Jair Bolsonaro no revierte el positivo de coronavirus y extiende su silencio político
El presidente de Brasil reduce al mínimo sus apariciones, mientras la Justicia avanza sobre su hijo mayor en una causa por presunta malversación de fondos públicos
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, volvió a dar este miércoles positivo de coronavirus y extendió su aislamiento forzado en la residencia oficial en Brasilia. Bolsonaro anunció que se contagió de la covid-19 el pasado 7 de julio, después de una prueba y contraprueba. Confirmó que aún cursaba la enfermedad el día 15 y ahora, dos semanas después del primer estudio, ha dado otra vez positivo, según un informe oficial del Palacio del Planalto. “El test realizado por el presidente el día de ayer, 21, presentó resultado positivo”, informó el Planalto en un comunicado donde asegura, también, que Bolsonaro “sigue evolucionando bien de salud, y es acompañado por el equipo médico de la Presidencia”.
El presidente estaba seguro de que el último test le traería buenas noticias. “Si Dios quiere, dará negativo y vuelvo a la normalidad”, dijo el martes a los seguidores que lo esperaban frente al Palacio de la Alvorada, en una aparición rápida con tapabocas y acompañado por uno de sus hijos, el senador Flavio Bolsonaro. El resultado positivo aplaza el viaje que el presidente tenía agendado para este viernes al Estado de Piauí, en el nordeste de Brasil.
La covid-19 obligó al presidente brasileño a mantener una discreción inédita, vista incluso como muy conveniente en un momento en que avanzan con rapidez las investigaciones contra su hijo, Flavio Bolsonaro, El primogénito del presidente está siendo investigado por supuestos desvíos de dinero cuando era diputado estatal en Río de Janeiro, entre 2003 y 2018. Flavio declaró por videoconferencia ante la Justicia el día 7 de este mes (en coincidencia con el positivo por coronavirus de su padre) y este martes, 21, cuando Bolsonaro anunció que se había sometido a un nuevo test.
El silencio de Bolsonaro empezó el 20 de junio, cuando Fabricio Queiroz, exasesor de Flavio, fue detenido por la policía después de ser localizado en una casa de campo de Frederick Wassef, abogado de la familia Bolsonaro y visita constante en eventos oficiales. Queiroz es amigo de Bolsonaro desde los tiempos del Ejército, y trabajó con Flavio entre 2007 y 2018. Durante ese periodo, manejó más de 500.000 dólares en su cuenta, a pesar de recibir un sueldo de poco más de 1.500 dólares. Las investigaciones indican que Queiroz era responsable de reunir parte del sueldo de 11 asesores fantasmas de la oficina del hijo del presidente. La Fiscalía de Río tiene pruebas de que Queiroz pagaba cuentas personales del hijo de Bolsonaro con parte de ese dinero.
La trama sugiere un plan del presidente para esconder a un aliado problemático de su familia. Pero el tema ha perdido espacio en la prensa brasileña desde el positivo de coronavirus. Bolsonaro fue fotografiado desde entonces jugando con las aves que circulan por el jardín del Palacio de la Alvorada, una mansión dibujada por el arquitecto Oscar Niemayer, que dispone de un área externa amplia, con mucho verde y un espejo de agua. El presidente trabaja desde una oficina improvisada, desde la que realiza videoconferencias con sus ministros y se comunica con sus electores.
Famoso por su desprecio por la pandemia, Bolsonaro ha tenido otra razón extra para llamarse a silencio: dos ministros han anunciado el pasado lunes que se contrajeron el virus. Uno de ellos es Onyx Lorenzoni, de la cartera de Ciudadanía, quien siempre apareció públicamente sin cubrebocas, y el otro es Milton Ribeiro, ministro de Educación desde el jueves 16. El presidente no estuvo presente en la ceremonia de asunción.
A pesar de las varias razones para mantener la discreción, Bolsonaro sigue siendo Bolsonaro. Este domingo, saludó a sus seguidores blandiendo una caja de cloroquina, el medicamento sin confirmación científica con el que ha decidido tratarse. La exhibió con los dos brazos sobre su cabeza, en un gesto teatral que enardeció a parte del público. Bolsonaro mantiene la lealtad de sus votantes pese a las malas noticias relacionadas con la pandemia: Brasil registra casi 2.160.000 infectados (la mayor cifra global después de Estados Unidos) y 81.487 muertos. Una encuesta del banco XP Investimentos mostró que el 30% de los entrevistados considera la gestión de Bolsonaro buena o excelente, lo que representa una subida de dos puntos desde junio.
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