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Activistas argelinos acusan al régimen de usar la tregua de la pandemia para condenar a un destacado opositor

Karim Tabú, que iba a salir en libertad el jueves tras seis meses de cárcel, ha sido juzgado de forma sorpresiva en segunda instancia y permanecerá otro medio año entre rejas

Francisco Peregil
Un trabajador desinfecta el patio de la mayor mezquita de Argel, la Al-Djamaa el-Kabir, el domingo 22 de marzo.
Un trabajador desinfecta el patio de la mayor mezquita de Argel, la Al-Djamaa el-Kabir, el domingo 22 de marzo.Anis Belghoul (AP)

El Gobierno y la población de Argelia afrontan día a día medidas sanitarias contra la pandemia del coronavirus que limitan los movimientos de los ciudadanos. Pero si en las calles hay calma, las redes sociales desbordan indignación y cólera desde este martes. La razón es que el destacado activista opositor del llamado Hirak (movimiento de protestas) Karim Tabú, de 46 años, que tenía previsto salir de la cárcel el próximo jueves tras cumplir seis meses en prisión, fue juzgado en segunda instancia de forma sorpresiva, en ausencia de sus abogados y a instancia de la Fiscalía.

Durante el juicio, Tabú sufrió un ataque de tensión, fue trasladado a la enfermería y el tribunal lo condenó en su ausencia a un año de prisión firme. Con lo cual, Tabú tendrá que sumar otros seis meses entre rejas a los que ya ha cumplido. La sentencia llega después de que los militantes del Hirak se comprometieran la semana pasada a no manifestarse en las calles a causa de la pandemia. Mientras unos miembros del Hirak llamaban en las redes sociales a romper la tregua y manifestarse el próximo viernes, otros apelaban a la responsabilidad. “La historia retendrá que el Hirak hizo una tregua para salvar el país mientras que el régimen aprovecha para salvarse él mismo”, escribió un internauta.

Tabú participó, como cientos de miles de ciudadanos, en las marchas que recorrían el país cada viernes desde el 22 de febrero del año pasado, cuando buena parte de la población se echó a la calle para pedir que el presidente Abdelaziz Buteflika no se presentara a un quinto mandato. Tras la dimisión de Buteflika, en abril, los activistas continuaron reclamando una apertura democrática, una nueva Constitución y un “Estado civil, no militar”. Tabú fue condenado en septiembre por “incitación a la violencia” y “atentar contra la moral del Ejército”. Y en segunda instancia ha sido sentenciado por “atentar contra la seguridad nacional”.

La Liga Argelina por la Defensa de los Derechos del Hombre (LADDH) indicó a través de un comunicado: “Esto es un precedente grave. (…) El sistema judicial no consigue liberarse del control del poder ejecutivo. El poder se beneficia de la tregua que ha iniciado el Hirak [a causa de la pandemia] para atacar a los detenidos de opinión”. Said Salhi, vicepresidente de esta organización indicó desde Argel: “El déficit de confianza se acentúa contra una institución, la Justicia, que debería proteger a los ciudadanos contra los abusos”.

El abogado Mustafá Buchachi, otra de las grandes figuras carismáticas del Hirak, declaró a varios medios locales: “Esto es un derrape grave. El comportamiento de la justicia no tiene precedentes desde la independencia [de Francia en 1962]”. Los abogados de Karim Tabú, Abdelghani Badi y Hafid Tamer, denunciaron un “encarnizamiento” contra su cliente. Subrayaron que el hecho de que no se les notificara la celebración del juicio es “algo inédito en la justicia argelina”.

Mientras tanto, Argelia se está viendo venir la gran amenaza de la pandemia. Este martes había 264 casos reconocidos oficialmente como positivos y 19 muertes. En la provincia de Blida, la más afectada, se ha decretado un confinamiento de 10 días. Y en la capital, el confinamiento se extiende todos los días desde las siete de la tarde a las siete de la mañana. Durante el resto de la jornada, solo permanecen abiertos los establecimientos de alimentos y las farmacias. A la escasez de medios del sistema sanitario se le une la gravedad de la situación económica ante la bajada de los precios del petróleo que ha provocado la pandemia.

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En medio de la indignación que desató en las redes la sentencia contra Karim Tabú contrastaba el titular humorístico del digital satírico El Manchar que se preguntaba: “¿Hace falta desenchufar a [Abdelaziz] Buteflika para recuperar un respirador artificial?”.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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