Netanyahu apela al voto de los colonos con 2.300 nuevas viviendas en Cisjordania
El Gobierno israelí legaliza con efectos retroactivos tres asentamientos salvajes
A seis semanas de las segundas elecciones legislativas del año en Israel, en repetición de los comicios no concluyentes de abril, el Gobierno de Benjamín Netanyahu aprobó el martes la construcción de 2.304 viviendas en asentamientos judíos de Cisjordania. El primer ministro intenta atraer para su partido, el conservador Likud, el voto de los más de 400.000 israelíes que viven en el territorio palestino ocupado por el Ejército desde 1967. El Ministerio de Defensa regularizó también con efectos retroactivos tres asentamientos aislados salvajes.
“La luz verde dada por el Gobierno a estas edificaciones culmina una política desastrosa destinada a torpedear las oportunidades para la paz y la solución de los dos Estados, al anexionarse una parte o la totalidad de Cisjordania”, advirtió la ONG israelí Paz Ahora, que sigue de cerca el proceso de colonización de territorios palestinos, al informar sobre la aprobación de uno de los mayores planes de alojamientos para colonos en los últimos tiempos.
El 88% de las casas que ahora reciben espaldarazo oficial se localizan en zonas alejadas de los grandes bloques de asentamientos, que Israel plantea permutar en el futuro por otros territorios con los palestinos en un eventual acuerdo de paz.
La Administración Civil del Ministerio de Defensa, organismo que gestiona la ocupación, ha completado el proceso de planificación con la concesión de licencia definitiva para 838 nuevas viviendas y la aprobación inicial para otras 1.466. En un mensaje electoral a los colonos en el asentamiento de Efrat (sureste de Belén), Netanyahu les garantizó hace una semana que nunca serán “arrancados de su tierra”.
“Lo que se ha levantado aquí es para siempre”, aseguró el primer ministro, en firme reiteración de su promesa la víspera de las votaciones del pasado 9 de abril, que se saldaron sin acuerdo de mayoría para formar Gobierno.
La regularización de los outpost o colonias salvajes —medio centenar de asentamientos aislados erigidos sin permiso sobre terrenos reconocidos por Israel como propiedad privada de palestinos— sigue su curso imparable tras la reforma legal auspiciada hace dos años por el Gabinete más derechista en la historia del Estado judío. La Administración Civil legaliza ahora con efectos retroactivos los outpost de Givat Salit (valle del Jordán), Ibei Hanahal (sureste de Belén) y Haroeh Haivri (este de Jerusalén).
Esta última colonia salvaje se sitúa cerca de la aldea beduina de Jan al Ahmar, amenazada de desalojo y demolición por una orden del Ejecutivo ratificada por el Tribunal Supremo. “Mientras se niega a los habitantes palestinos licencia para construir, la política de discriminación favorece a los colonos israelíes en ese mismo lugar”, denuncia Paz Ahora.
Pese a las normas internas de Israel, la comunidad internacional considera ilegales todos los asentamientos que se han alzado desde hace 52 años en Cisjordania y Jerusalén Este. La Autoridad Palestina ha instado a la fiscalía de la Corte Penal Internacional a investigar la colonización israelí en territorios militarmente ocupados, como presunto crimen de guerra en vulneración de las convenciones internacionales.
Los planes de edificación aprobados ayer son vistos también en Israel como una compensación a los colonos por el permiso otorgado la semana pasada a los palestinos para la construcción de 715 viviendas en la denominada Área C, la zona bajo control exclusivo israelí en Cisjordania.
Viviendas para palestinos
El Gabinete de Seguridad, el comité de ministros que toma las decisiones clave en materia de defensa, adoptó la inusual decisión poco antes de la visita a Israel de Jared Kushner, enviado de la Casa Blanca para impulsar el plan de paz de Donald Trump.
Entre 2009, año de la llegada al poder de Netanyahu, y 2016, último ejercicio con datos contabilizados por la ONG Paz Ahora, las autoridades militares solo han permitido en el Área C de Cisjordania la construcción de 66 edificaciones palestinas, frente a las 12.763 viviendas para colonos.
El Ministerio de Defensa dio al mismo tiempo luz verde inicial a la construcción de 6.000 nuevas viviendas en los asentamientos judíos en territorio ocupado. Su aprobación parcial no ha tardado en llegar.
Doble rasero en la barrera de separación
Uno de los planes de urbanización aprobados ahora por el Ministerio de Defensa refleja, según la ONG Paz Ahora, el doble rasero que se aplica a los palestinos cuando se trata de construcciones próximas a la barrera de separación: los muros y vallas levantados por Israel en torno a Cisjordania.
Mientras que en Wadi Humus (Jerusalén Este) fueron demolidas hace dos semanas 70 viviendas palestinas invocando razones de seguridad, al haberse construido demasiado cerca de la barrera, en el asentamiento de Ganei Modiin (oeste de Ramala) se ha autorizado sin reparos la edificación de 194 casas para colonos judíos en una zona adyacente a la valla de separación.
Los residentes de Wadi Humus ofrecieron al Ejército hacerse cargo del coste de sobreelevar la verja de seguridad para impedir la infiltración de posibles atacantes. Las autoridades israelíes rechazaron una propuesta de cooperación de los palestinos que, sin embargo, ha sido aceptada a los promotores de Ganei Modiin.
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