económica y extorsión. La repercusión del caso ha alcanzado hasta las más altas esferas. “¿Qué tiene que ver el Gobierno?", respondió Alberto Fernández al ser cuestionado en radio Metro. "Se pelean por una herencia”, “son cosas que pasan entre ricos”, declaró el presidente argentino al intentar minimizar un enfrentamiento que divide al país. "Decir que la propiedad privada está en riesgo es una estupidez profunda. No hubo ningún gesto en ese sentido”, remató.

La disputa de los hermanos Etchevehere se remonta a 2009, cuando murió su padre. Luis Félix Etchevehere dejó en herencia la mitad de 5.000 hectáreas a su viuda y la otra mitad a los cuatro hijos del matrimonio: Luis Miguel, Sebastián, Dolores y Juan Diego. Entre ellos está la estancia Casa Nueva, de 1.600 hectáreas, de las que Dolores reclama una fracción. “Es un conflicto que surge a partir de la muerte de papá. La sucesión se transforma en objetivo para reclamar mis derechos hereditarios y que se cumplan. Cuando comienzo a investigar empecé a ver en el expediente sucesorio diferentes actos de corrupción en los que yo no participaba, pero al ser socia natural de mis hermanos, me implicaban”, declaró la hermana al canal Todo Noticias. “Estoy en mi casa. Luis Miguel Etchevehere también está en una casa de la sucesión y yo nunca le consulto a quién invita o qué proyecto impulsa desde su casa. No me llama por teléfono y me dice quién viene para pedir permiso”, agregó.

La versión del mayor de los Etchevehere es muy distinta. Según el escribano familiar, Dolores cedió los derechos hereditarios de los terrenos en disputa a favor de sus hermanos y cobró su parte en ese momento mediante la venta de algunos bienes. Ella lo niega: “Mis firmas fueron falsificadas en un documento en el que ellos toman de facto la administración de todo”.

La relación está rota: hace diez años que no se ven en persona, excepto en los tribunales. Ambos denuncian hora a hora en los medios lo que pasa al otro lado de la tranquera de Casa Nueva. Se acusan mutuamente de violar la ley. Para Barbero y sus hijos varones, se trata de un caso de “usurpación y toma de tierras” que cuenta con la complicidad de autoridades nacionales y provinciales. Dolores los acusa de violencia económica y ahora también de “privación ilegitima de la libertad, coacción y extorsión agravadas por condición de género y por uso de arma de fuego”.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

La Justicia ha rechazado por ahora ordenar el desalojo urgente de la estancia. Los Etchevehere han criticado con dureza ese fallo y la orden de alejamiento dictada contra ellos y han recusado al juez. La causa ha pasado a otras manos. “Si el juez y la justicia de Entre Ríos no toma las decisiones que tiene que tomar en defensa de la propiedad, nos quedamos acá hasta que nos den la orden. No va a entrar nadie a menos que nos atropellen. Si no nos defiende la justicia, si no nos defiende el gobierno nacional, si no nos defiende el gobierno provincial nos vamos a defender nosotros”, declaró Barbero a los medios.

Los hermanos han cerrado la tranquera de acceso con cadenas e impiden la entrada, mientras celebran cada salida: “Recién se fueron 10 usurpadores que no regresan más. Vamos a estar en la puerta hasta que salga el último de los ocupantes...”, tuiteó Luis Miguel. “Los inútiles de los usurpadores dejaron que se muera un carnero. No tienen derecho!!! Es urgente que la justicia ordene el desalojo para que dejen de causar más daños!!!”, anunció más tarde el exministro de Macri junto a la fotografía de un carnero muerto.

Los integrantes del Proyecto Artigas, liderados por Grabois, los acusan de impedir la entrada de los trabajadores de la estancia y también de maquinaria para trabajar el campo y poner en marcha el proyecto que tienen en mente, que supone la instalación de 30 familias productoras el primer año y doblar el número el segundo en un modelo de cultivo sin agroquímicos. Sus planes chocan con un clima cada vez más violento, según Dolores: “Ahora anuncian que en los próximos días van a fumigarnos. Es tremendo. Esto no tiene antecedente”.

La tensión va en aumento, así como la politización del conflicto. La titular del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo, Victoria Donda, intervino en la disputa tras recibir una denuncia de Dolores por violencia económica. “Es una de las formas de violencia hacia la mujer”, detalló Donda al explicar su vínculo con el conflicto. Elisa Carrió, integrante de la coalición opositora Cambiemos, usó las redes sociales para expresar su “total apoyo a la real propietaria de las tierras, Leonor Etchevehere, mujer mayor atropellada por el kirchnerismo y por Grabois”. El domingo se movilizaron frente al campo productores partidarios del exministro macrista. Un día después lo hicieron partidarios de Grabois. Todos piden la rápida intervención de la justicia.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_