Dinamarca busca apoyos en la UE y la OTAN para blindar Groenlandia ante las amenazas de Trump
La primera ministra Frederiksen realizó este martes una gira por Berlín, París y Bruselas. La Unión subraya su apoyo a Copenhague frente a EE UU
Que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, va en serio con sus amenazas internacionales quedó claro tras el pulso que mantuvo —y ganó— con Colombia este domingo, cuando el Gobierno de Gustavo Petro tuvo que ceder y aceptar a los ciudadanos deportados desde territorio estadounidense para evitar la imposición de aranceles de hasta el 25% a sus productos. En Europa, la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, realizó este martes una gira por capitales claves de Europa que huele a prevención ante la aparente imposibilidad de frenar las ansias del líder republicano por hacerse con Groenlandia, bajo dominio danés.
Pese a la moderación mostrada hasta ahora por la UE para responder al nuevo inquilino de la Casa Blanca, Bruselas asegura estar alineada con Copenhague y con “lo que sea que decida” hacer frente a Washington. Eso sí, Dinamarca es la que marca el ritmo, según subrayan altas fuentes de la UE. Y el paso se ha acelerado.
Frederiksen visitó este martes Berlín y París, en un viaje relámpago que acabó en Bruselas, donde se reunió a puerta cerrada con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte.
“Dinamarca es un país pequeño con alianzas fuertes”, dijo Frederiksen el lunes al anunciar su gira. “Y forma parte de una comunidad europea fuerte, donde juntos podemos afrontar los desafíos que enfrentamos”, agregó, apelando a la unidad europea, aunque sin mencionar el desafío que supone Trump respecto de Groenlandia. Pero que este territorio está en la mente del Gobierno danés quedó claro este lunes tras el anuncio del ministro de Defensa, Troels Lund Poulsen, de una inversión de casi 2.000 millones de euros para reforzar su presencia militar en el Ártico.
“Tenemos que afrontar el hecho de que el Ártico y el Atlántico Norte afrontan serios desafíos en materia de seguridad y defensa y por eso tenemos que reforzar nuestra presencia en la región”, subrayó el ministro Poulsen al anunciar el acuerdo. El Gobierno danés prevé la aprobación de un segundo paquete este mismo año con el objetivo, entre otros, de mejorar la vigilancia y la capacidad del país para “mantener la soberanía en la región”, según informó el Ministerio de Defensa danés.
En Berlín, en la primera parada de su viaje, Frederiksen ha sido recibida este martes por el canciller alemán, Olaf Scholz. Sin citar explícitamente la amenaza de EE UU a Dinamarca, Scholz ha defendido la “inviolabilidad” de las fronteras como “principio fundamental del derecho internacional”. “No puede permitirse que las fronteras se desplacen a la fuerza”, ha afirmado. Y sin mencionar a Trump, pero hablando ahora en inglés, ha añadido que el mensaje iba dirigido “to whom it may concern” (A quien corresponda), informa Marc Bassets.
Frederiksen también ha evitado mencionar Groenlandia y la amenaza de Trump. Pero ha señalado que los europeos afrontan “realidades inciertas” que les obligan a unirse y colaborar. “Corresponde ahora a Europa definir el futuro del continente”, ha manifestado la primera ministra danesa.
Antes de su encuentro en París con el presidente francés, Emmanuel Macron, su ministro de Exteriores, Jean-Noël Barrot, dijo en la emisora Sud Radio que “las fronteras de la UE no son negociables” y que “si Dinamarca solicita la solidaridad de la UE, Francia responderá ‘presente’”, informa Efe.
Sobre la posibilidad de enviar tropas europeas a Groenlandia, Barrot no lo descartó, aunque subrayó que esa cuestión “no se plantea” por el momento en Dinamarca. El pasado fin de semana, el presidente del comité militar de la UE, Robert Brieger, lanzó esta posibilidad en una entrevista con el diario alemán Die Welt: “Tendría sentido no estacionar solo, como hasta ahora, fuerzas estadounidenses, sino también considerar el estacionamiento de soldados de la UE”, señaló. “Eso enviaría una señal fuerte y podría contribuir a la estabilidad de la región”, consideró.
Sin aludir a esta posibilidad, Frederiksen aseguró tras su cita en el Elíseo que “el mensaje claro de los amigos en los países nórdicos y en Europa, y también fuera de Europa, es que tiene que respetarse los territorios y la soberanía de los Estados. Esto es crucial para la comunidad internacional que hemos construido juntos desde la Segunda Guerra Mundial”, declaró a la cadena TV2, según Reuters.
En Bruselas, Frederiksen se reunió por la tarde con Rutte. Tras el encuentro, el secretario general de la OTAN subrayó en un mensaje en X que había conversado con la mandataria danesa sobre la seguridad en el mar Báltico, el apoyo a Ucrania y la inversión en defensa, sobre todo en la zona del Ártico. Una fuente aseguró a la agencia Reuters que durante el encuentro se puso el énfasis en el refuerzo militar de la Alianza Atlántica en el Ártico.
La gira de este martes no es la única señal de Dinamarca a Washington acerca del apoyo europeo. El domingo, Frederiksen hizo pública una foto de una cena en su casa con los líderes de Noruega, Suecia y Finlandia. “Los países nórdicos siempre nos hemos mantenido unidos. Y con la nueva y más impredecible realidad a la que nos enfrentamos, las alianzas y amistades buenas y cercanas solo se han vuelto más importantes”, escribió la danesa en las redes sociales.
Además, los 27 líderes europeos se verán el próximo lunes en Bruselas, en el marco de la cita informal organizada por el presidente del Consejo Europeo, António Costa, para hablar sobre cómo impulsar la seguridad y defensa de Europa de forma distendida (no habrá conclusiones ni comunicado final, precisamente para no marcar pautas ni formato y permitir una discusión libre y productiva). La amenaza sobre Groenlandia, aunque no directamente en el menú de los jefes de Estado y de gobierno, planeará sin duda sobre el encuentro.
Ante y fuera de micrófonos, en las últimas semanas, varios de estos líderes europeos habían lamentado la falta de firmeza de la UE a la hora de defender a Dinamarca ante Trump. “Groenlandia es parte de Dinamarca. Fin de la historia”, zanjó durante la conferencia de Davos el primer ministro saliente de Bélgica, Alexander De Croo, para quien Europa “debería flexionar sus músculos” ante el nuevo inquilino de la Casa Blanca.
Soberanía nacional e integridad territorial
Desde las instituciones europeas se defiende la línea discreta adoptada hasta ahora. La consigna, destaca una alta fuente europea, es dejar que Copenhague marque el ritmo. “Hemos estado coordinando muy estrechamente con los daneses desde el principio lo que diríamos o diremos sobre Groenlandia. Y todo lo que hemos hecho, o no hemos hecho de forma pública ha sido coordinado con ellos. Apoyamos totalmente lo que decidan Dinamarca y Groenlandia”, subrayó la fuente en un encuentro con un grupo de periodistas. La UE, como ha subrayado en estos días también la Comisión Europea desde el podio, defenderá “principios básicos” como la “soberanía nacional y la integridad territorial”, pero hay una convicción en lo más alto de las instituciones europeas de que “un planteamiento de ojo por ojo no es útil”, agrega la fuente.
Antes de asumir la presidencia, el pasado 20 de enero, Trump volvió a la idea de hacerse con Groenlandia que ya valoró en su primer mandato. En este segundo gobierno no obstante ha endurecido el tono, legando a decir —antes de jurar de nuevo el cargo— que no descartaba e uso de la fuerza militar o sanciones económicas para hacerse con una isa que considera estratégica para la seguridad de Estados Unidos.
Frederiksen habló unos días antes de la investidura de Trump 45 minutos con el magnate republicano por teléfono, en una llamada que el diario Financial Times calificó de “acalorada”. Frederiksen le aseguró que Groenlandia “no está en venta”, de acuerdo con los reportes. Trump no obstante insistió en su interés en controlar la isla.
El pasado viernes, el nuevo secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, habló con su par danés, Lars Lokke Rasmussen, en un tono visiblemente más relajado. El jefe de la diplomacia estadounidense “reafirmó la fortaleza de la relación entre Estados Unidos y el reino de Dinamarca” y discutió con Rasmussen “la importancia de profundizar a cooperación bilateral y regional en seguridad y defensa, cuestiones económicas y comerciales y poner fin a la guerra de Ucrania”, según un comunicado del Departamento de Estado, en el que no se menciona a Groenlandia.
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