La justicia de Argelia deja en libertad provisional a uno de los líderes más carismáticos de las protestas
Prosiguen las detenciones de decenas de activistas críticos con el poder, a pesar de la excarcelación de Karim Tabú
Karim Tabú, tal vez el activista más carismático de las protestas de Argelia, salió este jueves 2 de julio en libertad provisional de la cárcel de Kolea, a 70 kilómetros de Argel. Allí ha pasado diez meses, acusado de atentar contra la moral del Estado. Su liberación fue saludada por la Liga Argelina por la Defensa de Derechos Humanos (LADDH), que había intermediado por su liberación ante el presidente, Abdelmayid Tebún. Pero tanto esta organización como otras fuentes consultadas recuerdan que aún permanecen 73 activistas en prisión. Entre ellos, el periodista de 40 años Khaled Drareni, encarcelado desde marzo.
Las detenciones continúan. Este miércoles fueron arrestadas seis personas del llamado Hirak, como se conoce en árabe el movimiento de protestas que comenzó en Argelia el 22 de febrero de 2019 con manifestaciones masivas cada viernes. Este movimiento reclamaba la dimisión del octogenario presidente Abdelaziz Buteflika. Tras forzar su dimisión, el Hirak siguió luchando por un Estado donde el poder civil no estuviese supeditado al militar. Decidió detener las protestas a raíz de la pandemia. Lo que haga o diga Karim Tabú en los próximos días será un factor clave para vislumbrar cuál será el futuro de las protestas.
Karim Tabú, de 46 años, tiene una larga trayectoria como opositor al poder. Es fundador y portavoz de la Unión Democrática y Social (UDS), partido no legalizado por el Ministerio del Interior. Un periodista argelino que prefiere no revelar su nombre explica: “Karim Tabú es muy respetado porque siempre ha tenido un discurso muy coherente. Tiene aura. Y ese aura ha crecido durante sus diez meses de cárcel. Porque el régimen se ha encarnizado contra él. Cuando estaba a punto de salir, a los seis meses, lo condenaron de nuevo a otros seis meses”.
La ginecóloga y activista Amira Bouraui, perteneciente al movimiento Barakat (Ya Basta), que luchaba desde 2014 contra un cuarto mandato del entonces presidente Abdelaziz Buteflika, también fue puesta en libertad provisional este jueves. En junio había sido condenada a un año de cárcel.
Un analista argelino que solicita el anonimato indicó: “No sé a qué lógica obedecen estas liberaciones. Si el objetivo fuese el de promover la paz habrían liberado a todos los activistas del Hirak, incluidos varios periodistas. Y habrían levantado la censura que padecen todos los medios digitales. En Argelia solo se puede acceder a los medios que son próximos al régimen. También habrían cesado las detenciones. Pero ayer miércoles y hoy jueves han detenido a varios activistas”.
Abdallah Benadouda, fundador de la emisora digital Radio Corona Internationale, con sede en Estados Unidos, tuiteó: “Karim Tabú, soltado por sus secuestradores. Ahora falta liberar a la justicia”. Benauda añadió después a este diario: “Uno no puede más que alegrarse de que sean liberados los detenidos, pero esto deja un gusto amargo. Primero, porque hay otros que siguen aún en prisión. Pero también porque esta gente no había hecho nada para estar en la cárcel. Me alegro por ellos y por sus familias, pero estoy muy triste por la justicia de nuestro país. Esta justicia que mete en la cárcel y libera a la gente a golpe de teléfono”.
Respecto a la activista Amira Buraui, el activista Benadouda señala: “Ella ha sido uno de las más feroces opositoras a Buteflika. Militó contra su cuarto mandato y después contra el quinto. Su detención sorprendió a todo el mundo, porque ni siquiera durante el reinado de Buteflika la metieron en la cárcel. Eso da una idea de la dirección que ha tomado esta nueva Argelia que pregona Abdelmayid Tebún”.
Said Salhi, vicepresidente de la Liga Argelina por la Defensa de Derechos del Hombre, indicó a este diario que su organización está animando al poder a que emprenda otros “gestos de apertura” con ocasión de la Fiesta de la independencia que se celebrará este domingo.
Por su parte, un antiguo compañero del periodista detenido Khaled Drareni señala: “Khaled no puede ser indultado porque para eso se necesita tener una condena en firme. Y él ni siquiera ha tenido derecho a un juicio en primera instancia. Y lleva más de tres meses en la cárcel. Lo detuvieron por cubrir las manifestaciones del Hirak. No ha hecho otra cosa que cumplir con su trabajo de periodista”.
En cuanto a la liberación del dirigente Karim Tabú y de la activista Amira Buraui, el citado periodista señala: “Me alegro, pero no hay que olvidar que salen en libertad provisional. O sea, que les tienen un ojo encima y en cualquier momento pueden volver a la cárcel”.
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