Tormenta política en Ucrania por la detención de cuatro comandantes acusados de negligencias
Militares, medios y opositores a Zelenski denuncian que estos oficiales son cabezas de turco y que su proceso judicial generará inseguridad en el ejército
Hasta 10 años de cárcel pueden caerles a dos generales y a dos coroneles ucranios acusados de negligencia en su mando. A tres de ellos, la Fiscalía los acusa de haber cometido errores que permitieron al ejército ruso abrir un nuevo frente con la ofensiva relámpago de mayo de 2024 al norte de la provincia de Járkov. Al cuarto, el coronel y excomandante de la 155ª Brigada Mecanizada Dmitro Riumshin, se le señala por no haber impedido la deserción de un centenar de sus hombres cuando recibían formación en Francia. El proceso judicial a los cuatro hombres ha provocado una inaudita reacción contra el Gobierno por parte de militares, medios de comunicación y políticos opositores al presidente, Volodímir Zelenski.
Los cuerpos policiales del Ministerio del Interior y la Fiscalía llevaron a cabo el 20 y el 21 de enero las tres detenciones vinculadas a la defensa de Járkov, argumentando que —tras miles de entrevistas con el personal militar— habían recogido suficientes pruebas para llevarlos ante el juez. “Los oficiales sospechosos no garantizaron la fortificación y los preparativos de ingeniería de las posiciones de defensa. No garantizaron la adecuada organización y gestión de las unidades durante la batalla”, explicó en el informativo estatal Tatiana Sapian, portavoz de los Servicios de Seguridad de Ucrania (SSU).
La Fiscalía y el SSU ponen la diana en especial en el general Yuri Galushkin. Solo en una semana ya ha sido encarcelado tres veces. Partidarios suyos pagaron la fianza que establecía el juez en las dos primeras ocasiones. Galushkin, como comandante de las operaciones tácticas en la región de Járkov, “valoró incorrectamente el potencial del enemigo, y por sus acciones contribuyó a la retirada arbitraria de la 125ª Brigada”, afirmó el SSU en un comunicado. Los otros procesados son el comandante de la 125ª Brigada, el general Artur Gorbenko, y el coronel Illia Lapin, al frente del 415º Batallón de Fusileros. A ambos se les acusa de permitir la retirada de sus tropas sin el consentimiento del alto mando.
Zelenski: “Ningún mérito pasado está por encima de la ley”
“Es esencial para la ciudadanía saber que ningún estatus ni méritos pasados están por encima de la ley”, dijo Zelenski en un mensaje del 21 de enero en sus redes sociales. El presidente ha recibido desde entonces multitud de críticas acusándolo de llevar a cabo una caza de brujas. “Estoy indignado por la detención de Galushkin, a quien conozco desde la defensa de Kiev en 2022. Están buscando a un chivo expiatorio en vez de castigar justamente a los que la jodieron con los preparativos previos a la guerra y que continúan robando recursos militares de los presupuestos”, escribió en un comunicado el expresidente Petro Poroshenko, rival político de Zelenski.
La justicia militar en Ucrania tiene un papel secundario y cuenta con mínimos recursos, según advertía el Centro Wilson de Washington en un análisis publicado en 2024. Esta organización internacional de estudios políticos y de seguridad confirmaba que, sobre el papel, los crímenes e irregularidades en el ejército solo pueden investigarlos los organismos policiales del Gobierno. “La ausencia de un sistema judicial militar estructurado debilita no solo la disciplina y la eficacia de las Fuerzas Armadas, pero también la confianza en el ejército como institución”, indicaba.
La gravedad de lo sucedido queda patente en una resolución que emitió el 24 de enero el Comité de Defensa del Parlamento ucranio, en el que el partido de Zelenski tiene la mayoría absoluta, pidiendo que se elabore mejor legalmente la inmunidad para los militares en operaciones de combate durante la ley marcial. El documento parlamentario considera necesario que se investiguen las acciones que minan la seguridad nacional, pero al mismo tiempo recalca el riesgo de que estos juicios sean “una amenaza para la unidad del pueblo” y “para la capacidad de defensa del Estado”.
El general Serhii Sobko publicó un artículo el 23 de enero en el medio de comunicación Espreso TV desgranando los riesgos que para él implican las detenciones: “Pueden debilitar la confianza entre el ejército y el Estado, reducir la moral militar y la eficacia de los comandantes”. “Es importante recordar que la guerra es un ámbito de incertidumbre constante”, añadía Sobko para justificar que en el campo de batalla pueden cometerse errores. El artículo concluía alertando del riesgo de que se establezca “un peligroso precedente”: “Condenar basándose en cargos poco fundamentados puede ser un ejemplo de caza de brujas y de objetivos políticos, no de crímenes reales”.
“Lo sucedido es un intento de humillar al ejército y de demostrar a los oficiales de que no son nadie en el sistema”, afirmó Yulia Kiriyenko, una de las periodistas más conocidas de TSN, el principal informativo televisivo privado de Ucrania. “Nada nuevo bajo el sol, el habitual caso de chivos expiatorios, con acciones al estilo del código penal soviético”, escribió en el digital LB el expolítico y mayor de las Fuerzas de Defensa Territorial Oleksander Ganushkin.
La desconfianza del estamento militar respecto a Zelenski se agravó hace un año, cuando el presidente relevó al carismático Valeri Zaluzhni como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. En su lugar situó a Oleksandr Sirski, a quien los sectores críticos con el mandatario consideran una marioneta sin autonomía alguna.
Censor Net es uno de los medios ucranios que ha sobresalido durante la guerra por sus investigaciones sobre irregularidades políticas y en el ejército. Su director, Yurii Butusov, fue quien desveló este enero las deserciones masivas en la 155ª Brigada, que llegaron a ser de un tercio del total de soldados del regimiento, por la falta de preparación. Butusov ha destacado por cargar duramente contra el binomio Zelenski-Sirski. En una intervención pública del 21 de enero, este periodista confirmaba que las detenciones de los oficiales, por tratarse de una investigación no por crímenes sino por errores, “no tiene precedentes”.
Butusov considera que a los acusados no se les puede absolver por completo, porque son responsables de importantes negligencias, pero enumeró numerosos ejemplos que probarían que los oficiales no contaban con los recursos suficientes para defender el frente de Járkov. El director de Censor Net subrayó el hecho de que el SSU resalte que ha llevado a cabo su investigación con el apoyo del ministerio de Defensa y de Sirski: “Estoy completamente decepcionado de que Sirski se distancie de estos hechos. Está cargando la responsabilidad de lo sucedido en estos individuos con un acto de cinismo increíble”.
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