¿Cómo se dice fuera de juego en chino?
El Instituto Cervantes y LaLiga presentan en Shanghái el primer diccionario de fútbol español-mandarín
¿Es usted aficionado del Baseluona (Barcelona) y no sabe cómo explicar a sus amigos chinos la última genialidad de Meixi (Messi) en el área? O quizá es admirador en China del Huang Ma (Real Madrid) que planea visitar el Bernabéu y quiere ver las 13 copas de la ouzhou guanjun liansai (Liga de Campeones), pero no sabe cómo decirlo en castellano. No hay problema. Para satisfacer esas necesidades, acaba de nacer el primer diccionario específico de fútbol castellano-mandarín, un proyecto conjunto del Instituto Cervantes y LaLiga.
Que cada vez hay más aficionados al fútbol en China, empezando por el propio presidente Xi Jinping, es un hecho. También, que la gran mayoría conoce a los principales equipos españoles y está al tanto de sus aventuras y desventuras, una tendencia que ha aumentado con el debut en febrero pasado en el Espanyol del delantero Wu Lei, el máximo goleador de la Superliga china. Al mismo tiempo, la demanda china para aprender castellano como segunda lengua, después del inglés, continúa en aumento: unos 40.000 alumnos lo estudian en unos 120 centros por todo el territorio de este país de 1.400 millones de habitantes.
Era natural, por tanto, que fútbol y castellano quisieran aprovechar sus sinergias. "La vinculación es perfecta", destacan tanto el Instituto Cervantes como LaLiga. Al aficionado chino al fútbol le puede interesar aprender el idioma, especialmente si planea viajar a España para ver algún partido. Y los alumnos de español puedan empezar a apasionarse por los equipos de la competición hispana, y los valores deportivos, a medida que progresan en su estudio.
“El fútbol recoge en sus expresiones y vocabulario parte de la identidad cultural española y, a través de la afición por el deporte, podemos acercar a los aficionados chinos no solo a nuestro idioma, sino a los elementos culturales de España en su conjunto. Desde LaLiga tenemos el compromiso claro de ayudar a crecer el fútbol chino pero, al mismo tiempo, queremos convertirnos en embajadores de nuestro país a través de este tipo de iniciativas con instituciones españolas”, ha declarado Sergi Torrents, director de LaLiga en China.
Tras meses de trabajo, la institución cultural y la organización deportiva han presentado esta semana en Shanghái el fruto de su colaboración, el flamante diccionario.
La obra “facilitará el primer contacto con el español desde el entorno del balompié, y ofrecerá un umbral de acceso sencillo, práctico y útil a aquellos aficionados y viajeros que deseen acercarse al fútbol con Ñ”, afirma el Instituto Cervantes.
El Diccionario de fútbol español-chino incluye voces, definiciones y vocabulario útil, incluido el de las jugadas básicas, así como viñetas explicativas dibujadas por el ilustrador Jorge Álvarez, residente en Shanghái. Asimismo, traslada a los ideogramas chinos los nombres de algunos de los jugadores más conocidos, tanto en los equipos masculinos como en la competición femenina. Aporta además frases básicas pensadas, sobre todo, para los aficionados que quieran viajar y para aquellos que jamás se hayan visto expuestos antes a la lengua de Cervantes.
El volumen de bolsillo será gratuito y se distribuirá a través de talleres y en las sedes que el Instituto Cervantes tiene en Pekín y en Shanghái. También se podrá descargar a través de las páginas web de los respectivos centros.
Para LaLiga, el mercado chino es clave: uno de los que más crece en audiencias e ingresos para los clubes. En 2013, los ingresos audiovisuales que se generaron en China por la competición española fueron de cuatro millones de euros; la última temporada, de cien. Cuarenta millones de personas en este país vieron el debut para el Espanyol del delantero Wu Lei en febrero pasado. El número de seguidores en las redes sociales chinas creció la temporada pasada un 43%, según un estudio de la organización española, que cuenta con oficinas en Shanghái y Pekín y un delegado en Hong Kong. Entre otros proyectos, planea abrir su primera academia permanente en Kunming, en el suroeste de China.
La selección masculina china figura en el puesto 69 del ranking futbolístico global, y solo se ha clasificado una vez —en 2002— para la fase final de un Mundial (las Rosas de hierro, el equipo femenino, ha logrado llegar mucho más lejos). Este deporte cuenta con al menos 250 millones de aficionados en China, el número que se conectó a la televisión para seguir el año pasado la competición de naciones en Rusia. Uno de ellos fue probablemente el propio presidente, que aspira a que China se clasifique, organice y gane un Mundial.
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