Muere a los 101 años Cécile Rol-Tanguy, heroína de la Resistencia francesa
La que fuera esposa del líder de la Liberación de París tuvo un papel clave en la lucha contra el nazismo
A muchas mujeres que tuvieron un papel clave en la historia se las suele relegar al papel de “esposa de”. Así le ocurrió a menudo a Cécile Rol-Tanguy, casada, sí, con Henri Rol-Tanguy, el héroe de la Liberación de París en 1944, pero también heroína por derecho propio de la Resistencia. Fue muestra de que la lucha antifascista se produjo, en buena parte, por las mujeres. Justo en el día en que, este 8 de mayo, se conmemoraba el 75 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial, se apagaba la vida de Cécile Rol-Tanguy a los 101 años, no sin antes haber conseguido un reconocimiento propio en la historia.
Cécile Rol-Tanguy falleció en su casa en Monteaux, en el centro de Francia, informó su familia. “Con ella desaparece una de las últimas figuras de la resistencia interior francesa y, más precisamente, de la Liberación de París en agosto de 1944”, dijeron sus familiares en un comunicado remitido a la Agencia France Presse. Su avanzada edad ya le impidió, el año pasado, asistir a la inauguración del Museo de la Liberación en conmemoración del 75 aniversario del fin de la ocupación nazi de la capital francesa, en la que los Rol-Tanguy tuvieron un papel fundamental. El museo se erige en la avenida Coronel Rol-Tanguy, en el distrito 14 de París, frente a la entrada a las catacumbas que le sirvieron a Henri Rol-Tanguy como cuartel general desde el que dirigió la insurrección parisina que llevó a la liberación de la capital cuando entraron las tropas del General Leclerc, con los soldados españoles de la brigada La Nueve a la cabeza.
Una tarea en la que Cécile también trabajó activamente, como recordaba el año pasado su hijo Jean Rol-Tanguy en declaraciones a este diario. “Mi madre también estaba allí toda la semana”, subrayó sobre el papel que tuvo Cécile. “Mis padres lucharon por una serie de ideas, la libertad, la democracia. Hoy en día, un poco por todas partes, incluso en Francia, se elevan voces retrógradas, profascistas o pronazis. Es hora de que recordemos estos ideales y esos combates”.
La lucha política siempre formó parte de la vida de esta hija única de un obrero electricista y militante comunista que, tras entrar también en la Resistencia, falleció en Auschwitz en 1942. También su madre fue resistente. Nacida el 10 de abril de 1919 en Royan, en el departamento de Charente-Maritime, Cécile Le Bihan, su nombre de soltera, creció en las afueras de París y en la propia capital, donde en 1936 entró a trabajar como mecanógrafa —oficio que sería clave en su etapa de combatiente clandestina— en las oficinas de la sede metalúrgica de la CGT. Fue allí donde conoció a su marido, Henri Tanguy, poco antes de que este obrero comunista partiera a combatir en las Brigadas Internacionales durante la Guerra Civil española, donde luchó entre 1937 y 1938. De España regresó tras participar en la batalla del Ebro con una herida y con el alias que acabaría formando parte de su apellido, Rol, que Henri adoptó durante su lucha en la clandestinidad en honor a un amigo caído en España.
Ambos contrajeron matrimonio en 1939, poco antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial. Mientras Henri era llamado a filas y se le perdía la pista, Cécile entraba en la Resistencia, mecanografiando octavillas y artículos insurgentes. Cuando su marido regresó a París y se unió a la lucha clandestina, en octubre de ese año, se convirtió también en su oficial de enlace. La familia creció —sus hijos Hélène y Jean nacieron en 1941 y 1943— mientras continuó el trabajo clandestino de la pareja. Cécile usaba el carrito de bebé de sus hijos para esconder documentos secretos para la red comunista de los Francs-tireurs et partisans (FTP), de la que su marido era uno de los líderes parisinos. Henri, ya bajo el nom de guerre de Coronel Rol, escaló puestos hasta acabar siendo nombrado, en junio de 1944, jefe regional de la región parisina de las FFI, las Fuerzas Francesas del Interior. Todo ese tiempo de lucha clandestina, Cécile siguió combatiendo a su lado. También en ese verano de 1944, en el que se jugó el fin de la ocupación de París y el principio del fin de todo el conflicto bélico.
Muestra de su papel fundamental es el hecho de que Cécile Rol-Tanguy formó parte de la delegación recibida por el general Charles de Gaulle en el Ministerio de la Guerra el 27 de agosto de 1944, junto con otra veintena de jefes de la resistencia parisina.
“Portadora de las más altas distinciones de la República (gran oficial de la Legión de Honor, Gran Cruz de la Orden Nacional del Mérito, Medalla de la Resistencia, Cruz del Combatiente Voluntario de la Resistencia) ella fue emblemática del lugar de las mujeres en el combate contra (el régimen de) Vichy y el ocupante nazi”, recordó su familia. A la muerte de su marido, en 2002, continuó participando en las conmemoraciones de la derrota nazi. Como subrayaron este viernes sus hijos, “hasta su último aliento, Cécile Rol-Tanguy dio testimonio de su fidelidad a la utopía generosa del comunismo, a sus compromisos de juventud por la justicia social y por la emancipación de la mujer”.
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