Un mensaje de protesta leído por pilotos de Aerolíneas Argentinas agita la campaña electoral
Los pasajeros escuchan una denuncia contra la política de apertura en el sector del Gobierno de Macri mientras esperan que se abran las puertas
Los pasajeros de Aerolíneas Argentinas no solo escuchan el saludo de protocolo cuando tocan tierra. Un mensaje de protesta grabado por los pilotos ha agitado la campaña electoral para las generales de octubre, con denuncias cruzadas entre el Gobierno y gremios a los que la Casa Rosada acusa de apoyar a la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner.
"Les habla el comandante. Habiendo finalizado el vuelo, queremos informarles sobre la situación que enfrentamos los pilotos argentinos", arranca el texto, que suena por los altavoces de la cabina de pasajeros. La reacción de los viajeros oscila entre la indiferencia y los aplausos. El Gobierno ha denunciado una campaña para desprestigiar su trabajo en la aerolínea de bandera, de propiedad estatal, y anticipó duras sanciones contra los pilotos. El telón de fondo es la campaña, sumida en un estado de conmoción política, producto de la grieta que separa a macristas y kirchneristas.
Los pilotos están agrupados en la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (APLA), un sindicato de historia combativa liderado por Pablo Biró. El líder gremial plantó cara desde el principio a la política macrista de apertura en el sector, basada en la llegada de aerolíneas de bajo costo y el otorgamiento de decenas de nuevas rutas. APLA considera que “la revolución de los aviones”, como la llama el Gobierno, ha puesto en apuros a Aerolíneas Argentinas, que pierde en la competencia de precios bajos.
“Hoy tenemos empresas que no pueden pagar salarios, que han suspendido sus operaciones, que reducen la dotación con pilotos con despidos encubiertos o que se achican devolviendo aviones, levantando destinos y cortando frecuencias. Ante esta situación que pone en riesgo miles de fuentes laborales en el país, ratificamos nuestro compromiso de seguir defendiendo la aviación argentina. Los cielos también son de cada uno de ustedes. Desde ya, agradecemos su comprensión”, leen los pilotos mientras los pasajeros acomodan su equipaje para el descenso.
Los mensajes llegaron a la empresa a través de las redes sociales y las denuncias de algunos pasajeros molestos. Se inició entonces un ida y vuelta de acusaciones que superó el ámbito de la aerolínea. “Hay que entender que no se trata de una medida en contra de Aerolíneas en particular, sino que es parte de una campaña del kirchnerismo para desestabilizar al Gobierno”, dijo el titular de la compañía, Luis Maldivo. De la pelea participó incluso la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich: “Esa cosa de querer meter mensajes a la fuerza no va. Eso es el kirchnerismo. Si me pasa eso me paro y les digo 'me sacan ese mensaje, ya".
Los pilotos, en cambio, argumentaron que un presunto bloqueo mediático los obligó a buscar soluciones creativas. “Quieren hacerme quedar como un tipo antidemocrático, pero vamos a seguir con la campaña de difusión leyendo el comunicado en los aviones”, advirtió Biró. Sin embargo, horas después, los pilotos anunciaron que suspendían la lectura de los comunicados, a cambio de una jornada de protesta que este jueves incluirá manifestaciones en los aeropuertos.
Aerolíneas Argentinas ha sido siempre un hueso duro para los Gobiernos. Tras una experiencia fallida de privatización en manos de Iberia y Marsans, la compañía fue reestatizada por el kirchnerismo en 2008. Desde entonces necesita de dinero público para funcionar. El macrismo prometió durante la campaña que acabaría con los subsidios a la empresa, pero los costos en dólares y la depreciación sostenida del peso argentino mantienen en rojo los balances. El año pasado, el Estado aportó a Aerolíneas 200 millones de dólares, más del doble de lo que había estimado.
Sobre la situación laboral de los pilotos, ambos bandos chocan sin remedio. En un comunicado publicado a principios de junio, APLA informaba de que Aerolíneas Argentinas “cerrará 2019 con 200 pilotos menos y desprogramando el 30% de su flota de largo alcance como parte del achicamiento del área internacional”. Los cesanteados, argumentaron, no encuentran trabajo en otras aerolíneas porque el mercado de bajo costo ya no paga los salarios que ellos exigen. Para Malvido, presidente de Aerolíneas, las cifras de APLA esconden que el escenario general ha mejorado: “Hoy tenemos 1.719 pilotos operando en líneas aéreas contra 1.539 de 2015. Hay más pilotos volando, es evidente”.
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